Cuando Triángulo de Amor Bizarro daban los últimos retoques a su quinto disco de estudio, el coronavirus solo ocupaba algunos titulares. No se hablaba todavía con preocupación de una enfermedad que paralizaría el mundo, y dejaría en standby a una banda que acababa de firmar su mejor disco a ojos de la crítica musical.
Sin planes ni conciertos a la vista, la banda decidió darle una segunda vida y traerlo de vuelto cantado e interpretado por otros. En Detrás Del Espejo. Variaciones y Ecos participan 13 artistas, cada uno otorgando un carácter y personalidad distinto a las canciones de una de las bandas más interesantes del indie patrio.
Entre los elegidos se encuentran artistas urbanos como Erik Urano con su hiphop experimental, el dúo gallego de trap Boyanka Kostova o bandas como Carolina Durante, Menta o Biznaga. Hay incluso hueco para el folklore experimental de Soleá Morente o figuras internacionales como la de Sonic Boom, exmiembro de la legendaria banda inglesa Spacemen 3.
Isa Cea lleva al frente de la banda como bajista y cantante desde su formación en el año 2004. Una Carrera a lo largo de dos décadas en la que han mezclado lo mejor del noise y el shoegaze, con un directo cargado de energía que les ha llevado por escenarios de medio mundo:"Cuando se rompe la dinámica de tocar o ensayar, como artista te hundes".
La bajista comenta por teléfono cómo este nuevo trabajo les ha "salvado la vida musicalmente", algo que consideran un "regalo" y que valoran por haber surgido de un momento en que todo se ha paralizado. "Que artistas a los que admiramos nos regalen su tiempo y su talento es muy bonito" apunta al tiempo que señala que es un proyecto que no se podría haber dado en ninguna otra circunstancia.
La mezcla de estilos, caracteres e intención que cada uno de los artistas invitados imprimen en las canciones, ha servido para expandir el universo de uno de los mejores discos nacionales del año 2020. A medio camino entre el homenaje y el lienzo en blanco sobre el que plasmar la gran cantidad de influencias e intereses que los gallegos suscitan en la escena musical independiente.
Triángulo de Amor Bizarro, en palabras de Isa, se define como un grupo “que hace un poco lo que le da la gana” y que no acostumbra a “posicionarse en el centro”: “Somos bastante extremistas, nos gustan los sonidos extremos y en eso llevamos varios discos”. También su implicación social, poética y política es tajante, empezando porque son una banda residente en una aldea de Galicia y bien contentos de serlo: lejos de las modas y las tendencias de las grandes ciudades. Lejos del modernismo mal entendido -del superficial, del vacuo, del meramente estético-. Lejos de la pérdida histriónica del sentido común. Lejos de la tontería. Viven de tocar, de dar conciertos, y en el fondo necesitan poco. Casi ni cobertura, mientras se celebra esta entrevista al teléfono.
Dice Isa, de Triángulo, que seguramente alguien de Madrid querría huir al tercer día de su aldea -por “la lluvia, la oscuridad y el aburrimiento”-, pero que en su caso encuentran estímulos y formas de equilibrar la vida. “También salimos mucho a tocar, y eso, mezclado con estar aquí y tener una profundidad de conocimiento de todo lo que nos rodea… nos viene bien. Eres capaz de relajarte y de entender mejor las cosas”. De ahí nacen las trazas artísticas de este disco, bautizado con el propio nombre del grupo, donde vuelven a ponerse el mundo por montera y rompen lo que sea necesario. Nuevos sonidos. Nuevas temáticas -incluso el amor, con lo inteligentemente ásperos que son ellos-. Más claridad. Menos cinismo. También algún escupitajo en la cara: y que nunca falte.