Paige Powell conoció a Jean-Michel Basquiat en 1981. Un año antes, aquella joven menuda había dejado Portland para lanzarse a la conquista de la Gran Manzana, el sueño de tantos. Su carrera comenzó en la revista Interview, donde con el tiempo llegó a editora asociada. En aquel Nueva York que bullía con creatividad, Powell conoció a Andy Warhol, a Alba Clemente, a Tama Janowitz, a Stephen Sprouse... Y a Basquiat. Aunque antes se había encontrado con su obra. Un grafitti fue lo primero que Powell vio de aquel artista que ya tenía un nombre propio en la escena de Nueva York. Tres años después de llegar a la ciudad, Powell y Basquiat eran pareja.
Durante toda una década, Powell fue la mirada, cámara en mano, de lo que allí sucedía, tanto en las calles, en los rincones, como en los estudios de la vanguardia. Lo hizo con fotografía y con vídeo. Una selección de aquellas instantáneas y grabaciones sale ahora a la luz en el Portland Museum. Llevaban ocultos en cajas en la casa de Portland de la fotógrafa desde 1997, cuando regresó a su ciudad natal. Ya en 2014, la fotógrafa sacó a la venta parte de sus polaroids privadas de un viaje que realizó a Maui con Basquiat en 1984.
En las imágenes que reúne la exposición Paige Powell: The Ride (Paige Powell: el viaje) que arranca el 5 de noviembre, se puede ver a Powell con Basquiat en una polaroid; a Sting, sentado a la mesa con Bob Dylan y Warhol; a Grace Jones cenando y riendo con el artista más conocido del arte pop; a una jovencísima Madonna, en su etapa de material girl punk, bailando contra la pared.
Vida a fuego
Son escenas de vida nocturna, ésa que giraba alrededor del mítico Studio 54. Un ambiente que Paige retrató con su cámara y sus grabaciones. Fue una de las primeras artistas -ella misma acabó convertida en una- que usaron las incipientes vídeocámaras. La muestra incluye un vídeo en el que se ve a Andy Warhol con Keith Haring, el artista que hizo famosas las figuras antropomórficas casi tribales a todo color en paredes, lienzos y portadas antes de morir prematuramente víctima del Sida.
El museo también propone una instalación interactiva, titulada Beulah Land, creada con 800 imágenes que recrean la exposición de 1984 de las fotografías de Powell. La instalación cuenta con sonido de David LaChapelle.
The Ride se amplía además con el espacio visual creado para otra muestra anterior, Richard Mosse: The Enclave. Una instalación montada el año pasado en el Jubitz Center for Modern and Contemporary Art del propio museo, que invita a sumergirse en el clima de aquel Nueva York de 1980.