A finales de junio de 2003, la ministra de Educación, Cultura y Deporte, Pilar del Castillo (segunda legislatura Aznar) inauguró en el Museo del Prado la exposición Arte Protegido, y la placa que Miguel Zugaza, director de la pinacoteca, incluyó sobre la memoria de la guerra civil española. En el letrero se rendía homenaje a todas las personas que lograron salvar de la destrucción el patrimonio. Empleados del museo, funcionarios, conductores, artistas y arquitectos que tomaron partido en la protección del tesoro artístico, entre 1936 y 1939, quedaron grabados para la memoria durante unos años.
El museo colocará una serie de placas marmóreas sobre el rojo Pompeya de la sala de las Musas
Zugaza presentó la muestra como una reconstrucción “veraz” del “doloroso episodio”, un “homenaje a los salvadores del patrimonio, protagonistas de una empresa ejemplar de la que aún debemos aprender”. Antes de esta referencia, y después de 65 años de los acontecimientos, el museo había ignorado el hecho. Sin embargo, la placa tuvo una vida breve y se retiró en 2007. Aunque desde el museo informan a este periódico que desconocen cuándo, aseguran que el motivo de la retirada fue las obras de ampliación.
La reforma del Prado terminó ese mismo año, pero no ha sido repuesta desde entonces. El Prado explica a EL ESPAÑOL que se contaba en la cripta de la antigua puerta de Goya con “una serie de placas marmóreas en la que figuraban inscritos los nombres de las personas que habían realizado una donación o legado al museo hasta 1965”. Es decir, no fue la única placa retirada del espacio.
“Desde su retirada pública, con motivo de la ampliación en 2007, se han buscado espacios y sistemas diferentes”, pero no ha sido hasta el momento, en estos diez años, no encontraron una solución para recuperar la memoria de los salvadores del patrimonio, los donantes y el recordatorio del origen monárquico de la colección del Prado.
Diez años de retraso
La “fórmula definitiva” ya está sobre la mesa de Zugaza y sólo falta el visto bueno del Patronato: la sala de las Musas, espacio central de la ampliación diseñada por el arquitecto Rafael Moneo, con paredes decoradas en rojo Pompeya, acogerá el nuevo protocolo. Los nombres de los donantes irán en oro en la sala que alberga ocho estatuas romanas.
El Museo del Prado aclara a este periódico que el listado contará con todos los donantes, “con excepción de los que figurarán en el Casón del Buen Retiro, porque su donación es bibliográfica o documental”. Por su parte, el texto de la placa retirada será el mismo que figurará en la Sala de las Musas: “A todos los que hicieron posible la protección del Museo del Prado durante la Guerra Civil”.
El museo incorporará los cambios en la sala de las Musas a lo largo de 2016, sin fecha concreta
“La cita se incluirá tras otras dos que hacen referencia al carácter histórico de los fondos del museo y a todos los benefactores que han legado obras a través de otras instituciones”, asegura el museo. En este caso no entrará el BBVA por la dación en pago (no donación), depositada en 2006, sino como benefactor. El banco, para resolver su deuda tributaria con el Estado entregó la colección de arte de Rosendo Naseiro -extesorero de Alianza Popular, acusado de sobornos y compro de votos. Entre ellos hay tres bodegones del siglo XVIII y uno del XIX, que el extesorero del PP, Luis Bárcenas, vendió a Naseiro.
“A la derecha de estas citas figurará el listado nominal de todos aquellos identificados (y con documentación en el archivo del museo) como donantes o legadores, completándose con la mención a los benefactores actuales del museo”, añaden. Sobre los plazos para ejecutar el reconocimiento, informan que será “a lo largo de 2016”. La razón a la tardanza de la restauración de la placa dedicada a la memoria de la guerra civil y los donantes es por problemas con el listado porque “ha habido que hacer una investigación concienzuda en el archivo para no dejar a ningún donante o legador fuera y separar los donantes y legadores de obras de arte de los de otros objetos (como libros)”.