Carmen Cervera ha vuelto a la carga a una semana de las negociaciones con el Gobierno para mejorar las condiciones en las que presta una parte de su colección particular. En un comunicado lanzado para calentar la mesa de negociaciones con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte asegura que su colección se conserva en “situación de precariedad”. A pesar de tener a su disposición a todo el personal técnico, seguridad y seguros, y de contar con dos palacios comprados por el Estado para albergar sus cuadros, por los que se pagaron 3.000 millones de pesetas (sin sumar la reforma de los mismos).
Lo más llamativo del escrito de Tita es la cuantía con la que valora su colección: “Más de 1.000 millones de euros”. Sin embargo, desde el despacho de abogados que ha gestionado el lanzamiento del comunicado desmiente a la propia Cervera: “Los 1.006 millones de euros es la valoración del seguro de toda la colección de Carmen Thyssen-Bornemisza, es decir de sus 750 obras”. Pero el litigio no es por su totalidad. De hecho, con la primera firma del préstamo, en 2002, la colección está completa, pero en el último acuerdo vemos que se ha reducido hasta quedar en 429 piezas.
De ellas, se exponen 250 y 179 están en los almacenes, según ha informado el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a este periódico. Con los años, sobre todo a partir de 2012 cuando se empieza a renovar año a año, Cervera ha ido retirando y repartiendo el resto en los diferentes museos que ha ido inaugurando con dinero público en ciudades como Málaga.
Un aval millonario
En esa “situación de precariedad” a la que se refiere la propietaria de los cuadros, olvida que el Estado se hace cargo del seguro de dicho conjunto con una Garantía o aval que cubre cualquier daño. Y que está vigente hasta el próximo 31 de marzo. El valor por el que el Gobierno asegura el conjunto es de 417 millones de euros, menos de la mitad de lo que reclama la dueña.
“Es el valor económico total de dichos bienes”, se puede leer en el BOE, que hace referencia al préstamo y su aval. Es la tasación que hace la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español, el organismo responsable de aprobar la Garantía para las 429 obras. Ese es el precio a efectos del seguro de la colección de Carmen Cervera, según la Administración, tal y como ha informado Cultura a este diario.
Tita demanda nuevas condiciones a su favor, entre las que destaca la mayor flexibilidad para sacar las joyas de la colección cuando desee, en detrimento de la colección expuesta en los palacios que se compraron para mostrar la colección privada mejor conservada de Europa. Y volver a un acuerdo de varios años: “Ahora tenemos que pensar en un marco legal que respete y proteja el valor de esta Colección única de forma permanente y a largo plazo”.
Una colección 'kitsch'
En 2011 ya trató de cerrar un alquiler de 25 años y entonces dijo que su colección valía 600 millones de euros. Seis años después el precio de la colección, con menos cuadros, se ha disparado hasta los 1.000 millones de euros, según ella misma. En aquella negociación con la ministra Ángeles González-Sinde, fue ella la que reclamó un préstamo de un año prorrogable. Ahora, tampoco le sirve.
¿Qué opinan los expertos de la colección? Es irregular y muy centrada en la etapa costumbrista del siglo XIX español, según los especialistas consultados por este periódico. Personalidades como el director del Círculo de Bellas Artes, Juan Barja, ha llegado a asegurar que “el Museo Thyssen perdió la mitad de su valor cuando integró en su colección ese conjunto kitsch, cursi y relamido que recibe el nombre de colección Carmen Cervera”.
Para Barja, a pesar de señalar algún cuadro bueno (como por ejemplo, Mata Mua, de Gauguin, Idas y venidas, del mismo pintor, o El puente de Charing Cross, de Monet), lo único que se puede esperar de un conjunto como éste es que se marche “por donde vino”. Para otros, la órbita impresionista representada “no vale nada”. Son cuadros impresionistas de tercera, “aunque con firma”. Indican la gran diferencia existente entre la brillantez de la colección del barón -y propiedad del Estado- frente al gusto de Carmen Cervera y sus obras propiedad de las sociedades Omicron Collections Limited, Nautilus Trustees Limited, Coraldale Navigation Incorporated, Imiberia Anstalt, alojadas en el paraíso fiscal de la Isla Cook.