Si estuvieras abordo del Titanic tienes dos opciones: intentar salvar tu vida o bailar hasta que se hunda. Esa es la situación en la que se encuentra el arte contemporáneo español. ¿Se pelea por una galería que se mueva a nivel internacional y una exposición o se baila para no pensar en el desinterés institucional y la falta de profesionalización del mercado español?
¿ArtBanchel es una fiesta o una muestra del empoderamiento del artista, de la reivindicación de que sin los artistas no hay arte contemporáneo, ni mercado ni museos ni comisarios ni críticos de arte? Unos 120 artistas y agentes culturales (comisarios y gestores) de veinte estudios en el barrio de Carabanchel han optado por bailar dos días (6 y 7 de mayo) pero, con menos fiesta de la esperada aunque, cada espacio ha organizado una actividad: un artista invitado, una performance o un concierto de música experimental.
El diseño gráfico de ArtBanchel ya es una declaración de intenciones: han calcado la tipografía y el rango de colores de la feria Basel. No rechazan el mercado pero, reivindican el papel del artista: sin ellos no hay mercado ni exposiciones. No es una fiesta en la que en el imaginario los artistas están bebiendo sin parar, sino que no se para de hablar y tampoco los estudios se llenan el primer día de directores de museos, comisarios, galeristas, periodistas, críticos de arte y gestores culturales. Todo lo contrario: las ausencias de representantes institucionales y galeristas -se contaban con los dedos de una mano- fueron la tónica de la jornada de apertura de una parte de los veinte estudios. La fiesta -como es habitual- ha terminado siendo para un grupo pequeño de profesionales que, en su gran mayoría, no vive en Carabanchel.
¿Cuál es el objetivo de ArtBanchel? “No hay meta, no hay objetivo”, dice Carlos Aires (Mala Fama Studio). Una opinión que comparten un gran número de artistas y agentes culturales. Nadie se ha inventado ArtBanchel. No hay autoría. Todo es colaborativo y autogestionado. Hasta el momento no han querido la participación de instituciones ni de galerías pero, no se cierran a que en la segunda edición, esas circunstancias cambien. El artista Alejandro Botubol (Mala Fama Studio) señala que “ArtBanchel es una nueva forma al margen del mercado que no es un ‘open studio’ porque se hace un evento específico por cada estudio invitando a un artista o un músico. En un ‘open studio’, se muestra la obra de tu estudio. En ArtBanchel, no; aunque, es una excusa para que puedas ver el estudio”. “No queremos depender ni de instituciones ni de galerías, aunque este modelo está abierto a que se dialogue y siga creciendo con nuevas maneras de entender la convivencia entre artistas”.
No queremos depender ni de instituciones ni de galerías, aunque este modelo está abierto a que se dialogue y siga creciendo con nuevas maneras de entender la convivencia entre artistas
Para Rafa Díaz es “un movimiento que da visibilidad a los artistas que las galerías no da a todos”. “ Una iniciativa necesaria -dice Belén (Nave Oporto)-; una alternativa a las galerías que se quejan de ir a las ferias de arte; las galerías hacen un trabajo importante pero si no hubiera galerías, el arte sería más económico porque se llevan el 50% de los precios”. “No todo es comercial, ni el arte es un producto. ArtBanchel es hacer cosas más allá de lo económico, sin intención comercial”, según Aires, aunque, puede ser que se genere así un modelo distinto porque el sistema de ferias y galerismo actual es decimonónico.
ArtBanchel se ha organizado, desde hace unos seis meses, con reuniones de los de estudios participantes. Esto ha dado la posibilidad de que artistas y agentes culturales de la zona se hayan conocido. “¡Hay tantísimos estudios juntos!; se trata de un fenómeno natural, no coordinado, de búsqueda de un espacio más económico que en Londres o Berlín”, dice Belén. El fenómeno de ArtBanchel tiene un origen: hace unos tres años se produjo un movimiento silencioso y constante de artistas de la generación de 40 años años de media, representados por galerías en España y/o el extranjero, que cerraron sus estudios en el centro de Madrid y alquilaron espacios industriales entre Oporto y Urgel.
Espacios que no han pisado algunos de sus galeristas. “Los galeristas no visitan los estudios. La conversación con el artista en el estudio es diferente y más positiva que en la galería. Muchos galeristas desconocen el proceso de trabajo de un artista. Una cosa es una exposición y otra es exponerte en tu habitat, esa es la frontera. ArtBanchel rompe esa frontera en masa”, señala Marina Vargas.
A ello, se suma el complejo de ser español y falta de apoyo por todos los agentes implicados en la promoción. “La calidad del arte es buena. Es un buen momento para hacer análisis de la situación porque ni con la bonanza económica se abrió un hueco del arte español en el panorama internacional. El problema no es económico sino de falta de profesionalidad”, señala Aires.
Los galeristas no visitan los estudios. La conversación con el artista en el estudio es diferente y más positiva que en la galería
ArtBasel es una muestra de la falta de empoderamiento de la mujer artista en España. Sin estadística en mano, la mujer es minoría en ese foco caliente. “Con las artistas se sigue con el complejo; la obra puede ser mejor (a la de un hombre) pero ignorada por pautas de comportamiento y actitud”. Esto se refleja en galerías y museos, donde son minoría: “la cadena de producción se refleja en la cadena de distribución”, según Rafa Díaz. Se ve “normal. El mundo del arte es muy machista. Yo noto el machismo. La mujer es la primera que renuncia en cualquier trabajo. Y si no sigue produciendo pues, desaparece y no puede remontar”, afirma Belén.
ArtBanchel ha organizado -gratis y con calidad- performances como las de de Chantal Yzermans y Enrico D Wey, la charla de la maestra zen Carmen Monske y conciertos como el de una pieza de Miguel Álvarez-Fernández, quien señala que “lo que se echa de menos es la falta de reflejo de la música experimental a nivel institucional y que no haya espacios destinados al arte sonoro”. En España, estos eventos se programan, en los museos Reina Sofía, MACBA, IVAM, CAAC Sevilla, CAC Málaga y MUSAC, como una actividad ligada a una muestra con la excepción de la gran sorpresa reciente que supuso la retrospectiva de la Fundación March, “Escuchar por los ojos. Arte sonoro en España 1961-2016”.
La calidad del arte es buena. Es un buen momento para hacer análisis de la situación porque ni con la bonanza económica se abrió un hueco del arte español en el panorama internacional
ArtBanchel parece una fiesta de los estudios de Carabanchel pero, en realidad, es un nuevo fenómeno en España, una muestra de capacidad de organización y empoderamiento de artistas de Madrid que bailan -ahora sí juntos- ante la falta de apoyo institucional y la atenta mirada de galerías.