Después de llenarse de cesped, la Plaza Mayor se ha cubierto con una red de color rojo en una nueva instalación artística. Esta vez el arte está en el cielo y no en el suelo, ya que la obra Madrid 1.8 de la artista estadounidense Janet Echelman, está compuesta de una escultura flotante formada de capas “de fibra trenzada y anudada de 45 metros de largo por 35 de ancho y 21 de alto en combinación con una iluminación espectacular”, según ha informado el Ayuntamiento de la ciudad. Esta instalación, que costará 40.000 euros a las arcas públicas, 10.000 más que la anterior, y es la última de las intervenciones artísticas del programa de arte urbano Cuatro Estaciones que se ha llevado a cabo durante el último año con motivo del IV Centenario de la Plaza Mayor. Las redes ya se han hecho eco de la instalación, y muchos se han percatado de que parece una red de pesca que atrapa a Felipe III, cuya estatua queda justa debajo de la obra.
El programa Cuatro Estaciones nació con el objetivo de transformar la Plaza Mayor a través del arte urbano y, coincidiendo con el inicio de cada estación, convertir este espacio tan característico de la ciudad de Madrid en un patio de recreo artístico para todos los públicos. De esta forma, durante el último año, la Plaza Mayor ha acogido la instalación Graffiti con Luz del artista francés Antonin Fourneau junto al conocido grafitero SUSO 33 en primavera, Laberinto de residuos del colectivo Luzinterruptus en verano, y la instalación CESPED a cargo de SpY en otoño de 2017.
Madrid 1.8 será la intervención dedicada al invierno que Janet Echelman traerá a la Plaza Mayor de Madrid: una instalación monumental que se mueve al son del viento y el clima cambiantes, y que invitará al público a detenerse y, tal y como explica la propia Echelman, “contemplar una manifestación física de la interconexión de opuestos: lo suave y lo duro, la tierra y el cielo, las cosas que dominamos y las fuerzas que están más allá de nuestro control”.
El concepto de la obra proviene de conjuntos de datos científicos del terremoto y el tsunami de Japón en 2011, y de la noción de que todos estamos conectados entre los sistemas naturales de la Tierra. Studio Echelman generó la forma 3D de la escultura utilizando grupos de datos de la altura de las olas del tsunami a lo largo de todo el océano Pacífico. Las vibraciones resultantes aceleraron momentáneamente la rotación de la Tierra, acortando la longitud del día en 1.8 microsegundos, lo que se convirtió en el catalizador de la escultura “1.8”.
La escultura es completamente blanda y está construida con dos tipos de fibra técnica. Por un lado el polietileno de peso molecular ultra alto (UHMWPE), una fibra más de quince veces más fuerte que el acero, constituye la parte estructural de la pieza, y por otro, cordones de nylon de alta resistencia con mezclas únicas de color conforman el resto de la red escultórica, y Echelman los combina con luces de colores programadas para crear la obra final. Creada inicialmente en blanco y rojo, la instalación en la Plaza Mayor de Madrid, que permanecerá en exhibición del 9 al 19 de febrero, será el estreno de esta nueva versión a todo color de la escultura “1.8”.