Un 'Velázquez' que retrata a una amante del papa Inocencio X, a subasta tras tres siglos perdido
La casa de subastas londinense asegura que el cuadro, valorado en torno a tres millones de euros, representa a Olimpia Maidalchini Pamphilj.
24 junio, 2019 18:57Sotheby's subastará el próximo 3 de julio la Amante del Vaticano, una obra del maestro español Diego Velázquez que ha permanecido en paradero desconocido durante casi tres siglos. La casa de subastas londinense ha informado este lunes de la puja de este cuadro, valorado en entre 2 y 3 millones de libras (2,2-3,3 millones de euros), que representa a Olimpia Maidalchini Pamphilj, cuñada y amante del papa Inocencio X.
Apodada la Papessa, Olimpia ejerció el poder en la sombra y es considerada una de las primeras feministas, al tomar el control de una de las instituciones más poderosas y en manos masculinas de la historia europea, según ha explicado Sotheby's en una nota de prensa.
Nacida en 1591, Olimpia se casó y enviudó dos veces, la segunda de ellas de Pamphilio Pamphilj, hermano mayor del Cardenal Giambattista Pamphilj, elegido en 1644 como el Papa Inocencio X. Fue una de las figuras más influyentes de la corte papal y, tanto es así, que el cardenal Alessandro Bichi declaró enfadado, durante la elección del Papa Inocencio X, que acaban de nombrar a una "papisa".
Velázquez pintó el retrato en 1650, durante su segundo viaje a Roma, un momento de "genialidad" del artista en el que produjo algunas de sus obras maestras más célebres, incluyendo el Retrato de Inocencio X. El último registro de la pintura data de 1724, en la colección del cardenal Pompeo Aldrovandi de Bolonia y Roma, momento en el que se pierde su rastro.
La obra reapareció en una casa de subastas holandesa, cuando llamó la atención de los especialistas de Sotheby's en Ámsterdam, que comenzaron el proceso para establecer quién era su verdadero creador. El especialista de la casa James Macdonald pronto sospechó que podía ser de Velázquez, suposición que le corroboraron expertos clave en el campo.
La Amante del Vaticano se ha convertido en una de las pocas pinturas del español que permanecen en manos privadas.