Pocos nombres definen mejor a una compañía de teatro como el que eligieron Miguel del Arco y sus compañeros: Kamikaze. Creían en el teatro y en la dramaturgia contemporánea por encima de una sociedad y unas autoridades que parecía darle la espalda a la cultura. Además, eligieron no quedarse en ser una mera compañía más, sino que alquilaron un teatro y lo hicieron su casa. El pavón presentaba hoy su tercera temporada con una programación que para sí quisieran los mejores teatros del mundo,pero una noticia ha dinamitado todo.
Miguel del Arco ha anunciado que esta será, con casi toda probabilidad, la última temporada que estén en el Pavón. Tras tres cursos seguimos sin una Ley de Mecenazgo que ayude, las ayudas del Ayuntamiento y el Ministerio están en camino y el alquiler y las condiciones actuales les fuerzan a una precariedad que no llega.
Del Arco ha eclipsado con su bomba a los grandes autores que pisarán el Kamikaze la próxima temporada: Jan Fabré, Àlex Rigola -con Willy Toledo-, Pascal Rambert -en el duelo de actrices de la temporada: Irene Escolar y Bárbara Lennie- y su nuevo texto, Jauría, sobre la sentencia de La Manada. Una “temporada prometedora” que es la culminación del trabajo de un año y por la que saca pecho en esta conversación con EL ESPAÑOL.
¿Cuesta cerrar una programación como esta?
Cuesta por las agendas de los que están más consagrados, y que llegan al Kamikaze, que es un teatro muy pobre y lo hacen por un compromiso con el proyecto. Además nosotros abrimos la puerta de par en par a nuevas producciones y autores, y ese equilibrio no es tan fácil, porque si falla una pieza cae todo en un efecto dominó.
Trae a Jan Fabré después del fenómeno de la temporada pasada, Monte Olimpo.
Sí, pero no es lo mismo, esto es un Fabré sólo,pero es verdad que venga cuando venga es un acontecimiento porque es un maestro, y además no viene a un teatro nacional, sino a uno privado y eso demuestra un enorme compromiso, porque a nosotros lo único que nos sobra es amor, no dinero, y si viene es un acto de amor y una palmada en la espalda del maestro.
Otro clásico del Kamikaze que vuelve es Pascal Rambert.
Pascal siempre está viajando por todo el mundo y no tendría ninguna necesidad de venir, pero es la tercera vez que lo hace porque es feliz en nuestro teatro. Hoy lo primero que he visto en el móvil es un mensaje suyo deseándonos mucha mierda. Él está acostumbrado a teatros nacionales que le dan todas las facilidades y de repente el empuje de cuatro tarados que somos nosotros le ha parecido una cosa soberbia. Se comprometió con nosotros y fue él el que dijo que quería ser director asociado. Hermanas es un texto inédito que se estrenará a la vez en París y aquí. Es algo soberbio.
El teatro siempre es político porque el hombre es un animal político. Aunque no lo manifiestes eres un ser político. La dramaturgia contemporánea está enredada con la actualidad
Les ha quedado una temporada muy política.
Es que el teatro siempre es político porque el hombre es un animal político. Aunque no lo manifiestes eres un ser político. No es una vocación clara, ¿es más política El enemigo del pueblo que Misántropo? La dramaturgia contemporánea está enredada con la actualidad y ha de ser política.
Pero son temas muy actuales, basados en la realidad.
Sí, tenemos dos textos de Jordi Casanovas que son manifestaciones del teatro Verbatim, que significa palabra por palabra y que son dramaturgias hechas a partir de hechos reales y que son documentos de hechos tal y como ocurrieron. Ponemos el dedo en la yaga sobre un hecho que ha convulsionado a la sociedad, como el caso de La Manada, y ha ocurrido hoy algo muy emocionante, que es que cuando hemos presentado esta obra, se ha publicado una carta de la víctima que termina diciendo: contadlo.
¿Qué quiera aportar con Jauría a todo lo que ha pasado?
La idea es expresar el ruido profundo, ese ruido mediático que hay alrededor de la cuestión que hasta nos hace perder el rumbo sobre cuestiones como la prisión preventiva revisable y que nos hace querer linchar, y aquí afortunadamente no se lincha a nadie. No podemos linchar a esos señores aunque sean los mayores hijos de puta sobre la faz de la tierra. Hay que escuchar lo que sucedió, pararse a escuchar. La ciudadanía actúa a golpe de titular, y el teatro es importante para eso, para abrir los canales de la empatía, para entender cosas con las que incluso no estamos de acuerdo queríamos investigar sobre algo que ha convulsionado y ha cambiado la sociedad. Reflexionar sobre ese: algo habrá hecho la víctima.
La ciudadanía actúa a golpe de titular, y el teatro es importante para eso, para abrir los canales de la empatía, para entender cosas con las que incluso no estamos de acuerdo
Como ella misma explica en un acto de sinceridad tremendo en el juicio, se besó con uno de ellos en el portal, y parece que con eso les hubiera dado permiso, pero ella podía hacer lo que le diera la gana hasta el último momento, y si en ese último momento dice ‘basta’, es suficiente. Cinco tíos que se follan a una mujer y la dejan desnuda, tirada en un portal, sin ni siquiera preguntar si necesita algo… sólo por eso merecen la cárcel. Lo que defendemos nosotros es que la nueva dramaturgia tiene que estar enredada en cuestiones conflictivas. Como decía Mayorga, el teatro tiene la obligación de quitar el ruido del mundo para convertirlo en poesía.
La presentación de la programación se ha visto eclipsada por el bombazo de que será la última temporada en el Pavón.
Sabíamos que sólo se iba a hablar de que nos vamos, pero si presentábamos la temporada sin decir nada, el pensamiento sería que nos va de puta madre, y la gente se preguntará que cómo conseguimos hacer una programación a la altura de un teatro nacional si ellos tiene dos o tres millones de presupuesto y nosotros no tenemos donde caernos muertos. No queríamos seguir mandando mensajes de que las cosas nos resultan fáciles porque está siendo agónico. Esto es la construcción de un sueño, nos hemos remangado para hacerlo, pero el sueño ya huele a barro y estamos metidos hasta las trancas. Hemos defendido este proyecto, hemos dignificado la profesión, porque aquí todos cobran y están asegurados, pero no quiero instalarme en la precariedad. No queremos seguir pagando 500.000 euros por un espacio que no lo vale. Así que tenemos que mirar un espacio, ya sea de titularidad pública o privada, pero con un alquiler asequible.
Esto es la construcción de un sueño, nos hemos remangado para hacerlo, pero el sueño ya huele a barro y estamos metidos hasta las trancas
Entonces no es un adiós.
Claro, la intención, es seguir. No es un adiós, que hemos presentado una gran temporada y vamos a seguir trabajando. ¿Cabría la posibilidad de seguir aquí? Puede pasar de todo, porque si encontramos un acuerdo de espacio que se queda disponible en dos años, pues a lo mejor continuamos con la precariedad, pero no perpetuarme aquí,porqie no tenemos nada que hacer. La comunicación con el dueño es imposible.
De momento la única ayuda es la de la Comunidad de Madrid y lo que sigue sin llegar es una ley de mecenazgo para que entre capital privado.
Hemos hablado con el Ayuntamiento y las conversaciones son buenas y fluidas, como con todas las instituciones. Ahora recibimos sólo 150.000 euros de la Comunidad, y con el Ayuntamiento y el Ministerio están avanzadas las conversaciones, pero hay buena sintonía y disponibilidad de ayudar en unja posible fundación participada por nosotros junto a las tres administraciones. Nosotros teníamos ese sueño de conseguir un 33% de ingresos de taquilla,otro 33% de instituciones y el último 33% de capital privado. Tenemos la labor de presionar para que se haga una ley de mecenazgo, porque aquí no tenemos esa tradición. Y es difícil convencer a una empresa privada de que invierta en una empresa cultural si no se le ofrece nada más que teatro. Hay que educar a las empresas privadas y hacerles una rebaja en la declaración de la renta, porque el que llega al teatro, sale inoculado.