¿Qué pasaría si al abrir la tumba de Franco hubiese otro cuerpo?
- Una comedia dirigida por Fermín Cabal versa sobre el supuesto de que los restos del dictador no están en el Valle de los Caídos.
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Con el eco de la exhumación de Franco y en vísperas del 20 de noviembre, Fermín Cabal lleva este domingo a Teatros Luchana Odios sordos, una comedia que toma como punto de partida la hipótesis de que los restos del dictador no son los que descansan en su tumba en Cuelgamuros, en el Valle de los Caídos.
"De tanto ensayar la obra, he llegado a creérmela. De repente digo: 'A ver si va a ser real'", explica a Efe entre risas Cabal (León, 1948), director de este montaje con texto de Melania Sebastián y que protagonizan Gloria Villalba, Chema de Miguel e Isabel Torrevejano y que estará en cartel hasta el 25 de noviembre.
El 20 de noviembre de 1975, Blas Revuelta fallece en el Hospital de la Paz de Madrid y su cuerpo es sustraído por la Brigada Político-Social para sustituir al del dictador Francisco Franco, seriamente deteriorado, en el velatorio público. La familia nunca ha recuperado el cadáver y tiene buenos motivos para sospechar que ha sido enterrado en el Valle de los Caídos.
Más de 40 años después, el 3 de junio de 2018, los nietos de Revuelta escuchan al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciando que el nuevo Ejecutivo socialista considera prioritario exhumar los restos del dictador y se preguntan si no habrá llegado el momento de rescatar el cadáver de su abuelo.
Odios sordos desarrolla así su argumento para convertirse en una comedia que pretende "contribuir a crear un ambiente de entendimiento" desde la perspectiva de "cerrar definitivamente las heridas sin olvidar lo que pasó", apunta Cabal.
"Nosotros hemos tomado un acontecimiento que está en la calle, en los periódicos, en la opinión pública y que es un tema de debate. Partimos de un convencimiento profundo de que a estas alturas en un país civilizado, postindustrial y postmoderno, que sigamos debatiendo temas que ocurrieron hace 80 años y que todavía no han sido superados por la sociedad es una grave carencia de la sociedad española", añade.
Agujeros democráticos
Melania Sebastián firma la dramaturgia de Odios sordos, una mujer "excepcional" a la que Cabal dio clases hace años y que ha creado un texto de "calidad" que, cuando el director lo leyó, pensó que había que "montarlo ya". "La escribió en agosto y estamos a punto de estrenar", remarca Cabal sobre este montaje que estará en los Luchana en coincidencia con "esta semana de exaltación patriótica", ironiza el director.
Sobre la exhumación de Franco, Cabal cree que opina como la "mayoría de los españoles": "En España llevamos 80 años increíbles de retraso. Esto que está pasando ahora en España se hizo en Alemania, Italia o Rumanía en los años 40".
"La democracia española, que ha aportado muchísimas cosas buenas, tiene también sus agujeros y este es un agujero capital. No puede ser que haya todavía 100.000 personas en cunetas", añade. Y es que aún existen "almas escocidas", añade el dramaturgo, elegido recientemente vicepresidente de la SGAE por el colegio de Gran Derecho, que también es tajante en cuanto a la libertad de expresión en el ámbito creativo.
"Todavía es conflictivo y lo vemos todos los días, porque hacía mucho tiempo que no había tantos artistas perseguidos por hacer manifestaciones irónicas, satíricas o entendidas como irrespetuosas. En algunos casos pueden serlo, pero la convivencia en una sociedad plural como la nuestra no puede ser una convivencia sometida a la vigilancia policial diaria", sentencia.