Beatrix Potter, la primera escritora que se hizo rica gracias al 'merchandising'
La autora revolucionó la literatura infantil con sus cuentos ilustrados y sufrió el ostracismo de la ciencia por ser mujer. es la creadora de personajes tan populares como el conejo Perico.
15 abril, 2017 01:27Noticias relacionadas
Es la creadora de uno de los personajes más famosos de la literatura infantil. Peter Rabbit (o el conejo Perico, como fue llamado en español) es sólo el mascarón de proa de un conjunto de cuentos ilustrados que, más de un siglo después de su nacimiento, siguen vendiendo dos millones de ejemplares anuales en todo el mundo. Para muchos, son un típico producto de la era victoriana. Pero, en realidad, Beatrix Potter, su creadora, se alejó del rol que por nacimiento tenía predestinado y consiguió una autonomía prácticamente inalcanzable para una mujer de su época.
Potter había nacido en 1866 en el seno de una rica familia londinense. Tan rica que, aunque su padre era nominalmente abogado, en realidad los Potter se limitaban a hacer vida social a expensas de las cuantiosas herencias que les habían correspondido. Una situación tan de privilegio, que consideraron hasta superfluo que su primogénita estudiara: con tener nannies y profesoras a domicilio, era más que suficiente. Por eso, la joven Beatrix se convirtió desde muy pequeña en una intensa autodidacta.
Lo que sí les permitieron a ella y a su hermano pequeño fue tener todo tipo de pequeños animales en sus habitaciones: conejos, ratones, pajarillos, patos... Desde muy pronto, se entretuvo dibujándolos hasta alcanzar una perfección que le permitió atrapar cada gesto y expresión, lo que le resultó muy útil cuando, tiempo después, empezó a humanizarlos, algo en lo que alcanzó un nivel compartido con muy pocos artistas. Sus estancias veraniegas en la finca familiar en Escocia le permitieron ampliar aún más la variedad de sus modelos.
Desde muy joven mostró un enorme interés por la botánica y la biología, y se convirtió en toda una autoridad en setas y hongos. De hecho, fue de las primeras en descubrir que los líquenes surgían en realidad de la simbiosis entre un alga y un hongo, y llegó a escribir un artículo sobre ello. Pero por entonces las mujeres no tenían permitido acudir a las reuniones de la prestigiosa Sociedad Lineanna, y su discurso fue leído en su lugar por un tío suyo. En la década de 1990, la propia sociedad reconoció su error y emitió una petición pública de disculpas por no haberla aceptado.
Potter mantuvo durante todo ese tiempo una relación con su editor que hubo de llevar en secreto, porque en ningún caso su padre le permitiría casarse con su editor
Mientras tanto, Beatrix creaba pequeñas historias que enviaba ilustradas en cartas destinadas a los hijos de una de sus antiguas cuidadoras, quien le animó a desarrollarlas y convertirlas en un libro. Potter siguió su consejo, y diseñó un libro pequeño, para que pudiera ser manejado sin problema por los niños, y que tuviera una gran ilustración al pasar cada página, un formato en aquel momento innovador.
No consiguió que ninguna editorial se interesara por él, hasta que finalmente se decidió a publicar una tirada reducida por sí misma. Se vendió tan rápidamente que ahora sí que interesó a una editorial regentada por tres hermanos, que pusieron al más inexperto de los tres, Norman Warne, a cargo de la edición. The Tale of Peter Rabbit (El cuento de Perico el conejo travieso) fue un descomunal éxito desde su aparición en 1902, y lo mismo sucedería con la cerca de veintena de títulos que lo seguirían. Además, Beatrix Potter fue la primera en licenciar sus personajes para la creación de todo tipo de productos: peluches, juegos de mesa y vajillas se convirtieron en hitos que multiplicaron sus beneficios.
Potter mantuvo durante todo ese tiempo una relación con su editor que hubo de llevar en secreto, porque en ningún caso su padre le permitiría casarse con alguien que tuviera que trabajar en cualquier cosa relacionada con el comercio para vivir. Cuando logró suficiente independencia financiera, ambos se comprometieron, pero él murió de forma fulminante apenas un mes después de oficializar el compromiso.
Destrozada, Beatrix invirtió gran parte del dinero obtenido por sus creaciones en comprar una serie de granjas en el Distrito de los Lagos (Lake District), donde paulatinamente la labor diaria del campo fue absorbiendo su tiempo y su atención, hasta abandonar definitivamente la escritura de sus libros. Con 47 años se casó con el abogado William Heelis, con quien viviría hasta su muerte, en 1943, en Sawrey (Lancashire). Sin hijos, dejó sus propiedades al National Trust, una gran extensión de terreno dedicada a conservar el modo de vida rural y el equilibrio con el entorno natural, una de sus grandes preocupaciones. De hecho, sus extensas fincas sirvieron de base para la creación del hoy Parque Nacional de Lake District.