Abajo el mito de las víctimas de Jack El Destripador: no eran prostitutas
- La historiadora Hallie Rubenhold indaga en la vida de las cinco mujeres que murieron a manos del misterioso criminal y derriba varias invenciones.
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¿Quién era el hombre que se escondía detrás del temido Jack El Destripador? Esa es una de las grandes cuestiones históricas que todavía no ha obtenido una respuesta unánime a pesar de todas las teorías e identidades que se han barajado: el médico Sir John Williams, un amigo personal de la reina victoria; Aaron Kosminski, un peluquero polaco emigrado en Londres; o James Maybrick, un comerciante de algodón de Liverpool que habría escrito personalmente un texto de unas 9.000 palabras en el que confesaba su culpabilidad. Ellos tres son solo algunos de los nombres que han engrosado la lista de sospechosos.
La gran mayoría de las investigaciones que han indagado en la serie de asesinatos de Whitechapel que conmocionó a la sociedad británica en 1888 se han centrado en discernir la personalidad de Jack El Destripador, su carácter y sus impulsos. Sin embargo, nadie había reparado en la vida de sus víctimas, en analizar con detalle quiénes fueron las mujeres que murieron a manos del famoso criminal. Y eso es lo que ha hecho ahora la historiadora Hallie Rubenhold.
Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly fueron las cinco mujeres asesinadas por Jack El Destripador. Si bien todas ellas han sido relacionadas con la prostitución, el libro de Rubenhold, Las cinco, pretende derribar esta teoría: no todas eran prostitutas. Al menos tres de ellas, asegura la historiadora, no eran más que chicas pertenecientes a los estamentos sociales más bajos -criadas o lavanderas- que jamás se habían dedicado a mantener relaciones sexuales a cambio de dinero.
"Eran mujeres pobres, de clase trabajadora", ha explicado Rubenhold a la prensa británica. "Había una de ellas que era de clase media. Estas mujeres se casaron y tuvieron hijos, eran madres y esposas. Cuando pasaban por momentos difíciles podían trabajar en una lavandería o como sirvientas, pero la narrativa aceptada es que las cinco eran prostitutas y que él era un asesino de prostitutas". La historiadora cree que la "fascinación" que ha levantado Jack El Destripador y el misterio de sus crímenes ha ocultado la verdadera identidad de sus víctimas.
Solo había dos de ellas, Mary Jane Kelly y Elizabeth Stride, que al parecer sí habían tenido algún tipo de relación con la prostitución, ejerciéndola de vez en cuando. Sin embargo, Rubenhold no ha podido confirmar que estas mujeres mantuviesen relaciones sexuales pagadas con Jack El Destripador esa noche o si se quedaron a solas con el asesino por otras causas.
En otra entrevista con The bookseller, la escritora ha señalado que "las historias de estas mujeres son extraordinarias y únicas, y durante casi 130 años los medios las han simplificado en exceso. Las cinco siempre han sido consideradas como el desperdicio de la sociedad: sucias, arruinadas y lamentables zorras empapadas en alcohol, pero ninguna de ellas comenzó su vida de esta manera. Sus padres y maridos eran impresores, carpinteros, ayudantes de caballeros, cocheros y soldados de la Reina. Sus hijas asistían a escuelas de pago, sus suegros eran promotores inmobiliarios. Se codeaban con la reina Victoria y con Charles Dickens. Las cinco busca restaurar a estas mujeres su humanidad y reclamar la narrativa de Jack El Destripador a favor de sus víctimas".