Hombres sanguinarios y paganos que arrasaban los territorios en los que desembarcaban para hacerse con sus riquezas. Eran bárbaros y saqueadores, mataban a mujeres y niños para infundir terror y que el miedo se propagase, pero no llevaban cuernos en el casco. A los vikingos se les ha representado tradicionalmente como salvajes sin escrúpulos cuyos emblemas más característicos son las hachas y los yelmos cornudos. Pero esta parte de la armadura se asocia a un mito erróneo que les ha acompañado a lo largo de la historia.
Estos habitantes de los pueblos escandinavos del período comprendido entre los siglos VIII y XI se internaron por Europa logrando conquistar una buena parte de Inglaterra, desembarcar en la Península Ibérica o remontar el río Sena con sus barcos, los drakkar, y poner en jaque a la ciudad de París. La serie Vikings, por ejemplo, narra con bastante precisión, algunas de sus estrategias de combate, como atacar a los cristianos cuando se encontraban en la iglesia rezando y estaban indefensos.
No solo Hollywood o dibujos como Vickie el vikingo se han encargado de representar a los vikingos como guerreros que usaban cascos con cuernos. Existen, además, algunas representaciones de la Edad de Hierro en las que aparecen figuras masculinas con barba y estos yelmos, como la pequeña placa de bronce hallada a finales del XIX en Torslunda, en la isla sueca de Öland. Sin embargo, los expertos consideran que estas cofias podrían ser utilizadas en ocasiones especiales, es decir, en rituales paganos.
La representación de los guerreros escandinavos con cuernos sobre la cabeza también fue utilizada por el compositor alemán Richard Wagner durante el ciclo de cuatro óperas de El anillo del nibelungo.
No obstante, hay varias teorías que tratan de explicar por qué los vikingos han sido representados desde sus orígenes con el caso de cuernos en la cabeza, por qué la leyenda se ha propagado sin ser desmentida. La primer tiene que ver con el relato de las víctimas, de los que sufrieron sus saqueos y la violencia. Según esta versión, los hombres del norte eran vistos como seres endemoniados. De ahí la procedencia del demoníaco atributo. Lucifer = cuernos.
Otra corriente relaciona esta caracterización con una equivocación concreta, registrada en el año 1820, cuando en un libro se ilustró a unos guerreros nórdicos con un casco con cuernos. La explicación hay que encontrarla en la corriente artística del momento, el Romanticismo, que prefería representar las cosas de forma idealizada, exagerando el carácter de fiereza, y no real. Además, no sería más difícil combatir con cascos tan incómodos?
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