En la época contemporánea ha existido un conflicto político —que aún persiste en muchos países— sobre la presencia de homosexuales en el ejército. El caso más conocido es el de Estados Unidos ya que hasta el año 2010 prohibían a los soldados expresar abiertamente su condición sexual bajo el lema Don't ask, don't tell (no preguntes, no lo digas). La regulación estadounidense del Departamento de Defensa de 1981 decía que la homosexualidad era "incompatible" con el servicio militar.
Sin embargo, la presencia de gays en el ámbito militar no es algo nuevo o desconocido hasta ahora. Hay registros que describen cómo en la época clásica hubo batallones conformados por homosexuales. En concreto, el batallón Sagrado de Tebas era una agrupación de 300 combatientes homosexuales que, además, eran pareja. Las relaciones entre personas del mismo sexo estaban aceptadas entre los griegos aunque no se trataba de una homosexualidad conocida como hoy en día; era una especie de sometimiento de un individuo con poder hacia otro —normalmente su discípulo o alumno—.
De esta manera, las parejas consistían en un miembro de mayor edad y uno más joven. La anomalía que contenía el comando se basaba en el amor que sentía el uno por el otro. "Un batallón cimentado por la amistad basada en el amor nunca se romperá y es invencible; ya que los amantes, avergonzados de no ser dignos ante la vista de sus amados y los amados ante la vista de sus amantes, deseosos se arrojan al peligro para el alivio de unos y otros", escribió Plutarco.
De acuerdo con el historiador, fue el comandante tebano Górgidas quien creó el batallón Sagrado de Tebas. Los triunfos en el campo de batalla no tardaron en llegar. En la batalla de Tegira (375 a.C.) los tebanos destruyeron las filas espartanas. Esta contienda destaca por ser la primera derrota de Esparta contra un rival numéricamente inferior —300 hoplitas tebanos consiguieron el triunfo ante casi 2.000 espartanos—.
A partir de entonces, el batallón Sagrado de Tebas se convirtió en la guardia personal de Pelópidas, político y militar de Tebas. Continuaron participando en las sucesivas guerras como en las batallas de Leuctra y de Mantinea, donde volvieron a humillar el poderío de los espartanos.
No fue hasta 33 años después de la formación del grupo militar cuando fueron vencidos por las tropas de Filipo II de Macedonia y su hijo Alejandro Magno. Frente al avance macedonio, que terminaría conquistando la península helénica, la mayoría de los soldados tebanos huyeron. La mayoría excepto el batallón formado por homosexuales, quienes lucharon hasta el final pese a su desenlace fatal. Según Plutarco, cuando Filipo vio los cuerpos amontonados y supo de quiénes se trataba, mostró sus respetos al enemigo: "Muera el hombre que sospeche que estos hombres hicieron algo inapropiadamente".