España y Francia son dos países que, pese a haber tenido unas fronteras considerablemente estáticas y homogéneas, su historia ha generado diferentes conflictos que todavía son observables en la actualidad. Por lo general, los galos siempre se han mantenido más allá de los Pirineos, mientras que la nación española ha abarcado el sur de la cordillera. Bien es conocida aquella frase surgida en el siglo XVIII en el que afirmaban que África empezaba en los Pirineos con motivo de insulto hacia los españoles.
En esta coyuntura, existe un espacio geográfico en pleno 2019 que dependiendo de la época del año lo gobiernan las autoridades francesas o españolas. Ese lugar es la isla de los Faisanes y tiene una superficie de aproximadamente 2.000 metros cuadrados. La isla está situada entre Irún y Hendaya, aunque antiguamente pertenecía a la localidad de Fuenterrabía. Durante el 1 de febrero hasta el 1 de agosto, el islote pertenece a España. El resto del año, por otra parte, es parte de Francia.
Actualmente nadie vive en el territorio compartido y la accesibilidad está limitada al transporte marítimo. Una de las características más asombrosas de la Isla de los Faisanes es que se trata del condominio más pequeño del mundo.
Una isla para firmar la paz
Los escritos se remontan hasta el imperio Romano aunque es a partir de la invasión del Reino de Navarra por parte de la Corona de Castilla en 1512 cuando la importancia del islote comienza a aumentar. Un siglo después tendría lugar uno de los conflictos más violentos de la Europa moderna: la guerra de los treinta años. Pese a que en un inicio la guerra se basaría en diferencias religiosas, a medida que los estados europeos tomaban parte en la contienda bélica, los intereses hegemónicos sobre el viejo continente se hicieron latentes.
Finalmente, en 1648 la guerra llegó a su fin tras la firma de la Paz de Westfalia. No obstante, la contienda entre España y Francia no culminó hasta el Tratado de los Pirineos de 1659. Luis de Haro, representante español, y Mazarino, un diplomático al servicio del reino de Francia se reunieron el 7 de noviembre en la Isla de los Faisanes. Tras más de una veintena de conferencias, determinaron las condiciones de la paz de ambas potencias. De todos los términos acordados destacó el matrimonio concertado entre Luis XIV con María Teresa de Austria, infanta de España.
De esta manera, el reinado de Isabel II y Napoleón III sirvió para acercar posiciones por parte de ambos países. Erigieron un monolito que tiene dos inscripciones. Una de ellas, con la mirada puesta hacia la frontera española, en castellano. La otra, mirando hacia el norte, en francés. De hecho, el mismo año que se construyó el monumento conmemorativo, en 1856, se firmaron los Tratados de Bayona para ajustar los límites temporales entre la soberanía francesa y española.
Esta histórica y a menudo desconocida isla también sirvió como punto geográfico para efectuar el intercambio de rehenes y otros eventos relacionados con la diplomacia de la corte. Así, el funcionamiento pacífico entre Francia y España se ha llevado a cabo sin interrupción a lo largo de tres siglos.