Los disturbios de Stonewall en el año 1969 fueron el desencadenante de un sinfín de manifestaciones espontáneas por todos los Estados Unidos en defensa de los derechos LGTBI. Junto a los movimientos por los derechos civiles y los actos en contra de la guerra de Vietnam, el inicio de la segunda mitad del siglo XX norteamericano se vio envuelto en una exigencia por la libertad. No obstante, hubo un precedente, casi un siglo atrás, de un hombre que reivindicó la resistencia queer. Su nombre era William Dorsey Swann.
El joven afroamericano era un esclavo que trabajaba en las plantaciones de una mujer llamada Ann Murray en Maryland. No lograría la libertad hasta que una vez finalizada la Guerra de Secesión la esclavitud fuera abolida definitivamente. Pero la libertad jurídica no implicaba la libertad para mostrar públicamente su verdadera personalidad y sus aficiones, por lo que se vio obligado a llevarlas a cabo en secreto.
El 13 de abril de 1888, apenas dos décadas después de que se aboliera definitivamente la esclavitud en los Estados Unidos, trece hombres negros vestidos como mujeres fueron arrestados mientras cenaban por la policía en la ciudad de Washington. Casi otra docena logró escapar y fue, en gran parte, gracias a la valentía de William Dorsey Swann, quien se enfrentó al teniente al grito de "¡No eres un caballero!". Aquella reyerta entre el hombre que llevaba un vestido color crema y el policía se convirtió en el primer caso de resistencia por los derechos LGTBI en Estados Unidos.
Channing Gerard Joseph, quien lleva estudiando y analizando este caso desde hace 15 años, afirma que la prensa de la época calificó el suceso perpetuado como un acto de una minoría de "frikis". Este suceso, sin embargo, no era un caso aislado. Swann realizaba recurrentemente fiestas nocturnas donde tanto él como sus invitados se travestían de mujeres. Tampoco era la primera vez que la policía organizaba una redada de este tipo. Un año antes The Washington Critic narraba cómo "seis hombres de color, vestidos con un elegante atuendo femenino, fueron procesados".
El defensor queer había sido detenido en el pasado por robar platos, cubiertos y otros suministros para fiestas. Lo que en aquel momento desconocían los agentes era que aquellos artículos festivos serían utilizados para las primeras fiestas drag en pleno siglo XIX.
"Pervertidos sexuales"
Los que no pudieron huir de la policía aparecieron al día siguiente en todos los periódicos locales, por lo que Swann y sus compañeros se convirtieron en objeto de burla y escarnio público por una ciudadanía estadounidense que no comprendía lo que sucedía. En el siglo XIX no existían términos como "transgénero" o "travesti" y diferentes doctores y psiquiatras hablaban de "lascivos pervertidos sexuales" que se disfrazaban de mujer.
Ya en 1900, después de que Swann se retirara de los espectáculos nocturnos, su hermano pequeño Daniel continuó con la tradición. De hecho, sería él quien proporcionaría disfraces a la comunidad drag durante cinco décadas. De esta manera, lo que un antiguo esclavo había iniciado a finales del siglo XIX sería el punto de partida de la cultura drag de los Estados Unidos.