Una jornada de ornitología en la región del Este de Inglaterra ha desembocado en el mayor descubrimiento de monedas de oro celtas de Reino Unido. Un hombre de unos cincuenta años y cuya identidad no ha sido revelada salió al campo el pasado mes de septiembre para dar un paseo y observar a las aves. La caminata resultó en el hallazgo de unas 1.300 piezas datadas entre los años 40 y 50 d.C., durante los primeros compases de la conquista romana de Britania, y valoradas en 800.000 libras.
Las acuñaciones fueron descubiertas de manera fortuita. El protagonista estaba siguiendo el vuelo de un buitre con sus prismáticos cuando identificó un destello en un campo recién arado. Tras limpiar la tierra y la suciedad del pequeño objeto, resultó ser una moneda de oro de hace 2.000 años. Al desenterrar otra de las mismas condiciones, corrió hasta su casa en busca de su detector de metales para sondear la zona. Varias horas después había llenado dos carros de supermercado.
Así lo ha narrado a la revista Treasure Hunting: "Aunque soy un entusiasta de los detectores, aquella tarde estaba contemplando a los pájaros. Vi una pelea entre un buitre y un par de urracas y luego me sorprendió algo en la tierra arada del borde de un campo. Al principio pensé que era una arandela vieja, pero tras frotarla y palpar su grosor me di cuenta de que era una hermosa moneda de oro celta. Me tuve que sentar en el suelo en estado de shock".
El sondeo con el detector de metales arrojó una señal "muy fuerte" y empezó a excavar. A medio metro de profundidad halló lo que en un principio parecía un brazalete de cobre, pero se trataba más bien de la parte superior de una jarra o una urna que habría conservado las piezas de oro. "Al levantarla suavemente cayó una cascada de monedas, una escena que no olvidaré nunca", ha señalado el hombre, que trabaja como jardinero. "Tuve que sentarme de nuevo para recuperar el aliento. Solo había salido a dar un paseo y encontré un tesoro celta".
Las acuñaciones las transportó hasta su casa dentro de dos grandes bolsas de plástico y ayudado de un par de carritos del supermercado. Nada más llegar, dio cuenta del hallazgo en la oficina local del gobierno. Ahora, en función de los procesos recogidos en la ley Teasure Act de 1996, el afortunado hombre deberá entregar las monedas a un museo por un precio fijo —que deberá compartir con el propietario del terreno— o, por el contrario, se las podrá quedar, informa la prensa británica.
Según las primeras estimaciones, los expertos calculan que cada moneda está valorada en hasta 650£ (unos 700 euros). Aunque están datadas entre 40-50 d.C., esos primeros análisis apuntan a que podrían ser un ocultamiento de la rebelión de Boudica, la reina de los icenos que se sublevó contra el dominio romano entre 60-61, durante el reinado del emperador Nerón. Es decir, sería una suerte de "cofre de guerra" para las operaciones bélicas desarrolladas en el este de Britania.
Es el mayor tesoro de monedas celtas documentado hasta ahora en Reino Unido, de superiores dimensiones al encontrado en 2008 en Wickham Market, Suffolk, al noreste de Londres, compuesto de 850 piezas. "Es un descubrimiento impresionante", ha señalado Julian Evan-Hart, editor de la revista Treasure Hunting. "Las monedas constituyen una contribución sustancial, si no enorme, a nuestro conocimiento numismático académico y, sin duda, estarán sujetas a muchas investigaciones en los próximos años".