El pasado 17 de diciembre comenzaba la búsqueda de los restos del dramaturgo Pedro Calderón de la Barca mediante la tecnología del georradar en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores (Madrid) en la que estarían inhumados, según aseguró un sacerdote en su lecho de muerte. Ahora, la cesión de un cofre con la llave de la arqueta funeraria del autor de La vida es sueño puede ser clave en la investigación.
"Se trata de una elegante arqueta de madera noble de veintitrés centímetros coronada con la cruz de la Orden de Santiago -a la que perteneció Calderón-, y con unas inscripciones laterales prácticamente ilegibles que aluden al primer traslado de los restos", explica en un comunicado la Universidad CEU San Pablo. Pablo Sánchez Garrido, profesor del centro, es el encargado de liderar el grupo que busca los restos de Calderón de la Barca.
Este cofre, que sin duda representa un gran avance para los integrantes del proyecto, se encontraba en manos de la actual condesa del Asalto, doña Teresa Morenés y Urquijo, quien ha prestado el objeto al equipo científico de la CEU USP para su investigación. Teresa es descendiente directa de Fernanda García Alesón, Condesa del Asalto, y la persona que ha ostentado este título siempre ha estado presente como representante oficial de los descendientes del insigne escritor en varias de sus exhumaciones.
Hasta hoy, no se conocía el estado del cofre que esconde la llave de la arqueta funeraria del autor. No existían fotografías ni documentación sobre la llave. Solo se sabía que había desaparecido durante la Guerra Civil.
Joyas recuperadas
No obstante, gracias a un recurso englobado en el Ministerio de Educación entre 1968 y 1974, se intentó recuperar todos los objetos robados, incautados y perdidos a lo largo del conflicto. En este sentido, tal y como explica Sánchez Garrido a EL ESPAÑOL, a través de la Marquesa de Argüeso se devolvió a la familia el cofre junto a otros objetos que habían sido robados durante los años 1936 y 1939.
Entre estos objetos también se encuentra un nuevo retrato de Calderón de la Barca. Según destaca Sánchez Garrido, el cuadro está aún en proceso de identificación y datación. Sin embargo, nada tan valioso como el cofre que guarda la llave de su urna. En cuanto esta aparezca, solo habría que introducir la llave en la arqueta para que esta se abriera.
La arqueta, de bronce y caoba, es perfectamente reconocible aunque el profesor matiza que la identificación "más fidedigna" sería realizar una prueba genética con sus restos y compararlos con el dedo del dramaturgo que se conserva en el Institut del Teatre de Barcelona desde 1923.
Mientras tanto, a la vez que esta cesión por parte de la Condesa se convierte en un gran paso para encontrar a Calderón, el proyecto emprendido por la Universidad CEU San Pablo sigue avanzando para finalizar con esta ardua búsqueda de uno de los dramaturgos más importantes de la historia de España.