Un tesoro de más de 5.000 monedas romanas de plata ha sido descubierto cerca de la ciudad de Augsburgo, una de las más antiguas de Alemania, en el lecho del río Wertach. Los arqueólogos todavía trabajan en la identificación del lote que se ha convertido en el mayor conjunto numismático encontrado hasta ahora en la región de Baviera. Las piezas están datadas entre los siglos I y III d.C., entre los gobiernos del emperador Nerón y de Septimio Severo, las fechas aproximadas que los expertos manejan como la del enterramiento del hallazgo.
Los denarios fueron acuñados en uno de los momentos de mayor expansión del Imperio, con sus divisas llegando a todos los rincones de su territorio. "Es probable que el lugar del enterramiento quedase inundado en los siglos siguientes por las aguas del río Wertach, diseminando las monedas por su lecho", ha explicado el profesor Stefan Krmnicek, uno de los expertos que trabajan en su identificación, al portal Live Science.
"La principal hipótesis es que fueron escondidas a principios del siglo III a las afueras de la ciudad de Augusta Vindelicum, cerca de la Via Claudia Augusta, la calzada romana que conectaba la población", ha señalado Krmnicek. La capital romana de la provincia de Raetia gozó de cierto estatus castrense y económico en su momento por su localización privilegiada.
Para poder entender la magnitud del conjunto, el total de las monedas sería equivalente a 11 o 15 veces el salario común de un soldado. Un tesoro de gran valor y cuya procedencia sigue siendo un misterio para el equipo de Sebastian Gairhos, director del servicio de arqueología de la ciudad alemana y encargado de la investigación. Ningún otro artefacto o documento fue desenterrado junto con las monedas, lo que aporta aún menos indicios a los investigadores. Las primeras conjeturas apuntarían a que fueron enterradas por una persona perteneciente a una clase social privilegiada, probablemente de origen militar o relacionada con el comercio.
Anteriores excavaciones en la zona desvelaron objetos, utensilios y armas que podrían haber pertenecido a los primeros pobladores de Augusta Vindelicum, incluidas mujeres, lo que demostraría que se trataba de una población asentada ya en el siglo III en el país germano. En junio de este mismo año, la ciudad anunciaba que la historia de Augsburgo se remontaba más de 1.700 años atrás, convirtiéndose en la población más antigua de la región de Baviera.
Sus habitantes provenían de Hispania, Galia y la península itálica, y durante siglos fue un importante baluarte militar. La provincia de Raetia además conectaba con dos importantes calzadas, una hacia el Danubio y la otra entre Galia y los montes Balcanes. La puerta de entrada de los principales itinerarios que los invasores del norte podían tomar hacia el corazón del Imperio, y un importante punto de conexión de varias rutas comerciales.