Ni Francia es ya tan Charlie ni Touts sommes France: ahora el activismo del país se concentra en #JeSuisCirconflexe para enfrentar la decisión de la Academia Francesa de "arreglar las anomalías" del idioma y echar por tierra el acento circunflejo, tal y como ha señalado hoy viernes The Guardian. Son puristas cabreados y hacen mucho ruido.
Ese tejadito extraño que caía sobre algunas vocales, ese sombrero loco, como de fiesta de cumpleaños, está llamado a perderse. Hasta 2.000 palabras en francés van a cambiar en la próxima edición de los libros de texto de primaria y así lo ha anunciado la Asociación de Editores del país, secundada por el Ministerio de Educación.
"Yo creía que la Academia Francesa existía para evitar cosas como ésta", dice el usuario de Twitter Paul Tucknott. "¡Solidaridad con el circunflejo!", pide Swami Petaramesh. "Entonces, ¿este emoticono será también suprimido (^_^)?", pregunta Malio Jaune Attend. "Lamentable", braman unos. "La votación para eliminar el acento circunflejo de más de 2.000 palabras es un tachón horrible a la historia lingüística", apunta Keenan Noller.
La reforma no es radical: el acento circunflejo será opcional para muchas palabras, pero los puristas se aferran a él y se han puesto en guerra
Sin embargo, aunque la reforma no es radical -el circunflejo será opcional para muchas palabras- la lengua abre más sus carnes y también otros términos podrán escribirse de varias formas. Por ejemplo, "cebolla", que hasta ahora era "oignon", será aceptable como "ognon". A los románticos lingüísticos les sangran los ojos. Son la versión francesa de los nostálgicos españoles de la tilde del "sólo" y los que arquean las cejas con incorporaciones al diccionario como "amigovio".
Y en ellos han encontrado una hermandad, una llamada a la resistencia. También en Twitter, el hispano Edwin Trinidad se lo toma con humor "Jajaja, no puedo más. Estúpida norma ortográfica", escribe, apoyando la moción francesa. "Pero con lo bonito que es el acento circunflejo...", se solidariza Maite Valadez. "Ese triangulito era hermoso", dice Ingrid García. "Y cuando podía decir que sabía escribir los acentos en francés... ¡¡los cambian!!", tuitea, escandalizada, Nieve Rojas.
Twitter arde
La guerra es instintiva pero extraña, porque esta norma de ortografía fue implantada originariamente en 1990. Desde entonces, las dos versiones han sido aceptadas, pero el formato nuevo sólo ha asomado en los documentos oficiales en los últimos años. La reforma era soberbia: el Boletín Oficial de 2015 de nuevos planes de estudio para la enseñanza escolar llegó a referirse a las modificaciones del 90 como el "estándar de oro" del aprendizaje ortográfico.
Lo único nuevo, en realidad, es que el cambio de 1990 se ha hecho por fin explícito en los libros de texto
Lo único nuevo, en realidad, es que el cambio se ha hecho por fin explícito en los libros de texto, pero es especialmente significativo ya que esta inclusión afectará a la concepción del idioma de las generaciones venideras. "Eres un viejo si has conocido "gâteau", "hôtel", "être" y "même", repudia la tuitera Miru. "Ah, no, no, me niego a escribir 'la Belle et Bête', sin acento", explica Jacqueline Fox.
Las autoridades lingüísticas lo justifican recordando que su pretensión es corregir las anomalías y las incoherencias del idioma: los guiones vienen, los guiones van, se elimina la circunfleja de la "i" y de la "u" porque el acento no aporta nada y, encima, es uno de los principales errores que se comete. "Weekend" será aceptado como "fin de semana", herencia anglosajona, pero, en el lado opuesto, la palabra "líder" se refuerza como francesa al ser "leadeur" la forma recomendada.
¿Es la lengua un ser vivo?
¿Qué es lo correcto en cuestiones lingüísticas? ¿Se debe escribir como se habla? ¿Pertenece la lengua a los vaivenes culturales y sociales de un pueblo o debe responder a cuestiones más estáticas y ortodoxas? ¿Quién pare la lengua, la Academia o la gente? Sea como sea, los cambios están sobre la mesa. "RIP, petit accent", llora icónicamente el tuitero Franck G. Y habrá que llorar, porque "entrenar" (hasta ahora, "s'entraîner"), también perderá el circunflejo, igual que "maestra", "costo", "aparecer" y "ciempiés". Adiós también a la "billetera" y a las "tardes" como las conocían los franceses. Bon voyage.
Hay opiniones para todos los gustos, o, más bien, diferentes concepciones. Muchos usuarios de Twitter se aferran y aseguran que seguirán usando la circunfleja para cuestionar a los que no lo hacen. "Lo que es sorprendente es que estemos sorprendidos", replica Michel Lussault, presidente de la Junta del Plan de Estudios. "Las anomalías ortográficas estaban vinculadas a cambios históricos, por eso esta reforma es comprensible". Más: denominó al cambio "limpieza". Barrido de viejos recursos. ¿Es la lengua un ser vivo, como remarcó en 1990 el ya fallecido académico francés Maurice Druon?