Payam Feili es un poeta iraní y homosexual confeso. Ninguna de sus dos características principales -la que rige su vocación y la que rige su sexualidad- resulta cómoda al gobierno de su país natal. Para asumirlas es necesaria una libertad que Irán no conoce. Feili huyó de allí el año pasado rumbo a Turquía. Las autoridades iraníes lo habían bautizado como "un cáncer" y habían pedido su cabeza, llegando a amenazar de muerte hasta a su familia: la persecución se originó por su inclinación, claro, pero tampoco gustó el contenido de sus poemas. El joven de 30 años ha escrito nueve libros y en muchos de ellos habla abiertamente de la tendencia homosexual, tal y como ha informado Times of Israel.
En el Irán de los ayatolás, ser homosexual o transexual no es una cuestión que tratar: es un problema de vida corta. Se margina, se extirpa, se pena directamente con la muerte. En la República Islámica, la homosexualidad también es crimen, pero al transexual "sólo" se le considera un ser defectuoso que debe ser redirigido: las operaciones de cambio de sexo están legalizadas desde 1980 -dentro del retraso, es una medida inaudita en el entorno islámico-. Eso sí: o cirugía, o pena de muerte. No hay tiempo para procesos internos.
El joven de 30 años ha escrito nueve libros y en muchos de ellos habla abiertamente de la cuestión homosexual
El colectivo homosexual se encuentra sometido a continuas presiones: se cambia de sexo como estipula la ley -fingiéndose transexual-, huye del país o será eliminado del mapa. Las organizaciones en defensa de los Derechos Humanos estiman que más de 4.000 homosexuales han sido ejecutados desde la revolución islámica. Es célebre la frase del ex presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, que aseguró durante una estancia en la Universidad de Columbia de Nueva York en 2007 que "en Irán no tenemos homosexuales como aquí".
Tatuaje de la estrella de David
Tras su exilio en Turquía, Feili viajó a Israel a finales de 2015 para participar en una convocatoria poética con su trabajo Creceré, daré frutos.., un texto que se convirtió en pieza teatral en Tel Aviv una vez traducido al hebreo. La temática aborda el amor entre dos soldados que lucharon en la guerra entre Irán e Irak desde 1980 a 1988. Feili ama Israel. Quiere quedarse allí. Su fascinación se remonta a cuando era niño y veía películas sobre el Holocausto.
Luego empezó a investigar sobre la Torá y ahora tiene una estrella de David tatuada en el cuello. "Sé que esto va a despertar curiosidad en la gente y que les parecerá extraño, pero me encanta la forma. Sé que es un símbolo israelí y judío, pero, desde mi punto de vista, no hay ninguna relación entre este tatuaje y la religión", aseguró a Canal 10.
Israel está barajando la posibilidad de acogerle, aunque el gobierno se muestra molesto porque Feili haya entrado en el país como visitante y quiera quedarse como residente
Según un informe publicado en la página web de Al Bawaba -un medio jordano-, Feili ha solicitado oficialmente asilo a las autoridades israelíes por el peligro que volver a Irán representa para su vida. Su visado de tres meses -el propio de visitante- está a punto de caducar. El informe señala que, aunque el gobierno no está contento con su intención de quedarse como residente después de entrar en el país como turista, se muestra cercano a aprobar su solicitud debido a lo extremo de su situación. Aún no hay más respuestas.