Nórdicos, mujeres, afroamericanos, latinos, gais… las minorías han ido encontrando, poco a poco, su hueco en el mundo del cómic, pero había pasos que no se habían dado en las viñetas. Todavía no existía una superheroína transgénero. Hasta ahora, que ha llegado Chalice para demostrar que las novelas gráficas apuestan por la igualdad. Había habido transexuales en papeles pequeños en alguna historieta popular, pero nunca les habían otorgado el protagonismo que merecían.
Ocurrirá en Alters, la historia escrita por Paul Jenkins, uno de los guionistas veteranos de la casa Marvel, que ha sido el encargado de dar vida a esta mujer con una mutación que le otorga habilidades especiales. Una nueva versión de los X-Men de la mano de un autor que ya había escrito aventuras para El increíble Hulk, Spider Man y Lobezno. Los dibujos serán obra de Leila Leiz, con colores de Tamra Bonvillain.
Chalice será la historia principal, aunque existirán otros personajes con mutaciones. Todos ellos vivirán en un futuro cercano en el que los que tienen habilidades especiales serán perseguidos. Chalice tendrá que afrontar su paso de hombre a mujer a la vez que empezar a controlar su nuevo poder, que reside en la manipulación de la gravedad. La compañía AfterShock Cómics es la responsable de esta historieta que llegará a EEUU la primera semana de septiembre y que pretende ser una revolución en el mercado editorial de cómics. En un mundo en el que Los vengadores arrasan con todo y donde las pocas mujeres que hay son heterosexuales, Alters es un soplo de aire fresco y un hito en la lucha de los derechos LGTB.
Su escritor cree que Chalice “será un personaje muy popular”. “Vive como Charlie Young, el hermando mediano de su familia, que está preocupado porque su transición hacia una mujer pueda afectar a su familia. Sus padres tienen un hijo con parálisis cerebral y ella ha tomado la decisión de comenzar con su terapia hormonal, pero espera el momento adecuado para contárselo”, explica el creador en The Guardian.
Jenkins también aclara que, aunque Chalice será el personaje central y su arco el más importante, habrá otros muchos protagonistas y otras tantas historias que no tendrán que ver con el colectivo gay. “Quiero dejar claro que nuestro libro no está centrado sólo en el LGTB. Tenemos otros 'Alters' que están en condiciones de inferioridad o que están siendo marginados. Hay un personaje que es un mendigo, otro con Trastorno por estrés postraumático y muchos más”, explica al medio.
Nuestro equipo tiene un origen de diferentes etnias, géneros y orientaciones sexuales, así que creo que este cómic será importante para varias comunidades a las que esperamos llegar
La compañía AfterSchocks lleva poco tiempo en el mercado, pero con Alters han encontrado la forma de llamar la atención de la industria y del público. La clave: rodearse de gente con experiencia en el mundo del cómic. Su director, Mike Marts, se formó en Marvel, igual que lo hizo Joe Pruett, otro de sus mandamases. Entre su equipo creativo destacan nombres como Garth Ennis, Ray Fawkes o los propios creadores de este revolucionario Alters.
No es la primera vez que Paul Jenkins ha tratado diferentes opciones sexuales en sus historietas. También lo hizo en otra serie sobre mutantes, Los inhumanos de Marvel. Si allí no se atrevió (o no pudo) dar el protagonismo a un transexual, ahora desde AfterShock ha dado el paso definitivo, algo que para él ha sido una evolución natural. “Nuestro equipo tiene un origen de diferentes etnias, géneros y orientaciones sexuales, así que creo que este cómic será importante para varias comunidades a las que esperamos llegar. Cada uno de mis guiones se los he mandado al menos a tres personas transgénero para asegurarme de que no decía nada incorrecto y que mi aproximación era realista. Me ha ayudado mucho que nuestra responsable del color, Tamra Bonvillain, sea una mujer transgénero”, explicó también al periódico británico.
Ahora la pelota está en el lado del cine, que todavía no ha incluido a un héroe que no sea heterosexual en sus adaptaciones comiqueras. Ni siquiera el irreverente Deadpool lo ha hecho. Y ya no hablamos sólo de personajes transgénero, ni siquiera los homosexuales han cruzado la barrera de protagonizar (o tener un papel secundario) en una superproducción hollywoodiense. Las viñetas han vuelto a ganar al séptimo arte.