El premio a la Traducción se dio en cinco minutos, unánime y sin el presidente del Jurado
José Marco, Director General del Libro, abandonó las deliberaciones por otros asuntos. La Real Academia de la Lengua Vasca "lamenta que la lengua vasca se quede sin su reconocimiento".
4 noviembre, 2016 11:33Minuto uno de la nueva legislatura con viejos conocidos y patinazo de la Secretaría de Estado de Cultura, en la concesión del Premio Nacional a la Mejor Traducción a la labor de Luis Baraiazarra, que ha pasado del castellano al euskera las obras completas de Santa Teresa de Jesús. A las dos horas de la concesión pública, José Marco, Director General de Política e Industrias Culturales del Libro, llamaba al premiado de nuevo para negarle el galardón con el que le felicitaba por “ser la primera ocasión que una obra traducida del castellano al vasco es distinguida” con este premio.
El Ministerio no la excluyó en ningún momento y desde el inicio de la selección consideraron que la obra era susceptible de ser premiada
José Marco también actuó en las deliberaciones como presidente del Jurado de los dos galardones de la disciplina que se concedieron. Junto al fracasado de Baraiazarra, el de Ramón Buenaventura como Premio Nacional a la Obra de un Traductor. No ha habido comunicado oficial y no lo habrá, tal y como informa el gabinete de prensa de la Secretaría a este periódico, dando explicaciones sobre el error, aunque asumen el fallo. Tampoco las fuentes oficiales del organismo que mancha la vuelta de Íñigo Méndez de Vigo como ministro de Educación, Cultura y Deporte, quieren confirmar si José Marco estaba presente, como presidente del Jurado, cuando se otorgó el premio.
Este periódico ha podido confirmar que Marco abandonó las deliberaciones del segundo Premio, el fracasado, al inicio del mismo. “Durante la primera deliberación estuvo entera, pero en la segunda se marchó. Dijo que tenía un acto en el Círculo de Bellas Artes”, dice uno de los miembros del Jurado contactado por este periódico. La agenda de los Premios Nacionales se marca con meses de antelación y son los galardones más importantes del organismo.
En su lugar, se quedó al mando Mónica Fernández, subdirectora general de Promoción del Libro, que tampoco se percató de la infracción: explican que no es una obra escrita originalmente en lengua extranjera, como se especifica en las mismas. La Secretaría de Estado asegura que es un fallo de origen, porque “la obra no se ajustaba a las bases”.
Transparencia cero
Sin embargo, el presidente del Jurado no se percató en la selección de las obras candidatas y permitió que Idazlan guztiak siguiera adelante en el proceso, salvando hasta tres votaciones, en las que él ya no estaba presente. Desde la Secretaría se niegan a relatar el desarrollo de la votación, porque “es como si contáramos las deliberaciones de un Consejo de Ministros”. EL ESPAÑOL ha podido saber que, mientras la decisión de Ramón Buenaventura fue muy reñida y había al menos 12 candidatos, en el caso del premio para Baraiazarra fue casi unánime.
No hizo falta llegar a una cuarta votación, porque el consenso fue absoluto, con siete votos a favor
El voto inicial se concentró en cuatro candidatos, que pasaron a una segunda votación con tres finalistas. “No hizo falta llegar a una cuarta votación, porque el consenso fue absoluto, con siete votos a favor”, cuenta otro de los miembros del Jurado compuesto por nueve. “La votación estaba tan clara que duró cinco minutos. Nadie se opuso. Los miembros deberíamos haber leído mejor las bases, pero la Secretaría debería haber cribado las obras que no cumplían con las bases del Premio”, alega la misma fuente.
La obra fue presentada por la Real Academia de la Lengua Vasca, que defendió la obra por la magnitud de la empresa. “La Academia vasca lo defendió muy bien, leyó partes de la traducción al euskera y aseguró que estaba emocionado porque era la primera vez que se premiaba a una obra en euskera”, explican las fuentes consultadas.
Seguiremos insistiendo en que la lengua vasca sea reconocida como una lengua con entidad propia
El representante de la Academia fue Andrés Urrutia, jurista y notario, que explica a este periódico su malestar, a pesar de no haber recibido ningún comunicado de la Secretaría de Estado de Cultura. “Lamentamos que la lengua vasca y su entorno cultural se quede sin su reconocimiento. Pero seguiremos insistiendo en que la lengua vasca sea reconocida como una lengua con entidad propia”, explica a este periódico.
Recurso en marcha
Urrutia prefiere no interpretar la decisión del Ministerio hasta que no se lo expliquen. Sin embargo, reconoce que “la situación lingüística de las dos lenguas es diferente”. “Entendemos que una lengua puede ser extranjera por su diferencia política o por su diferencia cultural. Necesito saber la interpretación del Ministerio para saber si Idazlan guztiak se adapta a las bases o no. Si no las aceptamos valoraremos la posibilidad de presentar un recurso”, manifiesta Urrutia.
“El Ministerio no la excluyó en ningún momento y desde el inicio de la selección consideraron que la obra era susceptible de ser premiada. Conocemos las bases, están publicadas en el BOE y no es la primera vez que presentamos una obra de similares características”, añade. La Secretaría de Cultura asegura que ya está en marcha la convocatoria del nuevo jurado para conceder el premio, a la segunda.
Méndez de Vigo ha sido preguntado por esta cuestión en su estreno en la portavocía del Gobierno y lo ha calificado como "una serie de despistes", ha añadido que todavía "no he firmado" la propuesta del premio que tendrá que ser concedido de nuevo.