"El arte de escribir no se compra con dinero", les ha dicho el secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, a los 19 chavales de segundo de Bachillerato que han participado hoy en el XVII Concurso Hispanoamericano de Ortografía. Los chicos no se han dejado achantar por la loca burbuja tecnológica y sus exigencias: 140 caracteres para un tuit, iconos que expresan una gama reducida pero veloz de emociones, confesiones ágiles por whatsapp, declaraciones de amor a golpe de "tq"... "Me gusta la ortografía pero tampoco voy con el diccionario debajo del brazo", ha señalado José Antonio Ortega, alumno del instituto público Algazul de Roquetas del Mar (Almería) y ganador del concurso.
El joven se mostraba feliz mientras se atusaba levemente su peinado rollo mohicano. Cuenta que ha pasado "nervios" durante las más de dos horas de pruebas eliminatorias, pero recalca que se ha tomado el concurso con "mucha seriedad". No sabe ni qué hará con tanto dinero: ¡1.000 euros de premio! Con todo, no se ve preparado para presentarse a Pasapalabra. "Ni podemos ni debemos perder la capacidad natural de escribir con corrección o de leer y comprender un texto complejo", ha recalcado Marcial Marín. ¿Y tú? En una pequeña muestra del examen, ¿cuántas preguntas bien habrías sacado?
Noticias relacionadas
- Francia autoriza a menores de 18 años películas con escenas de sexo explícito
- El negocio de Javier Cercas: el marketing de la memoria (histórica)
- Israel Elejalde: “Los actores tenemos que ser molestos con el poder”
- Por qué los filósofos de Podemos abandonan a Pablo Iglesias
- Muere el filósofo Tzvetan Tódorov a los 77 años