¿Hay alguien que no sea capaz de tararear Hotel California de los Eagles? El single que vio la luz en 1977 forma parte de la leyenda del rock. Sus compases melancólicos y el quejido del vocalista Don Henley atraen como un canto de sirena, igual que las luces que llevan al anónimo narrador a entrar en el hotel más misterioso y onírico.
Entre las guitarras que nos acompañan en el viaje está la de Glenn Frey. La inquietante poesía de su letra que se va desentrañando en nuestra mente por poco inglés que sepamos, también.
Hotel California, el primer single del álbum del mismo nombre, salió a la venta en Febrero de 1977. La escribieron mano a mano Frey y Henley mientras Don Felder, el guitarrista principal, ponía la música. El éxito fue inmediato. En mayo ya llegaba a lo alto del Billboard y un año después recibía el Grammy al disco del año.
Parte de esta fascinación inmediata proviene de la letra. ¿Qué lugar es este en el que puedes "hacer check-in cuando quieras, pero nunca puedes marcharte?". Las teorías de los fans han discurrido por los más variados derroteros a lo largo de los años. Hay quien ha visto una alegoría de las drogas, indicada por el "cálido olor a colitas", en referencia a un término mexicano para la mariahuana, de la que se habla al principio.
Esta es la interpretación más cercana a la lectura manifiesta de la banda: Henley la definió como un viaje "de la inocencia a la experiencia", de un grupo de músicos novatos que aún recuerdan el impacto que les causaron las luces de Los Ángeles al llegar, y su inmersión en el "vientre oscuro" de los excesos de la época. Pero hay teorías para todos los gustos: que el "Hotel California" es en realidad un psiquiátrico, que sus habitantes son caníbales, o que se trata de una metáfora del cáncer.
Pero como tantas otras bandas como Led Zeppelin o los Rolling Stones que han hecho gala de unas letras intencionadamente oscuras, fans y detractores por igual se han devanado buscando los sesos buscando indicios de satanismo. Después de todo, la canción hace referencia a "matar a una bestia"...
La prueba más delirante de esta teoría se encuentra en la portada del disco. Fue tomada en el Beverly Hills Hotel y muestra a la banda junto a un grupo de personas en el patio. En lo alto de la galería hay una persona asomada entre tinieblas, su rostro oscurecido por una melena. A algunos les llegó a parecer que lucía perilla. ¿Quién era esa persona? Según esta teoría se trata de Anton LaVey, autor, artista ambulante y fundador de la Iglesia de Satán en California. Asunto resuelto: LaVey estaría supervisando desde las sombras el mensaje luciferino de la canción.
Lástima que la realidad sea más prosaica: el fotógrafo que realizó la portada explicó tiempo después que la silueta pertenecía a una mujer a la que contrataron para la toma colectiva. También desmintió otro rumor: que se tratara de un fantasma.
Una batalla librada hasta el final
Glenn Frey ha fallecido en Nueva York por una complicación de varias enfermedades que sufría, incluyendo neumonía, artritis reumatoide y colitis ulcerosa aguda, ha comunicado su familia, que asegura que el músico murió después de luchar "una valiente batalla en las últimas semanas" contra sus problemas de salud. Los cofundadores de la banda Don Henley y Bernie Leadon firman también el comunicado.
También está firmado por el guitarrista Joe Walsh, que se sumó al grupo en 1976, en la época dorada del conjunto. La banda se mantuvo activa hasta su disolución, en 1980, aunque reapareció en 1994 con un nuevo álbum, y se ha mantenido activa hasta ahora, integrada por Walsh y Henley entre otros músicos.
Glenn Frey se desligó recientemente por los problemas de salud que sufría. De hecho, él y Henley han sido las figuras que han tenido una participación más continuada en el conjunto, tanto desde sus inicios como desde su reaparición. Los Eagles han logrado seis premios Grammy.