Es lunes Santo en Chueca: un solo domingo no basta para expiar los pecados del fin de semana y la Iglesia de San Antón rebosa feligreses, periodistas y puristas de Camilo Sesto, que va a presentar el hit Padre nuestro cantado a dúo con el Papa Francisco. La verbena posible bajo la mirada estupefacta de Dios. Flashes. Una breve alfombra roja. Exceso de colonia en las bancas del templito, como en las bodas de pueblo. Algunas devotas se pelean con los tipos de seguridad para alcanzar los primeros asientos reservados. Si no fuera por la laca, el bolso bajo el brazo y el carmín sin brillo, bien podrían pasar por fans de Justin Bieber. La huella de tu canto echó raíces, Melina.
Es difícil entender de dónde viene la expectación cuando en un guateque chocan tantas corrientes de fe. El Papa musicalizado, la oración hecha tonadilla, Camilo con el gesto en cera, como el Michael Jackson ibérico, mutando el color de la carne humana en plástico fulgente. Una vez fue un Jesucristo Superstar poderoso: la ópera rock le sueña con su vieja toga, levantando dos dedos suaves para hacer calar la palabra del Padre, llenando pósters y haciendo del Nuevo Testamento una emoción húmeda. Ahora la historia es otra: la versión en español de una canción extraída del musical Il Primo Papa, para la que el Vaticano ha autorizado que se incluya un extracto de la primera oración con la que el Papa Francisco se dirigió al mundo al tercer día de asumir su pontificado.
Mesías con pelazo
Camilo Sesto -que se llama a sí mismo "tremendamente religioso"- llega al altar en silla de ruedas por un mal golpe en la cadera de hace 15 días. Hace acopio de fuerzas para ponerse dos segundos en pie a saludar y los asistentes estallan en vítores. "Ése ya le ha cogido miedo a andar. Normal. Yo me caí bajando las escaleras y me rompí los tobillos, y ahora voy siempre muy agarrada", le dice una señora a su comadre. Todo es frágil en esa parroquia sobria, hasta las lámparas de araña que penden sobre nuestras cabezas sustentas por hilos muy finos. El Padre Ángel, que oficia la ceremonia, explica que el Padrenuestro hace una llamada al "pan y al cariño" y cuenta que, siendo muy joven, fue desde Asturias a Madrid a ver a Sesto confundiéndose con un mesías con pelazo.
Dice Camilo que el Padrenuestro no hay que "recitarlo de carrerilla" ni que hay que invocarlo sólo "cuando se quiera pedir algo"
"Pan, justicia y perdón para todos", hace hincapié el cura. "Especialmente ahora, que se acerca la fecha en la que Jesús nace en un cajero, debajo de un puente. Hoy está sonriendo". Dice Camilo que el Padrenuestro no hay que "recitarlo de carrerilla" ni que hay que invocarlo sólo "cuando se quiera pedir algo": "Porque hay quien lo usa sólo para pedir, y no, muchas veces no hay que pedir nada", subraya. "No hay hijo que no se sienta representado por esta oración. No hay quien no piense en la gente que ama cuando la dice. No hay quien no sienta que se le está perdonando por algo que incluso no ha hecho". Sesto gasta en directo voz entrecortada -qué maravilla no harán los arreglos en producción musical- y viste un traje blanco efecto espíritu santo. La pureza, el rayo de luz sobre la cara y las cirugías dan la sensación de que Camilo es ya virgen en ascensión.
Hit a playback
Por fin escuchamos la coplita. La primera vez, por los altavoces. "¡Preciosa, preciosa!", gritan las asistentes, a pesar de que un parón chirriante corte la canción cuando aún no había llegado al final. El Padre Ángel, mientras, atiende una llamada al móvil. En un segundo intento, tratan de hacernos creer que Camilo la está cantando micrófono en mano: lástima que después diga unas palabras y el artefacto no suene. Líbranos, Señor, de caer en la tentación. Claro. "Estoy compartiendo palabras con alguien que no sólo es muy importante, sino que casi es la persona más importante de este mundo", señala el cantante. "Me he sentido tocado por la varita, por la mano de Dios".
Se expande un proyector a la derecha y Eduardo Guervos, mánager de Camilo Sesto, se desaprende en Mercedes Milá con un "¡Conectamos!". Al otro lado de la línea, desde Roma, Alejandra Gutiérrez, portavoz de Il Primo Papa, habla del orgullo que les produce el proyecto y de cómo ha ayudado El Vaticano. Todo va sobre ruedas hasta que un periodista de la revista Pronto le pregunta a Camilo que con qué representate papal ha hablado si su medio ha contactado con la Santa Sede y les han dicho que no tienen constancia del proyecto. Tensión. Responde Guervos pero no especifica. Al público le basta: "¡Payaso! ¡Cierra ya la boca! ¡Hala, a Roma, a quedarte ahí!", le gritan al reportero. Vivir así es morir de amor.