"Canía, que ya he llegado a la Glorieta de Bilbao. Dónde te veo". Antonio Romera, Chipi, al otro lado del teléfono: copla, jazz, chirigota, poesía con patas. Trae la gracia, la sencillez y el sentido común de Algeciras; temperamento líquido iluminado por el dios ese que se ha montado la cabaña a las faldas del Estrecho. Es el credo del andaluz practicante. El letrista y vocalista de La Canalla ha echado el ancla en las palabras importantes del diccionario -comida, bebida, amor y muerte-, conoce los reinos del estómago y el alma, se sacude los prejuicios como el mantel del almuerzo y va de brazos abiertos, destilando afición por la vida. "Mientras que yo voy contando los lunares de tu mambo / pídeme otra manzanilla", canta.
Su filosofía es Pepe Jipi: "Iba tirando palante, iba pensando distinto / sin más riqueza que el arte y dos cartones de tinto". Sabe que ya nadie se quiere como en las coplas -"y menos mal"-, por eso las está reinventando, quitándoles poro a poro el machismo asumido, la entrega rancia. Romera se lía un cigarro y te dice más pronto que tarde las verdades del barquero. Ha venido a Madrid a rodar el videoclip de Amor en crisis -que asomará la cabeza el 14 de febrero- y a liar una Gran Besada a las puertas del Congreso. Con desafío y lengua. Chipi, el bar nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Amor en crisis.
El disco no deja de ser una serie de retratos más de gente, lo que cambia con respecto a los otros discos es el contexto y la temática. La temática es el amor y la muerte, pero sobre todo el amor, y sobre la crisis. Y la crisis muchas veces es un contexto donde se desarrolla el amor, y otras veces es una circunstancia propia del amor, y ésa sí que es más arrolladora que cualquier otra crisis. Más que la económica.
¿Y cómo ha afectado al amor en España nuestra propia crisis económica?
Yo creo que en realidad lo que ha sucedido es que al principio creíamos que era una crisis económica y luego nos hemos dado cuenta de que no, que es una crisis de amor. La gente que tiene capacidad de amar y de querer no termina haciendo las cosas que se han hecho. La mala economía es un síntoma de la falta de amor. Cuando uno ve que alguien está buscando la legalidad para justificar algo malo que ha hecho, dices ¡hostia!, tú tienes un problema grave. Tú no tienes un código. Si te estás rigiendo por la ley porque no tienes un código moral... la ley y el amor no se llevan bien.
O sea, que Rajoy no tiene mucha capacidad de amor.
No, pero sobre todo por desconocimiento. Cuando no se quiere, suele ser por desconocimiento. Cuando alguien es racista, es por desconocimiento. Cuando alguien subestima, infravalora o desprecia a la gente de alguna clase social baja... es desconocimiento.
No existe la maldad.
No, la gente no es tan mala. Hay patologías. Hay mucho psicópata suelto, pero claro, hay psicópatas que son de familias desestructuradas o de clases bajas y terminan en el talego, y hay psicópatas de familias bien posicionadas y terminan siendo grandes empresarios o grandes políticos. No tienen capacidad para empatizar con los demás. No conocen a la persona a la que van a perjudicar, y les da igual. La gente que ha provocado esta crisis ha terminado aislándose: comprándose una casa en la gran puñeta, o viajando mucho... pero perdiendo el contacto con la gente, porque le duele. Porque está viendo en primera persona cuáles son los resultados, y no quiere.
¿España por qué sigue votando al PP?
Porque se acomodan. Vivir duele, duele mucho; y vivir siendo coherente duele más todavía. Se ha normalizado que haya políticos que se gasten cinco mil millones del erario público para cobrar una comisión de cinco millones... nuestro problema no es lo que han robado, es lo que nos ha costado que terminen robando esa pequeña parte. Esos cinco mil millones... ¿cuántos años de cultura se pueden subvencionar con eso? ¿Cuánta inversión en enfermedades...?
No creo que lo dedicasen a la cultura.
Ese es otro de los errores. Te pongo un ejemplo extremo: se piensa que la sanidad es algo prioritario, pero la cultura salva más vidas que la sanidad. Yo no me imagino a alguien que va escuchando a Silvio Rodríguez o a alguien que viene de leer un libro de poesía y que vaya a matar a gente o que cometa una imprudencia que lleve a alguien a la muerte. La sensibilización y la concienciación son el principio de la vida en comunidad, y eso se consigue mediante las disciplinas artísticas, porque es satisfactorio, agradable y divertido llegar a eso mediante algo que además te está haciendo cosquillitas en el cerebro, y te gusta.
¿Por qué La Canalla?
Nosotros nos llamamos La Canalla porque es ese vulgo de gente sin nombre al que le ponen las etiquetas que te decía antes... "los inmigrantes", "los gitanos", "los mendigos", "los indigentes"... y se habla con una naturalidad de toda esa gente...
Como si fueran una masa inconclusa.
Claro. Es como cuando se habla de "los políticos". Es injusto. Conozco a muchos políticos que están haciendo un buen trabajo, pero ellos también exigen que se diferencien entre ellos.
¿Tú quitarías las fronteras?
Es complicado de gestionar, pero sí está claro es que las fronteras desde hace años son criminales. Hay muchas formas de poner fronteras. Tú puedes convivir en tu piso con tu pareja, tú tener tu espacio y él tener el suyo, pero si pones una raya en el suelo y la pintas... la relación no va a ir muy bien. Y hay otras cosas, como por ejemplo, lo de Siria, que dices "ya no es cuestión de intereses de bienestar, es de intereses humanitarios". Hay gente que está muriendo. ¿En qué te perjudica a ti que venga esta gente? ¿En que tienes que derivar un dinero, en que tus condiciones de vida no van a ser tan agradables como las que a ti te apetecería...? Pero ese detrimento es mínimo en comparación al problema que está viviendo esa gente.
Yo vengo del Estrecho de Gibraltar, soy de Algeciras, y me he dado cuenta de que hay un término para la gente que no quiere que le duela la inmigración: "los moros". Y los moros hay uno que se llama Hassan que tiene una carnicería debajo de tu casa o debajo de la casa de cualquiera de alguien de Algeciras, que trabaja la carne como nadie, y cuando tú vas abajo y compras y la consumes, te provoca una satisfacción. ¿Qué hacemos con Hassan? ¿Lo echamos, lo dejamos que se ahogue en el Estrecho? "No, hombre, a Hassan no, si Hassan no es malo...". Entonces, ¿quién es el malo?
Y qué hay de quienes relacionan "refugiados" con "terrorismo". Porque ese es el gran debate que hay ahora mismo.
Yo les diría que no se pueden cerrar a la verdad. Aquí sólo hay una verdad: y es que hay una serie de gente que son personas y que están viviendo un problema, y tú no puedes meterte en una coraza, en la coraza de la inconsciencia, para que no te duela, tío, te tiene que doler. La globalización ha llegado a las tiendas, a la industria, a un montón de sitios, pero no ha llegado a las personas. ¿Cómo puedes ser que tengas en tu casa un mueble sueco, un plato de comida turco, una sábana de Portugal y un teléfono de china pero no puedas ver a los turcos, ni a los chinos, ni a los portugueses...? Hay que llegar a todos los aspectos. No te puedes quedar sólo en el producto. ¿Estamos globalizados o no estamos globalizados? ¿Somos del mundo o no somos del mundo?
¿Crees en la lucha de clases?
Yo no soy defensor de la eliminación de las clases sociales, tienen que existir, pero hay que ser consciente de la clase que cada uno ocupa. Yo no tengo tiempo para inventarme un ajedrez si tengo que estar todos los días sembrando papas. Pitágoras no podría haber estado investigando nada ni haber desarrollado nada... Yo creo que la gente de cada clase tiene que ser coherente.
Pero pueden ascender. Pueden cambiar de clase.
Sí, si lo de la clase no es una cosa que te tenga que venir dada por tu familia o por tu herencia. Las clases sociales las deberían ocupar aquellas personas que están o no están cualificadas.
Una élite intelectual.
Claro. Más que intelectual, en una élite capacitada. Hay cosas para las que no hace falta el intelecto, sino que hay que ejecutar. Pues ejecute usted.
Una tecnocracia.
Sí. A mí me dicen "usted tiene que ser director de El Corte Inglés" y me da un ataque de ansiedad. No quiero serlo. "Pues tú vas a ser presidente de España". No quiero, quiero que lo sea otro, pero quiero que sea consecuente cuando lo haga. De la misma forma que no le voy a pedir a Mariano Rajoy que escriba una canción, no quiero pasar por ahí.
"Tenemos que hacer lo que podemos con lo que tenemos".
Hay que asumir. "Illo, es que mi padre es fulanito de tal". Mira, tu padre será el mejor cirujano del mundo, pero yo no voy a dejar que me operes tú, compadre. Me tendrá que operar tu padre. "Es que mi padre era Rey"...
De eso quería hablar. ¿Para qué sirve el Rey?
No lo tengo muy claro. Pero ahora mismo, creo que a mucha gente en España le sirve.
¿Para qué?
No lo sé, pero están contentos.
¿Por costumbre?
Sí, quizá tengan miedo a los cambios. A la gente le dan mucho pánico los cambios.
Pero estamos hablando justo de meritocracia, que es todo lo contrario a una monarquía.
Pero es que esto también pasa en la clase política. Si tú miras los apellidos de la gente que se dedica a la clase política, sobre todo en las ideologías más conservadoras, te das cuenta de que son los "hijos de". Hijos de grandes empresarios, hijos de políticos antiguos, hijos de militares... hijos de alguien que estaba siempre asociado o vinculado a ese estatus de élite. No gente en los partidos conservadores que esté por mérito, ¿eh? Los méritos los habrá hecho después quien se los haya ganado, pero ha entrado por lo que ha entrado.
Eso es muy poco esperanzador. ¿Qué puede hacer la gente desde abajo para entrar en los sitios en los que quiere entrar?
No conformarse. Manifestar constantemente su inconformidad. Por las vías diplomáticas que existen.
¿La revolución se hace por vías diplomáticas?
A veces sí, a veces no. En Cuba hubo un tiempo donde no era posible la vía diplomática. Y luego hubo otro tiempo donde sí era posible.
¿Y ahora?
Ahora está muy marcado el camino de Cuba. ¿Cuba, qué va a ser? Cuba va a ser lo que es. No creo que haya mucha posibilidad de cambio en poco tiempo. Todo se irá diluyendo, todo irá cambiando... pero lentamente. No creo que haya muchas prisas por cambiar ni que el que venga con prisas le consientan cambiar tan ligero las cosas. Y en España creo que pasa igual. Hay un sistema que no creo que haya que cambiarlo por otro, pero sí hay que cambiarlo para mejor. Hay muchas cosas que hay que mejorar del sistema. Cuando me hablan de "antisistemas" yo digo: si el sistema no está mal. El feudalismo no dejaba de ser una cosa parecida, pero hay unas mejorías con respecto a "no trabajas-no comes", "te pones malo-te mueres"... creo que hay una mejora en términos generales.
¿Y por qué está tan mal repartido el dinero en España?
Porque está mal repartido entre el mundo. Porque la supremacía del hombre sobre el hombre va a existir siempre. El problema es que esa lucha por erradicar la supremacía de uno sobre otro... no se puede hacer, porque el ser humano tiene unas condiciones. Culturalmente se adquieren unos roles. Hoy puedes ir con dinero por la calle. Antes tenías que llevar a un ejército. Los nobles no tenían un ejército porque quedara más bonito, es que necesitaban proteger su patrimonio. Y ahora ha llegado un momento en el que un político puede ser corrupto y puede estar andando por la calle, y ha sido acusado y condenado por corrupción. Pero el hombre anda por la calle y no pasa nada. Nadie se va para él, ni nada. Ese estado de bienestar al que hemos llegado hace que la gente se acomode mucho, y no lo podemos negar.
¿Ese civismo se traduce en que nos da igual que nos roben?
Si Rodrigo Rato llega a una clínica pública, probablemente los médicos se echen fotos con él. Te lo garantizo. Nadie le va a decir "perdone, caballero, usted es un desgraciado y ha creado mucha desgracia". Porque el problema es que es un desgraciado. Es que son unos desgraciados. No son más felices que aquellas personas a las que les están jodiendo la vida, porque están en un rol de obsesión con el poder. Ya te digo: psicópatas. Rato es otro. Pretende, pretenden conseguir la felicidad por unas vías que es un error... está comprobado. Date cuenta de que no se consigue así. Es mentira. Es como si tú pensaras que con un diamante de 24 kilates tu novio te quiere más que con uno de 12. Tú estás majara. Tú no estás bien.
¿Qué te parece el Boicot a Trueba?
La gente en general le ha dado al "Me gusta" del boicot y no saben ni qué es lo que dijo, ni por qué, ni cuándo, ni cómo. Se han dejado llevar, como se dejan llevar por el Caso Nadia o 20.000 cosas. Y la mayoría de los que presumen de patriota son los menos patriotas del mundo.
¿Por qué?
Porque es una mentira. La patria como tierra es una tontería. La patria es la gente.
¿La bandera tampoco?
La bandera tiene que representar algo, pero si tú estás más preocupado por el color del trapo que por lo que representa, tú tienes un problema de daltonismo. Lo preocupante es la gente. Esa es tu patria. ¿Tú qué tierra tienes, si tienes un piso de 40 metros cuadrados? Si estamos hablando de tierra, es eso. Esa es tu propiedad. El patriotismo es un invento de la gente que tenía terrenos, que eran los que tenían algo que defender. Pero tú, ¿para qué quieres defender una tierra, si tú no tienes tierra? Tú lo que tienes que tener es gente. El orgullo patrio es el orgullo del ignorante.
Y entonces, ¿el espécimen patriota pobre?
¡Eso es...! Yo entiendo que Cayetano de Alba sea patriota, porque te está diciendo "¡hay que defender la tierra (mi tierra)!". Yo lo que tengo que defender es mi jornada de trabajo, la salud de mi familia y la mía, mis intereses económicos, mis intereses de bienestar... ¿las tierras? ¿Que han cogido la Isla Perejil y te ha herido el orgullo patrio...? ¿Qué te importa a ti? A ti lo que te preocupa es que haya una posición estratégica de un ejército, que al final va a ser lo primero que van a atacar... vale, pero el trozo de tierra te da igual.
El problema es que la mayoría de patriotas están preocupados por la tierra y por la bandera y no saben qué significan. El concepto termina en la gente. En que la gente esté bien. Si votas a un político corrupto por patriotismo, eres tonto, eres un incongruente. Y te conformas con serlo, es evidente. "No, no, pa' que no se rompa España"... nada, pues para no romper España, van a dejar que la saqueen entera.
¿Tú crees en el derecho de autodeterminación de Cataluña?
Yo creo que ha sido un error fomentarlo. Y lo han fomentado los conservadores, que les interesaba engordar el orgullo patrio. En Cataluña no había ningún problema antes. Les ha salido muy bien el truco a los que han engañado.
¿Por qué la gente ya no se quiere como en las coplas?
Afortunadamente. Yo no entendía... de hecho, cuando nos propusimos hacer este proyecto de la copla contemporánea, dijimos que lo primero que había que hacer era contextualizarla, y una de las cosas que había que contextualizar era que había cambiado la forma de vida, el hábito, y la forma de querer porque ha cambiado la posición de la mujer en la sociedad, la educación de los hombres, y una serie de factores, afortunadamente, que no había que mantener. Eso de "la maté porque era mía"...
No sólo eso. También el amor ese de "Que se me paren los pulsos si te dejo de querer".
Eso es insano. Desconfía de alguien que te quiera tanto. El amor no es eso. Eso es una obsesión, que es el reflejo del amor perfecto que hacía la copla. La gente no mata por indiferencia, mata por amor. Ya sabemos cómo terminan las obsesiones.
Cuatro asesinadas en España en cuatro días, esta semana.
Sí. Hay una canción que está basada en un ejercicio de Chico Buarque, que se llama Construcción y deconstrucción del amor. Son 14 versos. Y los mismos 14 versos ordenados de una forma, cuentan la historia de cómo se enamora una persona, y si esos 14 versos se desordenan, se crea una tensión en la pareja. Si se vuelven a deconstruir, terminan en eso: en una persona que mata a otra por amor. Antes de ayer, un hombre le pegó un tiro a una mujer y luego se dio otro tiro él. Tú dices: ¿la ha matado por egoísmo? Por egoísmo hubiera hecho otra cosa. Pero no la mata y se pega un tiro. La quiere. Es un amor enfermo, una patología del amor.
¿Cómo podemos explicarnos nosotros mismos que alguien no nos quiera o que haya dejado de querernos?
No necesita ser explicado, hay que asumirlo y punto. Es así porque es así, canía. Una serie de factores y al final, pues no. "Pues dímelo para que yo pueda mejorar". ¿Por qué? Si a lo mejor eso que no me ha gustado a mí le encanta a otra persona. No es cuestión de mejorar, es cuestión de que no. Esto es una relación. Y mi relación contigo no es satisfactoria.
Nosotros tenemos el lastre de que nuestros padres... bueno, nuestros padres no, nuestra historia pasada entera... mira, nosotros tenemos que aprender, sin referentes, cómo convivir dentro del desamor y del amor. Tenemos que gestionarlo de una forma totalmente nueva.
¿La gente de la posguerra o de la Transición se quería de forma diferente?
Lo manifestaba de forma diferente. Tus padres, probablamente, se hayan querido separar muchas veces, más veces de las que tú te has terminado separando, pero no lo has hecho. Para la gente de antes, la separación era un fracaso. Nosotros lo tenemos que asumir como una peculiaridad de nuestra forma de amar. De la misma forma en que antes era un fracaso que te despidieran de un trabajo y no tener un trabajo habitual o fijo, y ahora es una práctica normal. Antes era un fracaso no tener una casa propia y ahora ¡no tenemos una casa propia y no pasa nada!
¿Ahora somos más libres o somos más débiles y no luchamos tanto por las cosas?
Cuando alguien quiere luchar, tiene la posibilidad de luchar. La putada era antes, que quien quería dejar de luchar, no podía hacerlo. Tú puedes seguir luchando por tener esa pareja, esa casa... afortunadamente, sí. Somos más libres.
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