Maluma, de "malparido" a "hijo de puta" por acostarse con siete mujeres en su nuevo vídeo

Los últimos meses se han caracterizado por el lanzamiento de un rosario de ‘hits’ feministas: el bombardeo se descorchó con Lo malo, de Aitana y Ana Guerra, que no fue a Eurovisión pero se quedó a vivir en nuestros bares y discotecas. Mensaje liberador, expectorante, en el que las intérpretes reivindicaban su capacidad de decidir “el dónde, el cuándo y con quién”. Muchos de los versos del tema se convirtieron en pancartas en la huelga por la igualdad del 8 de marzo. Tanto la industria musical como las chicas salientes de Operación Triunfo recogieron el guante y continuaron el relato femenino: Miriam con Hay algo en mí -“soy mujer, no pertenezco a nadie”-, Ana Guerra con Ni la hora -“hola, mira qué bien me va sola”- y Mimi, ahora Lola Índigo, con Ya no quiero ná.

Por eso chirría más que nunca el contraataque de Maluma en forma de adelanto de su nuevo videoclip, Mala mía. El joven reguetonero colombiano ha subido un fotograma en el que aparece tumbado en una cama y rodeado de siete mujeres semidesnudas. En la lámpara de la mesilla cuelga un sujetador. El intérprete de canciones tan polémicas como Cuatro babys -tema descartado por el Instituto vasco de la Mujer en su lista de canciones no sexistas- alimenta su fama de cipotudo con esta performance que sólo empieza: la publicación ha alcanzado el millón y medio de likes y miles de comentarios a favor y en contra.

“Eres una estrella internacional, no necesitas participar en este tipo de escenas machistas para parecer más machote. Más respeto a la mujer en la música latina”, sostiene una usuaria. “¿Era necesario? ¿Alguna vez harás un video con una chica ordinaria? ¿Alguna vez dejarás de usar a las chicas como 'el agregado' de tu producto? Muchos jóvenes te siguen y te admiran y ven como algo normal (por tu ejemplo) el usar a las mujeres como algo sexual, como un pedazo de carne…”, expone otro oyente indignado. “Maluma tiene talento, pero qué lástima que lo desperdicie en canciones donde la mujer solo es vista como un objeto sexual”, lanza una tercera.

Algunas reacciones son más viscerales: "Malnacido", "hijo de puta", "Lo peor son las siete mujeres que le tocan las palmas a Maluma por ponerlas de putas para arriba", "bobo", "eres un machista en toda regla y no te mereces toda la fama que tienes". 

La vieja polémica

Cuando se habla de machismo en la música urbana y Latinoamericana, el primer mencionado siempre es Maluma. También en cuanto a agravio comparativo. Nadie vetó nunca sus letras sexualizadoras en ninguna plataforma, pero, sin embargo, la artista Becky G. tuvo que editar su canción Mayores para poder actuar en TVE. “Me censuraron en OT. No habría pasado lo mismo con Maluma, no, siempre lo digo”, contó a este periódico.

“Los hombres hablan de sexo con nosotras, pero si nosotras hablamos de sexo se escandalizan. Exactamente. Pienso que igual que hay películas que los niños no pueden ir a ver, hay música que los niños no pueden escuchar. Okey. Si tú, como papá, no quieres que tu hijo escuche la música de Becky G., lo respeto totalmente, está bien. Pero hay padres que dejan a sus hijos escuchar a Bad Bunny, a Ozuna, a Maluma… o sea, yo no soy el problema, tú eres el problema, enseñando a tus hijos que cuando un hombre lo dice está bien pero que una mujer no puede hablar de sexo”, expuso la cantante.

También se cuestionan a menudo los shows del reguetonero colombiano, en el que habitúa a subir a una chica necesariamente soltera al escenario y a besarla en los labios.