Los Chunguitos y las Azúcar Moreno protegen a Rosalía de los ataques de los gitanos
Sectores activistas de la comunidad gitana están molestos por la versión de Rosalía de ‘Me quedo contigo’, pero hay artistas que la defienden.
4 febrero, 2019 11:38Noticias relacionadas
Rosalía no deja indiferente a nadie: su actuación en los Goya ha vuelto a levantar zafarrancho. La reacción general ha sido admiración y aplauso ante su lograda versión de Me quedo contigo, un clásico de Los Chunguitos, esta vez interpretado en toda su desnudez, sin orquesta, sólo con un coro detrás, tal vez desprovisto de su carácter flamenco más racial. Pero también ha habido voces críticas: varias asociaciones de gitanas feministas se han quejado en redes sociales por la cuestión de la apropiación culturak: “Rosalía ha hecho una versión del célebre tema ‘Me quedo contigo’, de Los Chunguitos. La ha despojado de su carácter original, la ha desgitanizado. Y eso a España le gusta. Al margen de gustos musicales, eso es antigitanismo”, ha expresado el colectivo ofendido, recordando que el himno genuino es la “banda sonora de un pueblo repudiado pero superviviente”.
“No se trata de lo que a ti te gusta, sino de recalcar que, una vez más, se están expropiando elementos de la cultura de un pueblo históricamente perseguido, invisibilizando sus orígenes, beneficiando a la cultura imperante y castigando al pueblo originario al ostracismo una vez más”, han escrito, asegurando que ni los propios Chunguitos fueron avisados de que se iba a versiones su tema “y mucho menos consultados”: “El respeto se muestra con los gestos”, concluyen.
Sin embargo, los protagonistas del presunto agravio al pueblo gitano ya se han manifestado. Juan y José Salazar han dado públicamente las gracias a Rosalía por “permitir a todo el mundo escuchar este tema en tu voz y con tu arte”, pero han dejado caer que no fueron avisados: “Una gran sorpresa ver los Goya en TVE y ver a esa gran artistaza de Rosalía cantando nuestro tema ‘Me quedo contigo’. No hay mejor manera de hacerlo tan bonito. A partir de ahora nos quedamos también contigo, Rosalía. Ganas de cantarla juntos”.
Las Azúcar Moreno también han dado su opinión: “Gracias, Rosalía, por este bonito homenaje a la familia Salazar. Te queremos siempre. Nos quedamos contigo sin duda. Besos, amiga”. Vuelve a dividirse así la comunidad gitana en el debate de la apropiación cultural. Sucedió desde que la artista catalana sacó el primer single de El mal querer, Malamente: muchos se molestaron porque Rosalía incluyese en su videoclip símbolos propios del imaginario calé.
Expresiones sureñas impostadas por una “paya catalana” -como “illo”-, palmas, oros, escuelas taurinas, centros florales y hasta un nazareno apoyado en un skate con pinchos -como quien hace una promesa en Semana Santa-. Las críticas se basan en que la artista usa elementos estéticos de un pueblo oprimido desde una posición de privilegio, sin haberlos interiorizado, sin respetar su raíz. La activista gitana Noelia Cortés explicó a este periódico que Rosalía “usa a los gitanos como algo cool que incorporar a su disfraz, pero no le importamos socialmente hablando”.
“Cuando sientes cariño y respeto hacia una cultura ajena se nota: eso se traduce en nutrirse y compartir. Es bonito, de ahí manan cosas únicas, pero no es lo que está haciendo ella. Rosalía coge rasgos culturales ajenos, que son la resistencia de pueblos desfavorecidos históricamente, y los usa como quien se pone unas pestañas postizas”, relató la activista Cortés. “Desde su privilegio racial y económico puede vestirse de barrio bajo y de marginalidad sin sufrir lo que sufre la gente que sí vive esas cosas”.