La edición de este año del Orgullo Gay de Madrid ha traído consigo más encontronazos de los que se esperaban. Tras el incidente ocurrido entre el colectivo LGTBI y los dirigentes de Ciudadanos, quienes reclamaron la dimisión del ministro del Interior en funciones Grande-Marlaska, la herida se reabrió horas más tarde en la festividad de Proud Bling!, organizado en la Puerta de Alcalá.
A las once de la noche daba comienzo la sucesión de conciertos en los que participaban celebridades como Najwa Nimri, quien además de cantante también es actriz, One Path, artista de música electrónica y La Zowi, estrella hispanofrancesa del género musical trap. Fue esta última quien, micrófono en mano —y autotune activado— gritó en contra del partido presidido por Albert Rivera: "¡Que le follen a la carroza esa de mierda de Ciudadanos!".
La trapera, lejos de arrepentirse por sus palabras, continuó con el espectáculo de insultos. Al ser consciente de que, por falta de tiempo y organización, su show iba a ser más corto de lo acordado, criticó duramente al nuevo Ayuntamiento: "¡Oye, me cago en la puta que han acortado el tiempo! ¡Me cago en la puta madre del PP y de Ciudadanos!", expresó mientras paseaba por el escenario.
La polémica surge no solo por las palabras de la cantante, sino por el lugar elegido. El Orgullo es un evento anual que promueve la libertad de todas las personas, sean de la condición sexual que sean y amen a quien amen. Por ello, los insultos de la artista no han pasado desapercibidos entre las gentes. Además, el concierto contaba con la aprobación de las autoridades municipales y el permiso del uso de un espacio público madrileño en el que deberían sentirse identificados todos los ciudadanos sin importar la ideología con la que simpatizaban.
La Zowi siempre ha mostrado mensajes cargados de violencia tanto en sus canciones como en su día a día. Es lo que realmente le caracteriza. Impone su estética de uñas largas, cadenas y lenguaje obsceno que resaltan —o pretenden resaltar— su pertenencia al ámbito urbano. Sus canciones destacan por el empleo constante de la palabra "puta", que se convierte de alguna forma en una apropiación de un insulto utilizado desde la masculinidad hacia las mujeres que no satisfacen con sus deseos. Es de alguna manera, un alegato feminista y emancipador de la cantante respecto al poder patriarcal.
No obstante, el Orgullo ha servido para que La Zowi haya sido escuchada no solo en el núcleo urbano. La proyección del colectivo LGTBI es tan inmensa que sus palabras han generado una turbulencia musical, política y cultural.