Marc Ros, Axel Pi y Jesús Senra. Los tres componen Sidonie y Sidonie no es Sidonie sin su presencia. El grupo barcelonés lanza disco este octubre con un atrevimiento y unicidad que ha dado sus frutos. ¿Es el mejor disco del año?
Lo cierto es que, si queremos ser precisos, no solo se trata de un álbum musical. El regreso de Abba representa una metaobra que aúna un disco que dura en total 68 minutos y la novela, con el mismo nombre, de Marc Ros. Abba, una joven que poco tiene que ver con el grupo sueco, acaba de terminar una gira y una relación sentimental.
A través de ella, Sidonie pretende que la gente viaje y viva esta novedosa experiencia; que conozca Cadaqués desde los testimonios de la joven, la literatura y lo sonoro. Emocionados por su nuevo proyecto, el cual ha salido adelante pese a la pandemia, atienden a EL ESPAÑOL para explicar de primera mano este fenómeno.
La finalización del disco os atrapó justo en el confinamiento. ¿Os ha influido de alguna forma a la hora de lanzarlo? ¿Habéis realizado algún cambio por todo lo que hemos vivido este año?
Marc Ros: Nosotros decidimos no cambiar ni una sola coma del disco. Solo hubo una canción que se cantó justo después del confinamiento, Gracias a la vida, que a mí y a mi hermana se nos nota en la voz una dosis de melancolía extra. Mi hermana decía que teníamos voces confinadas. Seguramente, la parte vocal del disco no hubiera sido la misma. De todas maneras, el disco está ambientado en el verano de 2019.
¿Qué se le ha pasado a Sidonie por la cabeza todos estos meses?
Axel Pi: Lo que se nos ha pasado por la cabeza en pandemia ha sido la de continuar. A pesar del confinamiento no íbamos a dejar de enseñar nuestra música. Podíamos haberlo parado todo y esperar a otro momento más apropiado, pero aquella primera semana de confinamiento, a pesar de todo, decidimos seguir adelante.
No hemos dejado de trasladar un mensaje que era esencial: estamos a punto de sacar algo que va más allá de una novela y un disco. Por fin, un 2 de octubre, podemos concluir todo este esfuerzo. En los pocos conciertos que hemos podido dar nos hemos abrazado como si fuera el primer y último concierto de nuestras vidas.
Jesús Senra: Lo importante era no arrugarse y echarse abajo. Esto nos iba a ayudar a nosotros y a la gente.
Axel Pi: Es una forma de encontrarse. Cuando vienen malos tiempos, nosotros como grupo nos hemos dado cuenta que nuestra función en esta vida es entretener y dar alegrías con canciones, que es lo que sabemos hacer. Este es nuestro papel y lejos de encerrarnos hemos optado por hacer llegar la música a la gente; sea en un concierto o en casa.
¿Qué se siente desde el escenario con un público limitado y que casi no se puede mover? ¿Ha perdido emoción? ¿Ha perdido la verdadera esencia?
Marc Ros: La ansiedad sigue existiendo. Yo nunca he hecho un concierto en piloto automático. Cuando no es porque me dejaba la novia, era porque venía a vernos un músico importante. Yo siempre tengo ese punto.
Los bolos que nos quedan veremos qué pasa. Cuando me junto con estos dos me olvido de todo lo que estamos viviendo. En un concierto pasa eso, te olvidas de que estás en una pandemia.
Llama la atención que hables de una pequeña ansiedad antes de saltar al escenario con toda la experiencia y años que llevas a tus espaldas.
Marc Ros: Pequeña no, grande (risas). No puedo evitarlo. Y no solo me pasa a mí. A Axel le tienes que maniatar en el camerino para poder ser bravo, sexy y divino, como decimos en la canción.
Una de vuestras nuevas canciones es Verano del amor. ¿Ha sido un mal año para un amor de verano?
Marc Ros: Es un mal año para el verano del amor y para el amor de verano. Conocer a otras personas está siendo más difícil. También ha sido un verano difícil para reivindicar cosas que están ahí, como el cambio climático. Recordemos que el cambio climático y la pandemia, las dos, son cosas muy jodidas. Es muy fuerte que la gente no se pueda juntar para manifestarse. Es justo lo que decimos en Verano del Amor. Es una canción reivindicativa que se puede bailar. No es una buena época para parar una guerra o empezar un amor.
Os sumasteis al apoyo del sector de la cultura en vuestro Instagram. ¿Creéis que a la cultura se ha dejado en un segundo plano por parte del Ministerio de Cultura?
Axel Pi: La movilización del sector cultural tiene que ver con una desprotección. Es un movimiento que reivindica la necesidad de buscar unas soluciones para resolver una situación muy delicada que sufre el sector del espectáculo y los eventos. Esta desprotección es una realidad y tiene que ver con una falta de atención, respeto y dignidad de nuestros gobernantes. No solo se olvidan de la importancia que tiene la cultura y la música en nuestras vidas, sino que también se olvidan de la gente que trabaja en el sector. Si la gente ha salido a la calle es porque se siente desprotegida, no escuchada, no cuidada, no respetada y no dignificada. Ojalá estas voces unidas puedan conseguir una respuesta y unas soluciones mejores a las que hay ahora.
Se está hablando de que El regreso de Abba es vuestro mejor disco hasta la fecha. ¿Qué opinión tenéis al respecto?
Axel Pi: Si me permites, también se habló del disco del año y de obra maestra (risas). La verdad es que está siendo emocionante recibir este tipo de comentarios.
Marc Ros: Enrique Vila-Matas, por ejemplo, dijo que la poética del grupo se ensanchaba; o Asier Etxeandia, que le ha flipado el disco, dice que le ha rejuvenecido. Son comentarios potentes de gente que admiramos. Sabíamos que habíamos hecho algo especial pero no sabíamos cómo lo iba a recibir el público.
¿Sidonie se ha puesto un techo psicológico para retirarse? ¿Habéis llegado a vuestra cumbre?
Jesús Senra: Yo creo que estaremos toda la vida diciendo que nuestro mejor disco está por llegar. No hay ningún techo. A 7 de octubre de 2020 estamos a tope y el techo está para comérselo. Esto te lo digo ahora y te lo hubiese dicho en 2005.