"Yo no soy tu baterista; tú eres mi cantante": el día que Charlie Watts le bajó los humos a Mick Jagger
Los continuos problemas de ego de Mick Jagger a mediados de los 80 provocaron un enfrentamiento entre el apacible batería de la banda, Charlie Watts y el cantante.
24 agosto, 2021 23:00Noticias relacionadas
Charlie Watts, batería y miembro continuo desde el año 1963, ha fallecido a los 80 años en Londres. Su templanza y estilo cercano al jazz, marcaron al músico en su carrera con The Rolling Stones, una banda que siempre resultó compleja y enrevesada en lo que a las relaciones entre sus miembros se refiere. Las continuas idas y venidas entre ellos, sus problemas y broncas, se convirtieron en un divertimento más para los fans y cronistas musicales, vertiendo ríos de tinta a su paso.
En la autobiografía del guitarrista, Vida (Libros Cúpula), Keith Richards explicó la difícil situación que la banda atravesó a mediados de los años 80. Cómo las relaciones cada vez más deterioradas entre ellos, así como los intereses comerciales en torno a la cada vez más lucrativa marca de los Stones, empezaron a generar fisuras en sus relaciones.
A partir de 1978, los Stones experimentaron una caída cada vez más acusada en popularidad. Las declaraciones de Mick Jagger tras la publicación de Some Girls provocaron una enorme controversia. Ante las preguntas de Scott Goldstein, un reportero de la NBC, sobre el contenido machista del disco, el cantante respondió: "El próximo será más racista y sexista".
Una carrera en solitario
Jagger, cada vez más aislado del resto de compañeros y más enfocado a una potencial carrera en solitario, acabó aquejando de un mal común en la música que Richards bautizó en su biografía como "síndrome del cantante". El cuadro clínico patológico incluía la inflamación del ego y la puesta en peligro de un importante contrato que la banda estaba a punto de firmar con CBS. Un garante de que los Stones continuarían en un futuro y que Jagger deseaba utilizar para despegar como solista.
Charlie Watts se caracterizó durante toda su carrera por ofrecer una imagen fría y tranquila, ajena a lo que sucedía la mayoría de veces a su alrededor. Sin embargo, el músico acabó por golpear a Jagger en la cara por su arrogancia durante los meses en que se negociaban las condiciones. Un acontecimiento que acabó por derivar en una de las anécdotas más curiosas de la banda. Lo que se podría calificar de pelea en cualquier otra circunstancia, resulta casi poético dado el carácter tan singular de Watts.
Fanzines y amenazas
Bill German, un joven de Brooklyn, pasó buena parte de su adolescencia obsesionado con The Rolling Stones. En el instituto fundó Beggars Banquet, un fanzine editado y administrado por él mismo, dedicado a su banda favorita, y que acabó convirtiéndose en una publicación esencial para los fans. La fascinación por sus satánicas majestades le llevó en numerosas ocasiones a perseguir a la banda de hotel en hotel para obtener entrevistas y fotografías.
De esos fructuosos años acabó surgiendo una relación cercana con los Stones, de confidencias y entrevistas y anécdotas de madrugada. Un material que fue recogido y publicado en forma de biografía. Una recopilación de textos inéditos y no autorizados titulada Under their thumb (Aurum Press). Un juego de palabras entre la canción del disco Aftermath y la insana relación de dominación que acabó desarrollando con el grupo.
El propio German, contó en el libro cómo Jagger se llegó a enfrentar con él en una ocasión. Semanas antes había publicado acerca su participación en Live Aid, el multitudinario concierto contra el hambre en África. German reveló que el vocalista se había negado a asistir al evento en un principio, cediendo solo tras las amenazas de su equipo técnico. Cuando publicó las declaraciones el cantante entró en cólera: "Se acercó a mí y colocó su cara muy cerca de la mía; debía hacerlo a menudo para intimidar a la gente, y debo admitir que funcionó".
Eres mi batería
Durante la estancia de la banda en Ámsterdam en noviembre de 1984, las tensiones antes mencionadas por la firma con CBS habían provocado enfrentamientos en una reunión mantenida con abogados y representantes de la compañía. Horas más tarde, en plena madrugada, Beer se cruzó con un inmaculado Watts que atravesaba el pasillo del hotel. Sorprendido, le preguntó de dónde venía, el batería respondió con un lacónico: "De pegarle un puñetazo a Mick Jagger".
Lo que terminó por provocar la furia del músico fueron las palabras del vocalista durante dicha reunión. Jagger se refirió a Charlie Watts como "mi batería", algo que terminó por sacarle de sus casillas. Para terminar de atizar la situación, en plena noche, Jagger volvió de juerga, intoxicado, golpeando la puerta de su habitación y despertándole en el proceso.
Watts, que llevaba ya horas en la cama, se vistió, calzó y salió al pasillo. Recorrió el hotel en busca de su compañero de banda, llamó a su puerta y le espetó: "Yo no soy tu batería; tú eres mi cantante", frase que remató con un gancho en la cara del sorprendido y borracho Jagger.
El resto del año 1984, los caminos de los Stones se separarían durante un extraño periodo de varios meses. Charlie Watts publicó un disco de versiones de oldies junto con Bill Wyman, al tiempo que Ronnie Wood inauguraba su propia exposición de arte y Jagger terminaba de grabar su primer disco en solitario: She's the boss.
En el verano de 1985, la banda se volvió a reunir en París para preparar las sesiones de su siguiente álbum, Dirty Work, volviendo a colocarles sobre la carretera, sobreviviendo una vez más al torbellino de destrucción que les siguió durante toda su carrera.