Setenta propuestas para reformar Plaza de España -como setenta paraísos entre Narnia y Oz-. Entre ellas, el ciudadano sólo elegirá una, y un jurado cuatro. Al final, el pueblo decidirá entre dos. El hito urbano se desdobla en mil posibilidades: pasarelas transparentes que dan la sensación de estar volando sobre los edificios, bailes a la orilla de ríos, bosques en medio del centro de Madrid, pantallas estratosféricas en plena calle, estéticas egipcias, futurismo, hippismo... los arquitectos tienen imaginación y lo demuestran en los dossiers y bocetos del proyecto. Aquí las diez propuestas más utópicas de entre las setenta presentadas.
1. El "paréntesis" de Madrid.
Esta propuesta lucha contra la "ciudad hiperdiseñada" en la que cada espacio está ocupado por muchos objetos y obligan al ciudadano a ejecutar una acción determinada. Aquí se busca un vacío, una isla sin nombre. "Sin rutas, sin características. Un lugar donde todo es posible pero nada es forzado". Un país de las maravillas, un centro de operaciones de la magia rodeado de "plantaciones vegetales", colmado por alguna biblioteca, un kiosko de prensa, alguna tímida cafetería.
"El interior será blando y verde": vamos, una pradera, pero cubierta de "una ligera estructura de cables tensados que formen el salón urbano". También habrá "agua nebulizada" partiendo de esos pequeños aspersores que riegan las ferias del sur. La imagen que acompaña al proyecto representa bien el buen rollo: niños levitando, pandillas de amigos en corro, ancianos paseantes, una chica joven de vestido blanco a punto de lanzarse a la ascensión... todos en el centro de la plaza floral. El proyecto no incluye presupuesto.
2. Pasarelas flotantes.
Este es un proyecto futurista. Consta, en primer lugar, de un "pabellón accesible tecnificado" que podrá adaptarse a los eventos que vengan, desde una "representación teatral a un psicodrama pasando por una actuación musical o un evento deportivo y/o lúdico". Sin embargo, lo más espectacular son los "conectores verdes elevados" que unen la plaza y los distintos espacios libres públicos y semiprivados de su entorno; o sea, creando la sensación de pasarela transparente que une al transeúnte con la última planta de algunos edificios o con algunas zonas al raso. Casi como volar.
Se trata de "una topografía que conecta y activa lugares, propiciando una multiplicidad de usos ciudadanos tanto en su entorno como en su superficie". Se recupera aquí una referencia a Cervantes -a la figura que reina en la plaza, y que ha ido cambiando a lo largo de los años la posición del caballo o la propia existencia del plano del agua-: el proyecto sugiere que esos nuevos raíles que se moverán sobre los edificios invitarán al caballo de Don Quijote y al burro de Sancho a "recuperar ese camino imposible que les acerca o les aleja de una belleza que siempre es inalcanzable". El proyecto no incluye presupuesto.
3. Baile a orillas del Manzanares.
Este proyecto trata de crear un "pórtico" y hacer de Plaza de España un punto de "continuidad" de la cornisa poniente de Madrid, entre la Catedral de la Almudena y el Parque del Oeste y el Templo de Debod. Consiste en potenciar el "paseo urbano" y en que la Plaza no sea una zona obsoleta y sucia que rompa la armonía general: de ahí el puente. De ahí los deseos de unir las zonas acuáticas y también las terrestres. De ahí el sueño del baile a orillas del Manzanares -y que no pille tan lejos del baile que se haga en las nuevas fuentes de la Plaza de España-. La idea costaría 29.550. 606, 40 euros.
4. Madrid Pokémon.
Un "espacio de Oportunidad Contemporánea": de eso se trata esta vez. Y de convertirse en una zona verde que conjugue vida comercial y vida cultural construida con nuevos materiales -o materiales reciclados-. Huir del asfalto. La imagen, vista desde el plano cenital, recuerda a Marina D'Or, ciudad de vacaciones. Se potenciarían largas pasarelas para el uso de bicicletas, bien iluminadas por la noche. Lo que no está claro es si el precio -38.163.450 euros- incluye los enormes pokémons que presenta el boceto promocional. Ahí Snorkel y Squirtle, en tamaño gigante, jugando con los transeúntes.
5. "El ojo de Horus": Madrid es Egipto.
Esta idea se basa en la peatonalización real de la zona, primando el transporte público y reduciendo el número de vehículos que diariamente pasan por el lugar. El proyecto pasa por dar continuidad a un itinerario que una a la Plaza de España con el Museo del Templo de Debod y la zona del Palacio Real. La estética será de corte egipcio, rematada con pirámides. Pirámides por todas partes. El centro será un mirador circular, formado por obelisco y pasarela: aquí el ojo de Horus. El total de la propuesta asciende a 69.000.000 euros.
6. Un lugar para “emocionar”.
“Se diseña una Plaza de España capaz de emocionar colectivamente y que va mas allá de los paradigmas banalizados de la sostenibilidad”. Esa es la intención del proyecto titulado “SuperSuperficie Termosocial”, que plantea un desarrollo de la vida como un “micro sistema tecnificado”. “Con la propuesta de ‘SuperSuperficie TermoSocial’ la Plaza de España deja de ser un enclave para integrarse en el tejido urbano y actuar como catalizador ecológico de lo social, lo económico y lo climático”. El boceto del proyecto destila luz: la Plaza se convierte en un oasis brillante, llena de lagos luminosos. Para ello se estima un presupuesto de 18.396.550 euros.
7. El jardín de las delicias.
Este proyecto -llamado "Oz"- sostiene que, "salvando las distancias, existe cierto paralelismo entre la magnífica obra del Bosco y la célebre (y descuidada) Plaza de España": "En el tríptico del pintor flamenco se muestra una realidad polifacética, que abarca desde la cotidaneidad más oscura hasta la ensoñación de un hipotético paraíso". La idea fundamental es que la plaza deje de ser plaza para que renazca como jardín. "Un espacio de convivencia basado en la actividad y donde las sensaciones vuelvan a germinar en el corazón de la ciudad -y de sus habitantes-". Se eliminarán los desniveles de la plaza, se descongestionará el tráfico perimetral y se creará una infraestructura vegetal horizontal. El presupuesto total será de 4.871.045, 96 euros.
8. El centro comercial subterráneo.
En este caso, la procesión va por dentro. El proyecto "117...142" propone una "visión diagonal y sin pretensiones monumentales" de la Plaza de España. Sugiere un espacio neutro, amable, con posibilidades de adaptación a los usos ciudadanos. Es quizá la opción más funcional, dado que establece "la creación de un centro comercial en el sótano de 14.000 metros cuadrados y dos plantas de aparcamiento público y para residentes". El precio va acorde a las pretensiones subterráneas: 93.704.700 euros.
9. El diablo cojuelo.
Una plaza ajardinada que invita a la "homotecia entre la ciudad y su propio tejido urbano", esto es, "la ciudad dentro de la ciudad, la ciudad se contempla a sí misma y se invita al ciudadano a participar en este juego". Para que nos hagamos una idea, el dossier adjunta una imagen de la mítica pintura de la dualidad de Magritte: el diseño propone un "juego conceptual" que busca el conocimiento y la comprensión de la ciudad. Se pondrán "en valor" los edificios del entorno y se definirá la "fachada envolvente" de la plaza. El nombre de 'El diablo cojuelo' procede de "la propuesta que el diablo cojuelo hace al estudiante Cleofás en la novela clásica": "Tomar un viaje que nos distancie de la escala real para percibir la ciudad desde una visión conceptual más amplia y sugerente". Quisiera implantar "oficinas al aire libre" y "alumbrado inteligente". No adjunta presupuesto.
10. Un bosque en el centro.
Este proyecto corta radicalmente el tráfico y coloca una gran arboleda en Plaza de España. Elimina los bordillos, ensancha las aceras, crea una "fuente espejo" en torno al monumento a Cervantes -"que duplique la imagen del Quijote"- y un "circuito biosaludable para ejercicios de adultos", así como "baños públicos subterráneos" y un "balcón urbano". Unos monumentos futuristas, como líneas confusas que parecen dibujar montañas rusas, se levantan en la plaza. No adjunta presupuesto.