Acciona y Telefónica pelean por los 25,4 millones de euros del Museo de las Colecciones Reales
Las dos empresas compiten por el contrato más suculento de la historia de los museos nacionales. Sin embargo, Patrimonio Nacional acumula retrasos para tomar la decisión final y la inauguración podría retrasarse a 2021.
27 junio, 2018 17:00El Museo de las Colecciones Reales sigue acumulando retrasos. Sólo falta por resolver el último paso de la magna obra, en la que las arcas públicas gastará más de 160 millones de euros: el concurso internacional de museografía, licitado en 25,4 millones de euros, la cantidad más suculenta nunca convocada para vestir las tripas de un museo de nueva construcción. En 2014, el nuevo Museo Arqueológico Nacional abrió sus puertas, con una inversión total de 60 millones de euros, de los que 19 millones de euros se destinaron al diseño del relato de sus colecciones.
Alfredo Pérez de Armiñán, presidente de Patrimonio Nacional, no ha sido capaz de resolver la reunión final, en la que los expertos convocados deben emitir sus valoraciones sobre los dos proyectos que se les presentó a finales de marzo. Sus opiniones serán emitidas y recogidas en un informe que pasará a la mesa de contratación. Pero la última palabra la tendrá siempre la mejor oferta económica. De hecho, esta parte, la económica, supone el 51% de la nota final que se pondrá a cada proyecto. Las conclusiones subjetivas de los expertos suponen el 49% de la calificación.
La apertura de la última plica -con la oferta económica de cada uno de los dos proyectos- estaba prevista para el 4 de noviembre de 2017. Más tarde se anunció un retraso hasta el 7 de mayo de 2018, de ahí pasó al 7 de junio. Pero esta fecha tampoco fue respetada por la presidencia de Patrimonio Nacional, que ha vuelto a retrasar la reunión hasta el 5 de julio. Desde Patrimonio Nacional alegan “problemas de agenda” con los miembros del comité que viven en el extranjero. Tal y como publicó este periódico son 3 de 14.
Los expertos no quedan
El comité está compuesto por Gabriele Finaldi (director National Gallery de Londres), Matteo Lafranconi (director de la Scuderie del Quirinale de Roma), Luis Monreal y Agustí (Aga Khan Trust for Culture, de Ginebra), Miguel Falomir (director del Museo del Prado), Andrés Carretero(director del Museo Arqueológico Nacional), Josep Serra (director del Museo Nacional de Arte de Catalunya), Juan Ignacio Vidarte (director del Museo Guggenheim de Bilbao), Luis A. Ribot (académico de la Real Academia de la Historia), Estrella de Diego (académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando), Fernando Checa (catedrático de Historia del Arte de la Complutense), Alfredo J. Morales (catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla), Juan Carlos Elorza (patrono de la Real Academia de España en Roma), Ester Alba (decana de la Facultad de Geografía e Historia de Valencia) y María Jesús de Andrés (asesora técnica de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Museos del Ayuntamiento de Madrid.
La estructura ósea está lista desde hace más de dos años y vacía se mantiene desde entonces. Los cambios de Gobierno y de presidencia de Patrimonio Nacional han ido acumulando años en contra y las últimas informaciones fechaban la inauguración para 2020, a pesar de que en los planes originales el corte de cinta debería haber ocurrido en 2016. Sin embargo, la ejecución de la museografía se especifica por contrato en 18 meses, por lo que la fecha se volvería a mover hasta 2021.
Lucha empresarial
El continuo retraso de esta reunión de expertos que emitirán la opinión de cada uno de los dos proyectos ha ido acompañada por gastos que han llegado a los 17.000 euros por la primera de las citas de los 14. La empresa (Unity Eventos) cobró la cantidad por habilitar los medios técnicos (pantalla y sonido) y un pequeño desayuno. Dentro de esa factura no se incluyen los 900 euros brutos que cobra cada uno de ellos (sólo tres mujeres entre todos) por los dos días que pasaron el 22 y 23 de marzo escuchando las operaciones que prevén las dos empresas.
La demora también ha ayudado a las filtraciones de lo que no puede ser descubierto en público hasta la plica final: tal y como ha podido saber este periódico las dos empresas que han llegado a la final del Museo de las Colecciones Reales son UTES que enfrentan a Telefónica y Acciona. Ésta última se llevó la museografía del Arqueológico Nacional.
La empresa de construcción y gestión de infraestructuras ganó el concurso acompañado de la empresa Empty. La última acción cultural apadrinada por Acciona fue la exposición de Cai Guo-Qiang, en el Museo del Prado. Por su lado, Telefónica interviene desde su propio espacio cultural, en la Gran Vía madrileña, con sus propios montajes, que terminan itinerando por otros museos. Además, patrocinan actividades de museos y tienen presencia en patronatos como el del Prado.
Pelea monárquica
Las empresas aspirantes debían demostrar su solvencia económica y financiera, con una cifra anual de negocio superior a los 3 millones de euros. También su experiencia técnica y profesional con trabajos realizados de similar naturaleza a la del objeto del contrato en los últimos cinco años. El relato debe contar la historia de España a través de las dos dinastías, Austrias y Borbones, “articulada por reinados y con piezas muy emblemáticas que conserva Patrimonio Nacional”. En el cómputo total, la Casa Austria estará representada por unas 220 piezas, los Borbones tendrán 520 y una selección de arte contemporáneo con una breve selección de 14 obras.
Entre los objetivos que se marca Patrimonio Nacional figura “confirmar un perfil propio como museo de visita imprescindible en el panorama cultural de Madrid”. Tal y como se detalla en las “argumentaciones” por parte de la institución dependiente de Presidencia, el turismo es el principal interés del desarrollo del museo.
La última razón del nuevo centro será “atraer un alto porcentaje del flujo de visitantes que acuden al Palacio Real”. Y “conseguir un ratio de cifras de visitantes acorde con el rango del museo y del perfil de su oferta cultural”. Patrimonio Nacional calcula el público potencial en 1,5 millones de visitas anuales. Esa es la cifra para lograr “un equilibrio ponderado de eficacia cultural”. El Prado recibe tres millones, el Museo Reina Sofía algo más de tres y el Palacio Real cuenta al año con un millón y medio de visitas.