La Guardia Civil ha recuperado en Sevilla un busto del emperador Adriano del siglo II d. C., con un "incalculable valor histórico, cultural y arqueológico" que estaba oculto en una finca privada de la localidad de Écija, y que tres miembros de la misma familia intentaban vender por una cantidad en torno a los 500.000 euros.
Según informa el Instituto Armado en un comunicado, la investigación se inició a principios de año, cuando se tuvo conocimiento del posible comercio de esta pieza arqueológica y, tras averiguar la identidad de la persona intermediaria que la estaría ofreciendo a posibles compradores -residente en El Rubio (Sevilla)- se inició una "intensa y continua" vigilancia para detectar la posible ubicación y localización de dicho busto.
Tras "numerosos dispositivos" operativos realizados con esta persona, se pudo identificar a varias de una misma familia que "siempre" iban en compañía del intermediario cuando se producían las reuniones y/o citas con otras personas interesadas, y de quienes se sospechó que pudieran tener en posesión el busto del emperador.
Tras centrar la investigación en esta familia y cubrir una cita entre los investigados, el intermediario y otras personas, la Guardia Civil averiguó la posible situación de la pieza en una finca privada agrícola de Écija propiedad del padre de los investigados, siendo el lugar "idóneo" para esconder el busto romano.
Con los indicios hallados durante la fase de investigación, y tras la pertinente solicitud, el juzgado de guardia de Écija concedió a la Benemérita orden de entrada y registro en la finca, a la que los agentes accedieron el pasado 14 de junio, a la vez que al dueño de la propiedad se le notificaron los motivos de esa diligencia.
"Totalmente enterrrado"
Tras varias horas de registro se localizó, en una nave dedicada a uso agrícola, una zona en la que se observaba que la tierra había sido removida recientemente, por lo que los agentes policiales presentes en el registro procedieron manualmente a realizar una pequeña excavación, hallando a pocos centímetros del nivel del suelo la cabeza del busto del emperador Adriano, que se encontraba "totalmente enterrado".
Tras finalizar el desentierro, la pieza fue trasladada a dependencias de la Guardia Civil de Sevilla, donde quedó depositada a efectos de recibir el primer informe pericial emitido por la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que en dicho documento ha destacado la "autenticidad e importancia" de la pieza recuperada, incluyendo una valoración económica estimada en torno a 500.000 euros, según detalla el Instituto Armado.
Ya el pasado lunes, 8 de julio, y con autorización judicial, agentes del Equipo de Patrimonio de la Unidad Orgánica Policía Judicial (UOPJ) de Sevilla efectuaron el traslado del busto al Museo Arqueológico hispalense, donde se encuentra actualmente depositado para su estudio por la comunidad científica y para la exposición pública.
La explotación de la denominada operación Bustiano, dirigida y coordinada por la Fiscalía de Urbanismo y Medio Ambiente de Sevilla y por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Écija, ha culminado con la imputación como investigados de tres miembros de una misma familia -identificados como A.R.Q, J.R.Q. y C.S.R.Q; los dos primeros, de 50 años y nacidos en Osuna (Sevilla), y el tercero, de 43 años y nacido en Écija-, y de otra persona que responde a las siglas Recuperado en Sevilla un busto del emperador Adriano del siglo II que intentaban vender por medio millón de euros P.J.C.M., de 43 años de edad y originaria de El Rubio. A todos ellos se les imputa un presunto delito de apropiación indebida y otro contra el patrimonio histórico.
Desde la Guardia Civil han puesto de relieve que la recuperación de esta pieza de "tremendo valor histórico, cultural y arqueológico" permitirá realizar "estudios específicos sobre el sentido y significado de las características de uno de los emperadores con más reputación de la época romana", Adriano.