Un grupo de arqueólogos ha hallado un nuevo dolmen con dos cráneos en el monumento megalítico descubierto en Antequera, que pudo formar parte de un espacio sagrado para las comunidades neolíticas antes de que se construyera el dolmen de Menga, y creen que puede haber más restos, por lo que siguen las excavaciones.
La localización se ha efectuado a los pies de la Peña de los Enamorados, en la zona conocida como Piedras Blancas, en la excavación de una estructura megalítica de uso funerario, según ha informado a Efe este miércoles el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuán, que coordina el estudio.
El Departamento de Prehistoria y Arqueología de la universidad sevillana ha publicado un estudio científico por el que acredita que unas pinturas rupestres halladas en la Peña de los Enamorados son de hace 5.900 años, lo que sitúa al lugar como el primer santuario de Andalucía.
Añade que además rubrica la teoría de que Menga se construyó orientado hacia el santuario y que han sido varios los años de espera para el comienzo del estudio de la zona, que ha sido posible tras el inicio de acuerdo entre la familia Moreno-Gozálvez, propietaria de la finca, y la Junta de Andalucía.
El catedrático ha destacado que sin la colaboración de la familia Moreno y su interés en ayudar "nada de esto hubiese sido posible". La ubicación del referido monumento megalítico no se ha hecho pública para preservar la integridad del lugar donde se llevan a cabo los trabajos de investigación y evitar posibles acciones nocivas que les perjudiquen.
Se trata de una estructura dolménica integrada en el afloramiento rocoso natural del sitio y es mitad rupestre, mitad megalítica, indica García Sanjuán. "Estamos intentado con este trabajo tener una mayor precisión de la actividad neolítica de la zona con la aplicación de métodos y técnicas de radiocarbono y luminiscencia", señala el catedrático, que cree que puede ayudar a desvelar que se trata de una zona previa al Dolmen de Menga.
El punto donde se trabaja se descubrió en 2005 y hubo prospecciones de superficie y geofísicas entre 2009 y 2013, pero no se ha excavado formalmente hasta ahora. Destaca que una vez finalice la primera campaña tendrán más datos de la caracterización del sitio de Piedras Blancas y del paisaje megalítico de Antequera en general. Cree que en los próximos años se necesitará una gran investigación arqueológica y que "debe haber mucha información y restos" bajo esas tierras.
El impulso del conjunto arqueológico de los Dólmenes de Antequera trajo consigo diferentes proyectos de investigación desde 2005. Aunque se conocía el lugar de la estructura, "tener una simple idea o conocimiento de superficie es una cosa y otra acometer una excavación que es lo que permite comprobar", ha explicado el catedrático, que precisa que se constata lo que se presuponía. Han corroborado que la estructura integra elementos construidos en una arquitectura natural, que sería la geología.