La Comisión Antiviolencia no tendrá suficiente información para sancionar a los espectadores que interrumpieron el homenaje a Johan Cruyff el sábado pasado, antes del Clásico, con gritos de "Cristiano maricón" y "Puta Madrid". Los aficionados culés que violaron el minuto de silencio en honor al holandés no podrán ser castigados, puesto que los Mossos d'Esquadra, la policía autonómica catalana, ha renunciado a remitir a la Policía Nacional el informe preceptivo sobre los incidentes ocurridos en un recinto deportivo de su jurisdicción.
Fuentes gubernamentales confirman a EL ESPAÑOL un hecho de mayor gravedad: la policía autonómica no facilita estos informes desde septiembre de 2009, en un acto de "desobediencia pasiva continuada" dirigida a "intentar silenciar lo que ocurre en los estadios".
"Cristiano maricón" y "Puta Madrid"
La Liga de Fútbol Profesional (LFP) decidió el martes denunciar ante la Comisión Antiviolencia y el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol los insultos dirigidos a Ronaldo y al club blanco durante el minuto de silencio en memoria de Johan Cruyff. El escrito de la LFP refleja que "de manera esporádica y puntual" algunos espectadores locales, cuya ubicación no puede determinar, con el campo completamente en silencio, gritaron "puta Madrid" y "Cristiano maricón", expresiones que fueron reprochadas con silbidos por cierta parte de la afición local.
El Observatorio Español contra la Lgbtfobia también ha denunciado los insultos ante la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte (conocida popularmente como Comisión Antiviolencia), que se reunirá este jueves y tomará en consideración las denuncias presentadas.
Los Mossos d'Esquadra, en comunicación con este periódico, indican que "no se hizo constar nada en acta porque no hubo ningún incidente destacado".
"Desconexión catalana"
El programa de "desconexión catalana" preside la agenda política de la Generalitat para 2016, pero algunas instituciones vienen siendo pioneras desde hace años. En septiembre de 2009, gobernando el tripartito formado por socialistas, Esquerra e Iniciativa per Catalunya, los Mossos dejaron de enviar informes. Desde entonces, por todas las vías (incluida la Abogacía del Estado), las autoridades estatales han solicitado repetida e "infructuosamente" información sobre incidentes ocurridos en estadios catalanes.
Los hechos abarcan, por ejemplo, las pitadas al himno nacional en la última final de la Copa del Rey (mayo de 2015, Camp Nou) o los insultos que parte de la afición del Espanyol le dedicó a él y a su pareja Shakira ("Shakira es una puta") durante un derbi liguero de 2014. En este episodio concreto la situación adquirió tintes verdaderamente cómicos (si se olvida el incumplimiento normativo): la policía autonómica notificó por email a la Comisión Antiviolencia que "no ocurrieron incidentes que comunicar" (sic).
Impedimentos a las sanciones
La Comisión se ha encontrado con problemas en numerosas ocasiones, según aseguran fuentes autorizadas, para sancionar a los responsables de estos hechos. La mayoría de las veces terminan en sanciones menores: "Sencillamente, carecemos de información para actuar". Un hipotético acta de los Mossos podría, por ejemplo, facilitar la identificación de los responsables de los gritos contra Cristiano Ronaldo y permitir una sanción ejemplarizante. Ante la ausencia de culpables individualizados, los hechos son calificados como "incidentes de público" y quedan bajo la responsabilidad de la Federación de Fútbol (RFEF).
De manera esporádica, y siempre a posteriori, la policía autonómica ha enviado estos años notificaciones de sanciones ya impuestas, y que por tanto resultan (según la Comisión Antiviolencia) "inútiles" para su labor.
La Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte establece que "los servicios competentes de los centros directivos responsables de las organizaciones policiales reunirán la información necesaria sobre grupos violentos en espectáculos deportivos" y "colaborarán estrechamente, intercambiándose la información disponible, directamente o a través de las autoridades gubernativas".
Además, "las grabaciones efectuadas con el circuito cerrado de televisión se conservarán durante un mes, a contar desde la a conclusión del espectáculo, y se destruirán si vencido ese plazo no fueran requeridas por las autoridades competentes para fines de investigación o instrucción de procedimientos".
Federación y Liga de Fútbol Profesional
No hay constancia, tampoco, de que la RFEF envíe observadores a los partidos, dada la guerra abierta que mantiene con la Liga de Fútbol Profesional, que sí manda "delegados de partido" para denunciar hechos ante la Comisión Antiviolencia. Cuando ésta tome una decisión (probablemente el jueves de la semana próxima, una vez estudiado el expediente durante 7 días), le propondrá sanciones (de haber lugar) a la propia Federación o las Delegaciones del Gobierno. La RFEF, pese a su enfrentamiento con el Consejo Superior de Deportes, suele ejecutar las sanciones propuestas en la gran mayoría de los casos. De haber colaboración por parte de una policía autonómica integrada en el aparato de seguridad estatal, los incidentes del Clásico recibirían una pena y serían cada vez menos frecuentes.