Pablo Comas (Madrid, 1964) fue presidente del Recreativo de Huelva entre 2012 y 2016. Empresario con raíces onubenses, dedicado a la alimentación y a la minería, aterrizó en el club tras presentar la única oferta de compra de un club con décadas de problemas administrativos y económicos. Un lustro después, el esperado salvador del decano del fútbol español ha pasado a ser un ‘innombrable’ satanizado por el nuevo propietario del equipo, el Ayuntamiento, y el Recreativo Supporters Trust, el colectivo de aficionados que pretende enderezar el rumbo del club y sacarlo del declive.
Este miembro de la Junta Directiva de la Federación Española de Fútbol (muy cercano a Ángel María Villar) que habla cinco idiomas estuvo hace años en la Comisión Delegada de la Liga de Fútbol Profesional y fue aliado de Javier Tebas antes de distanciarse de él progresivamente. Ha vivido la guerra del fútbol español entre ambos dirigentes en primera fila y acusa a la Administración de haber utilizado al ‘Recre’ como símbolo en su cruzada contra la deuda histórica del fútbol español, en un momento en que un préstamo recibido por el club de la federación en 2015 puede sentar a Villar (y a Jorge Pérez, su exsecretario general y hoy rival) en el banquillo.
“Asqueado” por una querella interpuesta en su contra por presuntos delitos societarios en la gestión del club, Comas denuncia la expropiación “ilegal” del 'Recre', alerta repetidamente contra la “podemización” del club y advierte: “Algo huele a podrido en Huelva, y no es la celulosa de San Juan del Puerto, que cerró hace unos pocos años”.
Lleva usted años insistiendo en que se ha utilizado al Recreativo en una guerra sin precedentes en el fútbol español. ¿A qué se refiere concretamente?
El hostigamiento al ‘Recre’ ha sido un arma más, esperemos que no de destrucción masiva, en la guerra por la ocupación de la Federación Española de Fútbol.
¿El célebre ‘caso Recre’ es sólo un pretexto para atacar a Villar?
No todo... No creo que el señor Tebas tenga nada que ver en el asunto de la rocambolesca expropiación, pero le aseguro que al Recreativo se le ha utilizado por sus problemas con Hacienda, como arma arrojadiza contra la Federación.
La caída de su directiva y del club parte de un incumplimiento de su directiva en el pago de una mensualidad atrasada con Hacienda.
Tuvimos un fallo, que fue un retraso en febrero de 2014 en un pago del acuerdo de fraccionamiento con Hacienda. Hacienda no había querido firmar ningún convenio singular, de alguna forma haciendo una excepción respecto a otros clubes de fútbol. Hizo un acuerdo de fraccionamiento, que básicamente es lo mismo, pero con la diferencia de que el convenio singular te permite un retraso. ¿Por qué no hizo un convenio singular? Pues sencillamente porque el Recreativo de Huelva, desde que se convirtió en sociedad anónima deportiva, ha sido propiedad del Ayuntamiento de Huelva, que tomó el pelo sistemáticamente a Hacienda. ¡Mi Consejo de Administración pagó el IRPF del año 2000! Y compramos el club en 2012.
Al Recreativo se le ha utilizado por sus problemas con Hacienda, como arma arrojadiza contra la Federación.
Hacienda tenía mucha prevención con cualquier cosa que tuviese que ver con el Recreativo. Da igual que hubiese cambiado la propiedad. Habíamos reducido la deuda a la mitad, a 6 millones, pero se montó el numerito por un solo incumplimiento. Un mes. Fue algo increíble... Teníamos dificultades, pero estábamos tan ricamente. La cosa estaba muy bien. Deportivamente también... Pero se buscó dar ejemplo.
¿Cuál fue el problema concreto con Hacienda?
No nos respondían, así que me hice acompañar por la gente del ayuntamiento, por una sencilla razón: el Gobierno en ese momento era del Partido Popular, con Cristóbal Montoro como ministro de Hacienda; y mi socio, que tenía el 23,5% del Recreativo, era de su mismo partido político. Aquello había sido un solo retraso, nada malicioso, que se intentó resolver sobre la marcha, y todo fueron negativas.
Era un momento muy difícil para la sociedad española y para Hacienda.
Sí. Y se montó un lío simultáneo con el ‘Recre’, con el Racing de Santander, con el Zaragoza, con el Espanyol... Con 14 clubes en total. Fue una directriz del Gobierno: había que darle mucha tralla a los clubes de fútbol. El Recreativo era el que iba mejor de todos estos, y el que menos debía. Pero se nos metió a todos en el mismo saco. Fui con el hoy presidente del PP en Huelva a la Dirección General de Recaudación, y se nos dijo que se podía arreglar, pero que no podía volver a ocurrir. Era el 11 de julio, lo estuvimos incluso celebrando. Y el lunes siguiente, cuando fuimos a por la carta de pago, nos dijeron que no ante nuestra estupefacción. Que habíamos pasado de la Delegación de Andalucía a la Delegación de Grandes Contribuyentes. Yo me cabreé muchísimo, llamé a todo el mundo. Pero habían decidido ponernos como ejemplo para el resto de clubes. El día 30 había que hacer pagos para no descender de categoría; y el día 24 nos recibieron, por fin, y ante nuestro asombro nos dicen que o pagamos cinco millones de euros o liquidamos el club.
¿Cinco millones era la deuda entonces?
Aproximadamente. Y entonces pedimos la carta de pago, para no desaparecer. Nunca nos respondieron Entraron en una cerrazón total que duró un año, silencio administrativo negativo. Ni contestaron a nuestros escritos.
¿Cómo es que no descendieron de categoría?
Porque no teníamos antecedentes de incumplimiento con la Liga, no había expediente anterior (como le pasó al Elche, por ejemplo). Se pudo solventar.
Ustedes han recurrido la actuación de Hacienda en el Tribunal Contencioso-Administrativo.
Sí, y en el Tribunal Económico Administrativo Central y en el Defensor del Pueblo. Y casualmente lo hemos ganado en estas dos últimas instancias. (Y espero que el Contencioso-Administrativo también). Porque si el TEAC dice que las actuaciones fueron nulas por fallos de la Administración, será parecido. El daño que hicieron es mucho mayor que si nos hubieran permitido pagar ese mes. Lo pedimos de todas las formas posibles, pero no nos quisieron dar la carta de pago. El alcalde, para mi sorpresa, no hizo nada. Huelva, por muy bien que se viva allí, es una esquina de España con vocación de seguir siendo esquina de España. Es tan estupendo que es innecesario salir de allí. Y los políticos de Huelva, que deberían haber salido a defender al club, no lo hicieron. Le dije al nuevo alcalde: si no ponéis vuestra parte y vuestra ayuda, yo no sigo poniendo dinero. No habían pagado ni el agua y la luz. Les dije que no podia seguir haciendo el esfuerzo de conseguir financiación si el socio que tenía el 23% y se había llevado 11 millones no colaboraba. Esa crisis nos llevó a Segunda B.
¿Fue entonces cuando se le ocurrió lo de la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC)?
Sí… Porque, para colmo, era el año del 125 aniversario. Es de las pocas cosas que me puedo vanagloriar. El PSOE estaba muy a favor de la protección del decano ante el embargo y la presión de Hacienda. Estaban encantados. Pero me dijeron que había unas elecciones poco después y no lo iban a sacar adelante, que sería un éxito para el Ayuntamiento del PP. Que cuando ganaran las elecciones, lo harían. Y así fue.
El club, al final de su etapa al frente del mismo, interpuso un pleito al Ayuntamiento por la construcción del nuevo estadio en el año 2002, una operación que casi todo el mundo coincidía había sido una gran operación del Ayuntamiento de Huelva, en aquel momento para salvar el club.
No fue genial... Fue criminal. Genial hubiera sido vender el antiguo estadio, como se hizo, y utilizar el dinero para ponerlo en el capital social del club. Pero arruinaron a una empresa para siempre. Prácticamente desde el día en en que se constituyó, el Recreativo está en causa de disolución. Los socialistas insistían muchísimo en que tenía que levantar las alfombras, porque ahí había desaparecido mucho dinero. Terminé investigando, y efectivamente ha habido un quebranto patrimonial tremendo. Se limpió completamente el capital social del Recreativo. El club pagó el estadio y el Ayuntamiento se lo puso a su nombre. Así de simple.
Huelva, por muy bien que se viva allí, es una esquina de España con vocación de seguir siendo esquina de España.
Con el nuevo alcalde (Gabriel Cruz) teóricamente se abría una nueva etapa, ¿no?
Sí… Y teníamos buenas relaciones. Pero alguien en el Ayuntamiento, probablemente Pepe Fernández, ideó el tema de la expropiación.
También apareció el Recreativo Supporters Trust, el colectivo de ciudadanos que buscan la salvación del club.
Sí, y la manifestación, y lo del posible ‘último partido’ del decano… Se vendió como un despertar del recreativismo... Pero la manifestación [octubre de 2015] me dolió muchísimo, porque no era por la salvación del club, sino contra el Consejo de Administración. Luego fui cuadrando el puzle. Y yo, que un tiempo antes no podía dar cuatro pasos sin que me pararan para hacer una foto, de repente no podía ni salir al palco.
La expropiación del club se empezó a incubar, dicen sus impulsores, cuando usted dejó de poner dinero.
Desde Navidad [de 2015] yo dije que no ponía más dinero... Estaba perdiendo mucha credibilidad: ¿cómo iba a poner alguien dinero en el club si yo no era capaz de cobrar la luz y el agua a mi socio, el Ayuntamiento? Puse el club a la venta, pero no se presentaba nadie mínimamente capaz de comprarlo.
Los expropiadores dicen que si no llega a ser por esa medida, el club bajaba a Tercera por deudas o desaparecía.
Lo hubiese pagado, igual que todos los años. No olvide que la empresa es mía. La expropiación es nula, una flagrante violación de la ley. Es violencia: la peor violencia, la que ejerce la Administración. Lo que querían era quitar la demanda del club al Ayuntamiento por el estadio. Y como no pudieron, ahora la quieren retrasar. Mientras, van dejando morir al club. El lío es tan enorme que no hay ni siquiera justiprecio. Todo han sido instrucciones políticas. Es intolerable, y les va a explotar en la cara.
Afronta usted ahora un juicio oral por presuntos delitos societarios.
Este asunto del Recreativo se ha judicializado. Empezó mal... Un aficionado, hijo de un antiguo expresidente, miembro del Trust, inició una querella que fue desestimada por la fiscalía. Y entonces debió de convencer a otros compañeros trustistas, y me interpusieron una querella exactamente por los mismos temas, que fue sorpresivamente admitida a trámite después de que ningún testigo me haya acusado de llevarme dinero. Me van a sentar en el banquillo después de una instrucción incompleta. ¿Dónde está el perjuicio económico del club? ¡El único perjudicado he sido yo mismo! La querella es molesta, se lo puedo asegurar. Se ha enterado todo el mundo, te insultan en Twitter... Es sumamente desagradable. Pero estoy tranquilo, porque es metafísicamente imposible que el mayor acreedor privado del club (yo) se haya llevado dinero a ese club. Y que el mayor moroso del club, que es el Ayuntamiento, gane una querella al mayor acreedor del club.
La querella se centra en tres asuntos concretos: el traspaso de Marco Ruben al Villarreal, el proyecto de ciudad deportiva de Tiro Pichón y el préstamo del Banco Espirito Santo.
Sobre lo de Marco Ruben, es sorprendente que no se haya llamado a la parte presuntamente beneficiada, el Villarreal. Efectivamente, había un contrato por el que el Recreativo se reservaba un porcentaje en cualquier traspaso futuro del jugador que le vendimos. Yo no conocía a Fernando Roig de nada, pero ambos clubes habían tenido siempre una magnífica relación (recuerde a Cazorla, Martín Cáceres, etc.). Me llama un día Roig y me dice que hay un fichaje, que nos corresponden 800.000 euros, pero que con esa cláusula el fichaje no puede hacerse, no salen las cuentas. Y que por 250.000 euros sí se puede hacer la operación. Nosotros no contábamos con ese dinero, y lo necesitábamos, era como una lotería. Lo hablé con el personal del club (yo llevaba poco tiempo ahí) y me dijeron que ni lo dudase.
La expropiación es nula, una flagrante violación de la ley. Es violencia: la peor violencia, la que ejerce la Administración.
En cuanto a la ciudad deportiva, Tiro Pichón era un solar contiguo al Nuevo Colombino que tenía un uso dotacional deportivo. Era un sitio fantástico para la ciudad deportiva, y pedimos trasladarla ahí. Además, el Ayuntamiento de Huelva, que estaba y está arruinado, no tenía dinero para desarrollar esa parcela. Podían dividirse los terrenos entre el municipio y el club: es un sitio fantástico, enfrente de la ría. Convocamos un concurso internacional de ideas. Y los gastos, viajes, etc, los íbamos cargando al proyecto de la ciudad deportiva. Y de repente, para nuestra sorpresa, nos enteramos de que el antiguo alcalde dice que las instalaciones de Tiro Pichón va a hacer la ampliación de la feria de Las Colombinas. Hubo una breve pelea, pero pronto me di cuenta de que era imposible, y teníamos muchas otras preocupaciones. Había habido unos gastos en el proyecto, reflejados en la auditoría. El auditor dijo que habría que justificarlo, arreglarlo. ¿Solución? Puse yo el dinero. 400.000 euros, lo que habíamos imputado a esa partida. ¿Dónde está el delito?
¿Y por qué se admite a trámite la querella?
Pues porque se ha creado una presión social más propia de Goebbels que de una democracia, que acaba llegando a los jueces. Huelva es una ciudad muy pequeña, tanto que en un programa de radio coinciden el juez de la Audiencia Provincial que tiene que dirimir sobre una querella nuestra, con el abogado que nos acusa, con uno de los testigos principales de la querella y con el periodista (por llamarle de alguna forma) que más veces se ha saltado el Código Penal a la hora de difamar, Paco Morán.
¿Teme ir a la cárcel?
Visto lo visto, solo espero que si me condenan se pueda recurrir al Supremo y no en Huelva. Si se saca el caso de Huelva dura cinco minutos. Me da cierto respeto, francamente.
Volvamos al tercer elemento de la querella, el préstamo del Espirito Santo.
Yo no iba a ser el presidente del Recreativo, pero tenía un salario como consejero delegado (que no percibí jamás). Las circunstancias del club no eran buenas, y afortunadamente no me hacía falta, puedo ganarme la vida con cierta holgura sin necesidad de gravar a una empresa que, por cierto, es mía. Había que pagar un millón de euros, y para ponerlo pedí un crédito al banco con una sociedad mía. Pignoré mis sueldos para pagarlo. Entonces el banco me propuso dejar el dinero prestado a plazo fijo, a nombre del club. El beneficiado era el club, que ponía el dinero recibido a plazo fijo. Y ese plazo fijo funcionaba como segunda garantía del préstamo. Cuando no se pagó una mensualidad, por un problema puntual de mis empresas, le dije al banco que se cobrase el crédito y se saldasen las cuentas.
Es decir, con el dinero del club.
Con mi dinero, si no le importa. El dinero que yo le había prestado al club. Yo había puesto mucho dinero más (dos millones de euros) en el club. Se hizo así en lugar de que el club me devolviese el dinero y pagar yo el crédito. Si el Fiscal no vio delito en ello inicialmente, no sé por qué ahora se ve posibilidad de delito.
Ustedes han recusado al juez de instrucción y presentado otro recurso a la admisión de trámite que acaba de ser rechazado. ¿No pueden considerarse maniobras entorpecedoras?
Lo ilógico es que esto haya continuado, pero una vez que ha continuado lo vamos a pelear con todo lo que permite la ley. Y lo que no quiero, bajo ningún concepto, es que se juzgue antes de la decisión sobre la expropiación un caso penal donde, visto lo visto, tengo serias dudas sobre si se va a hacer justicia o no. La instrucción ha sido deleznable. Yo quiero que se haga cuanto antes mejor, pero con garantías. Le recuerdo que en el recurso sobre la expropiación, la magistrada del Juzgado Contencioso-Administrativo número 2 a la que le correspondió, amiga mía durante mucho tiempo y ya no tanto, ha tardado 100 días en decidir que no podía encargarse del caso. Lo que pretende el Ayuntamiento es que la expropiación se alargue lo más posible.
Y aprovecho para decir: no hay ningún tenedor de buena fe. Como el Ayuntamiento saque a la venta algo que no es suyo (y el club no es suyo), debe saber que la expropiación se va a declarar nula. Es una actitud malvada con una pretensión clarísima: retrasarlo, y mientras hacer cosas. Manosean una empresa que no es suya, la perjudican gravemente y perjudican la imagen de la ciudad. Porque esto es como Venezuela. ¡Exprópiese!. Sin ningún fundamento jurídico ni nada. Una mamarrachada. Pero como han creado una imagen de mí como el coco, hacen lo que les dá la gana.
¿Confía en recuperar el club?
Yo no quiero volver a ser presidente del Recreativo. Lo que no quiero es que me roben. El club está expropiado de hecho, no de derecho. Ha sido una maniobra populachera. Los que iban a salvar dinero, ni han hecho nada ni han metido un duro. Y tienen muy enfadados a Hacienda, claro. Decían que el club iba a desaparecer, pero era imposible, porque yo hice lo del BIC. Y el ‘Recre’ es perfectamente viable si cobra lo que le deben. Dígame qué pinta un Ayuntamiento llevando un club de fútbol convertido en SAD. Es absurdo y ridículo. Está muy bien que las instituciones protejan a los clubes de fútbol de su ciudad, pero otra cosa es llevarlo a la ruina, saquearlo hasta cierto punto con la construcción del estadio (que sin duda es el motivo fundamental de la expropiación). Han expropiado el Recreativo como RUMASA; es la ‘podemización’ del fútbol.
¿Piensa que el embrollo se resolverá este año?
Esto no puede seguir mucho más tiempo. Se va a crear un grave problema político. ¿Van a tener narices los jueces de Huelva para desmontar este espectáculo jurídico-comíco que ha montado el Ayuntamiento? El problemón es tremendo. Les vamos a pedir daños y perjuicios. Han puesto al club en causa de disolución desde su misma constitución. Y ahora van a volver a dañarlo. Como desistan del pleito puesto por el club para recuperar el estadio, va a ser muy gordo. Es demasiado escandaloso.