Lebron James y Kyrie Irving se mantiene al borde del alambre con su primera victoria en estas Finales de la NBA. Sacaron arrojo y alma. Sacaron triples y corazón. Sacaron un resultado (137-116) que pone el 3-1 en la eliminatoria y se lleva la serie de vuelta a casa de Golden State Warriors. Igual que el año pasado.
Tenían que despertar. Parecía que, tras el último encuentro, sellado con un triple de Durant antológico, no había nada que hacer ya. Que después de esa derrota tras ir todo el partido en cabeza todo estaba perdido. Sin embargo, Cleveland despliega las alas y se vuelve la serie a San Francisco gracias a una victoria con una autoridad enorme. Todos los jugadores estuvieron enchufados, e incluso los tiros imposibles llovieron dentro del aro. Dos protagonistas de nuevo que brillan como dos soles aztecas: Lebron James (31-10-11) y, cómo no, el eléctrico Kyrie Irving con 40 puntos, verso suelto de los Cavaliers, el jugón por excelencia que no necesita para hacer mella en el rival a nadie más que a sí mismo. También hubo récords.
En un partido bronco, durísimo, con un muy cuestionable arbitraje, todo se desarrolló en medio de una tensión muy elevada. Múltiples parones por faltas, revisiones de vídeo, tiros tras técnica... Todo eso benefició, obviamente, a Lebron y a Kyrie, condenados a jugar tantos minutos seguidos para sostener a su equipo. Muchos de esos instantes les permitió descansar.
Dominio desde el primer minuto
Fue un dominio absoluto de principio a fin. Los Warriors comenzaron dormidos en el primer cuarto. Cavaliers por fin, en toda la serie, protagonizaron una exhibición coral y acertada. Se fueron 49 a 33 al banquillo tras el parcial de inicio. Nadie había metido nunca 55 puntos en un primer cuarto.
El vendaval imparable de Kyrie Irving, Lebron James y Kevin Love se tradujo en números de escándalo: 13 triples ( con 59 % de acierto) tan solo en una mitad, 87 puntos al descanso (récord histórico en las finales de la liga), una ventaja de 18 sobre los californianos... Durant, Curry y compañía no pudieron detener el ímpetu de quienes iban perdieron 3-0 hasta la noche de ayer. Fue un festival anotador que nadie, ni siquiera ellos mismos, pudieron contener. Ninguno de ellos apareció en escena. Cómo parar a un tipo que hace cosas como esta.
Ni siquiera en el tercer cuarto pudieron. Golden State logró acercarse a los 12 puntos. Pero se entró en el último período como se había entrado en los anteriores: con los Cavs enchufando y enchufando. Modo locomotora. Les entraba todo. Lebron selló la rúbrica con un triple que ponía el +19 antes de los 12 últimos minutos.
Los últimos minutos no tuvieron más historia, acaso un pequeño recorte en la ventaja, pero la inercia anotadora de los locales fue imparable. Madrugada del lunes al martes, Oakland, escenario del 5 encuentro de este choque de infarto.