Larry Nassar ha escuchado uno a uno los testimonios de cada una de las gimnastas que, cuando eran niñas, sufrieron sus abusos. Ha visto cómo le miraban a la cara, cómo le desafiaban y como le decían que ya no tenían miedo, que ahora empezaba su infierno. No se equivocaba ninguna de ellas, pues el que fuera médico de la selección estadounidense de gimnasia ha sido condenado a una pena de 40 a 175 años de cárcel al encontrarle la sala del Tribuna 5 de Lansing (Michigan) culpable de siete cargos de agresión sexual.
"Acabo de firmar tu sentencia de muerte. No has hecho nada para que merezcas andar libre nunca más", afirmó la jueza Rosemarie Aquilina de Lansing (Michigan) antes de leer la condena. Larry Nassar, de 54 años, no volverá a salir a la calle en libertad, pues además de los 10 cargos de conducta sexual criminal de los que se ha declarado culpable, el que fuera gurú de la medicina se encontraba ya en prisión cumpliendo una condena de 60 años de cárcel por un delito de pornografía infantil.
Nassar se declaró culpable de haber utilizado su autoridad profesional para abusar y agredir sexualmente a jóvenes mujeres que acudían a él para recibir atención profesional. De hecho, el que fuera responsable de los servicios médicos del equipo olímpico estadounidense de gimnasia y de la Universidad de Michigan State aceptó un acuerdo de culpabilidad por el que cualquiera de las víctimas que hubiera presentado una denuncia podía declarar ante el tribunal antes de que la jueza dictase sentencia. Por eso hasta 135 mujeres, que en su día fueron niños de las que abusó Nassar, dejaron su testimonio durante los siete días que duró un juicio demoledor.
En una declaración antes de ser condenado, Nassar se disculpó con las víctimas y aseguró que "no hay palabras que puedan expresar la profundidad y la amplitud de cuánto lo siento".
La audiencia, que comenzó el martes pasado y se esperaba que presentara las declaraciones de 88 víctimas y durara cuatro días, finalmente duró siete días, cuando docenas de niñas y mujeres se presentaron para enfrentar a Nassar. Los medios locales catalogaron de "desgarradores" los relatos de los abusos de Nassar, que ya fueron denunciados en el pasado por parte de algunas víctimas ante la Universidad Estatal de Michigan, donde el médico trabajaba.