Floyd Mayweather y su séquito se vieron involucrados en un tiroteo este lunes de madrugada en Atlanta. No se descarta que el objetivo de los asaltantes fuese asesinar al boxeador, que volvía al Hotel Intercontinental de la ciudad estadounidense tras pasar varias horas en un club nocturno. Él no resultó herido, pero sí uno de sus guardaespaldas, que recibió un impacto de bala en la pierna.

Sobre las tres de la mañana, el coche de los asaltantes se habría detenido al lado o cerca de uno de los tres que ocupaban Mayweather y su entorno para después abrir fuego sobre la caravana de vehículos. Se cree que el deportista viajaba en uno de ellos y la policía, que investiga el caso, afirma que hubo "premeditación" en el ataque.

Los coches que escoltaban al de Mayweather intentaron escapar del lugar lo antes posible, cosa que consiguieron tras unos minutos de persecución. Quién le iba a decir al púgil que su noche acabaría de una forma tan accidentada: volvía de una fiesta.

La policía tiene muy claro que "el tirador estaba apuntando al vehículo de la víctima (el guardaespaldas)", tal y como informó su portavoz, Donald Hannah, al Atlanta Journal-Constitution. Por lo tanto, "no fue un tiroteo al azar".

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