La apuesta del CSD por la paridad: un Observatorio de la Igualdad entre la política y el deporte

España, como país, sigue trabajando en una lucha que lleva muchas décadas abierta. Se trata de la igualdad en la sociedad a todos los niveles. El punto más recurrente siempre son las diferencias entre ambos sexos, hombres y mujeres, pero también están las injusticias que sufren, por ejemplo, las personas con alguna discapacidad. 

Para contribuir a esa lucha, España, y en especial el deporte, han puesto en marcha una iniciativa, la creación del Observatorio de la Igualdad. Una institución impulsada por la apuesta decidida del Consejo Superior de Deportes por la paridad y también por el polémico Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero. Una alianza entre la política y el deporte que siempre genera mucho debate. 

El objetivo de este nuevo organismo es trabajar en la búsqueda de la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres en el ámbito deportivo a través de diferentes iniciativas. Además, este observatorio también pretende trabajar por los derechos de los deportistas de alto nivel con discapacidad para eliminar en la mayor medida de lo posible todas las barreras que se suelen encontrar en la pelea por sus objetivos y sueños. 

Una apuesta arriesgada

Cualquier asunto que tenga que ver con la igualdad, y en especial con el ministerio que se dedica a tratar los problemas que surgen alrededor de esta meta que todavía persigue la sociedad, generan polémica. Y especialmente si este mezcla también su labor con el deporte. Sin embargo, en mitad de esa polémica, aparece el Consejo Superior de Deportes para intentar ordenar cada asunto en su lugar correcto. 

Así fue como nació el Observatorio de Igualdad del deporte, el cual fue aprobado por el Consejo de Ministros en el mes de diciembre del año 2020, pero que no ha visto la luz hasta ahora. El objetivo de este paso no era otro que "realizar un diagnóstico fiable y válido sobre las políticas y avances en igualdad en el deporte". 

Además, con su creación, este Observatorio de Igualdad persigue también "plantear las medidas adecuadas para combatir cualquier tipo de discriminación por razón de sexo, garantizar la igualdad de trato y oportunidades y aumentar la presencia de las mujeres en todos los ámbitos del deporte". Un objetivo idealizado, que está todavía muy lejano de conseguir y que sigue pareciendo ciertamente utópico en los días que corren, especialmente en un universo tan salvaje como es el deporte. 

Este nuevo observatorio, además de surgir con un claro sello deportivo, tiene también un amplio componente político ya que está amparado por la presencia de miembros de hasta once ministerios diferentes, con el Ministerio de Igualdad a la cabeza. Estos son los ministerios de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Defensa, Educación y Formación Profesional, Trabajo y Economía Social, Industria, Comercio y Turismo, Derechos Sociales y Agenda 2030, Ciencia e Innovación y Consumo y Universidades.

A pesar de que está previsto que tenga un funcionamiento constante a través de una plataforma digital en la que se volcarán diferentes contenidos informativos, estudios y normativas, también tiene previsión de llevar a cabo al menos dos reuniones al año. A su vez, tendrá también la aportación de expertos y evaluadores externos. 

Una de las apuestas que más ha sorprendido ha sido la elección de que la persona que estará al cargo como máximo responsable. Aunque se esperaba que esta función pudiera recaer en una alguna de las muchas figuras femeninas que forman parte de este nuevo ente, será el polémico Albert Soler quien ejerza como presidente a través de la Dirección General de Deportes del CSD.

Hace tan solo unos días, el Tribunal Supremo anulaba precisamente que su nombramiento como director de deportes el propio Consejo Superior de Deportes, cargo que ostentaba desde el mes de mayo del 2021. Es por este motivo que está por ver cuál será su implicación real en el nuevo observatorio hasta que este asunto quede resuelto. 

El protagonismo de las mujeres

A pesar de que las labores de presidencia y dirección vayan a estar encabezadas en primera instancia por Albert Soler, lo cierto es que este nuevo Observatorio de Igualdad en el deporte tiene un gran protagonismo de las mujeres desde su creación. Por ello, no es de extrañar que muchas figuras femeninas tengan protagonismo en este nuevo organismo que pretende ser un ejemplo, no solo para el deporte, sino para toda la sociedad. 

Dentro de este nuevo observatorio, buena parte de las decisiones pasarán por las figuras de sus dos vicepresidentas, Bárbara Fuertes y Ana Varela. La primera de ellas es la subdirectora general de Mujer y Deporte del CSD, mientras que la segunda es la subdirectora general de Programas del Instituto de las Mujeres dentro del Ministerio de Igualdad. Fuentes afirmaba que este nuevo organismo "arranca con medidas concretas que ya están poniéndose en marcha". Por su parte, Varela añade que será una herramienta "para conseguir la igualdad en las demás esferas de la vida". 

Algunas de esas medidas que ya están en marcha son crear campañas de publicidad específicas, un estudio sobre la presencia de la mujer deportista en los medios de comunicación y subvenciones para que las federaciones impulsen planes de igualdad. También se prevé llevar a cabo la coordinación de políticas internacionales con organismos como el 2 International Working Group on Women & Sport (IWG) o la Red Iberoamericana de Mujer y Deporte.

Sus trabajos se podrán evaluar a través de un informe anual que presentarán sobre sus actividades y que será publicado en la página web del propio Consejo Superior de Deportes. De momento, el Observatorio para la Igualdad del deporte ya ha contado con la participación de la doctora Payoshni Mitra, responsable del Global Observatory for Gender Equality & Sport y directora del Centro para el Deporte y los Derechos Humanos. En esa primera reunión que daba el pistoletazo de salida a este nuevo organismo también participó María Martín, exgimnasta olímpica en Seúl 1988 y campeona de España. Así es como se ha gestado el arranque de una institución con tintes polémicos, pero que persigue un fin valioso e importante. 

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