Si hay una definición acertada para resumir la historia y trayectoria de José Luis Sáez (Badajoz, 1960), ésa es la de 'hombre de baloncesto'. El deporte de la canasta le acompaña desde sus años de juventud en Sevilla, la ciudad que le acogió desde los 11 años para jugar, entrenar y comenzar su carrera directiva. La misma urbe donde en los últimos días se acoge con sorpresa la investigación que puede dar al traste con la presidencia de Sáez en la FEB (Federación Española de Baloncesto).
“Siempre ha hecho mucho por el baloncesto en Sevilla y confeccionó nuestro equipo profesional. Incluso trajo al primer americano de la historia del club”, reconoce un periodista de un medio local hispalense. Los años en el entonces Caja San Fernando llevaron a Sáez a presidir la Federación Sevillana de Baloncesto en 1987. Cinco años después, sería elegido máximo responsable de una Federación Andaluza que ahora le repudia. La que fue su casa es una de las 11 sedes territoriales descontentas con el máximo responsable del baloncesto español.
El presidente andaluz, Antonio De Torres, confirma a EL ESPAÑOL los hechos de la reunión destapada por el diario El Mundo: “Nos reunimos con Sáez para decirle que aparentemente había ciertas irregularidades en una documentación y que entendíamos que tenía que haber una explicación. Nos dijo que sí, pero que al no saber de qué documentos se estaba hablando, de qué se le acusaba, no podía defenderse. Le respondimos que si efectivamente se acreditaba lo que se estaba exponiendo, tendría que pensar en la dimisión, pero no le dijimos directamente que se fuese. Lo comentó un presidente de los que estábamos allí: 'Incluso si el reo confiesa asesinato, siempre tiene la última palabra' “.
Una personalidad arrolladora
“Si la Andaluza ha tomado esa medida, me parece un gran gesto. Allí tienen contacto personal con Sáez y tendrán sus motivos para pedir la dimisión”, comenta el periodista sevillano consultado por este diario. El extremeño no tardó en convertirse en uno de los vicepresidentes de Ernesto Segura de Luna en la FEB. Delfín de su predecesor en el cargo tras perder las elecciones del 96, fue acaparando más y más responsabilidades hasta ser nombrado presidente en 2004.
“Lo positivo de Sáez es que tiene una personalidad arrolladora. Tiene mucho duende. Gana mucho en las distancias cortas y no te deja tirado cuando te considera su amigo”, revela un antiguo empleado de la FEB. “Es encantador, brillante, chisposo y muy convincente. Tiene una gran capacidad para vender sus ideas”, corrobora un influyente periodista del sector baloncestístico.
“Personalmente, la figura de Sáez se empaña por un hecho delictivo. Profesionalmente, no se le puede poner un pero. Con él ha habido una estructura de baloncesto más fuerte en España”, cuentan en Sevilla. “Es el mejor gestor deportivo de España en la era moderna. Ha traído un Eurobasket y un Mundial aquí y eso antes era impensable”, añade otro ex trabajador federativo. Una “institución del siglo XIX” acabó convertida en una “Federación del siglo XXI” de la mano de Sáez.
O con él o contra él
Sin embargo, las luces de su mandato no logran contrarrestar las sombras que se apresuran en sobresalir durante las últimas horas. “Es alguien egocéntrico, que siempre quiere ser el protagonista. Si dices a todo que sí y trabajas, puedes vivir muy bien en la FEB. Si realmente te marcas unas líneas, intentas seguirlas y le dices al presidente que algo está mal hecho o que se podría hacer de otra manera… Las broncas con él son de mobbing (acoso laboral) y amenazas. O estás con él o estás contra él”, revela otro de los antiguos trabajadores de la organización consultados por este periódico.
A medida que los éxitos de las selecciones españolas de formación y absolutas se sucedían, el poder de Sáez en la FEB aumentaba, a la par que su imagen de directivo modélico de puertas para afuera. “Alardeaba de tener total control sobre la parte deportiva de la federación y pensaba que los entrenadores son un vehículo de usar y tirar”, aporta otra fuente que trabajó en la sede de la madrileña Avenida de Burgos.
La relación con las federaciones territoriales es otro punto escabroso en la trayectoria de Sáez, más allá de la ya mencionada reunión con sus homólogos. “Todos los presidentes autonómicos que van a pedir su cabeza saben de qué va la película. Han pasado muchos años y nadie ha dicho nada. Todos han ido al Txistu, han salido por la noche, han cogido los regalos en las asambleas y le han aplaudido y votado por unanimidad. Todos cobran dietas como campeones”, asevera una de las personas que ha conocido de cerca el entorno FEB.
Guerra abiertacon FEB y COE
También asoman las discrepancias, de sobra conocidas, con la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) y el Comité Olímpico Español (COE). “Cuando la selección absoluta consigue un éxito, la FEB se lleva muchas más medallas que la ACB. Al contrario, en USA nadie habla de USA Basketball y se le da toda la prevalencia necesaria a la NBA. La FEB ha logrado ser un emporio por juntar y traer jugadores, pero también ha conseguido muchos patrocinadores. Es la pasividad de la ACB frente a la hiperactividad de la FEB”, cuenta el reputado periodista especializado en baloncesto consultado por EL ESPAÑOL.
Así, las presuntas irregularidades cometidas por Sáez apenas han sorprendido en el mundillo. “Al final, la gente que está en el poder mucho tiempo y con éxito tiene un problema. Pierden el sentido de la realidad y se creen que están por encima del bien y del mal”, afirma uno de los otrora trabajadores de la FEB. “Yo soy partidario de que los cargos sean de dos mandatos. No sé si el poder corrompe, pero a lo mejor te relaja y puedes cometer errores”, expone el presidente de la Federación Andaluza.
“El caso de Sáez incide en que el sistema federativo, que viene del siglo XIX al revés que el sistema asociativo (modelo americano), tiende a ser un círculo muy cerrado y lleva a este tipo de patologías. Tenemos los ejemplos de la FIFA, la UEFA, el tenis, el atletismo… Siempre hay unos líos tremendos. Cuando los clubes distribuyen su propio dinero y gestionan sus propios recursos, estas cosas tienden a suceder menos”, reflexiona nuestra fuente en el periodismo baloncestístico.
Una de las frases que más solía repetir Sáez en la FEB era que él no creía en las casualidades. Aún está por ver si lo acontecido con la investigación del Consejo Superior de Deportes lo es o no.