Reconocerlo públicamente sería una puñalada al entorno que le proporcionó estabilidad personal, deportiva y económica, pero es inevitable. Al pensar en el verano, en la cabeza de Marc Gasol aún resuenan lejanos ecos de samba y no para visitar las playas de Copacabana.
Pese a la complejidad de su lesión y pasado el mal trago de la intervención quirúrgica, asaltan a todo jugador dudas sobre el proceso de rehabilitación, la recuperación de la confianza o el ritmo competitivo. Pero también es cierto que la temporada pasada el jugador franquicia de los Grizzlies sufrió sin poder ayudar a sus compañeros en la conquista del oro continental que sonaba a reivindicación mundial tras el fiasco de Madrid 2014. Por eso la oportunidad de intentar el tercer (y definitivo) asalto al poder yanqui en los Juegos de Río había empujado a Marc Gasol a oficializar su disponibilidad consumiendo los créditos obtenidos en Memphis a cambio del mal trago de la renuncia en 2015.
Sergio Scariolo andaba ya enfrascado en cábalas para recuperar la eficacia de una fórmula ganadora “Gasol&Gasol”, de la que tuvo que prescindir por obligación en 2015 tras hacerla altamente eficaz en Lituania 2011 y Londres 2012 pese a la reducción importante de espacios que generaba en una cancha que parece menguar ante el aumento de tamaño de los jugadores españoles.
Inoportuna oportunidad
La inoportuna lesión que ha privado a Marc de seguir creciendo con unos Grizzlies que ya atisbaban señales de reconstrucción obliga a la selección a cambiar de plan regresando al esquema el pasado verano.
A falta de saber con qué piezas definitivas contará parece claro que la FEB confirmará próximamente la renovación de su cuerpo técnico con el arquitecto Ángel Palmi a la cabeza, Sergio Scariolo como el más dotado de los conductores del “Ferrari” del Baloncesto Español y Jorge Garbajosa como enganche perfecto entre directiva y jugadores, así como del resto de ayudantes y “staff” que hacen de la puesta a punto del mejor equipo de Europa una realidad cada verano.
La ausencia de Marc deja el dibujo táctico en el que estaban trabajando Scariolo y sus colaboradores en un plan B que sólo sería viable en caso de sanación milagrosa.
Además, esa recuperación estaría en cualquier caso condicionada por precedentes similares como la realizada por Garbajosa para llegar al Eurobasket de 2007, pagando un alto coste económico a través de un seguro y deportivo, ya que le acabaría apartando del máximo nivel internacional.
Lesiones similares y recaídas ilustres también desaconsejan creer milagros. Como la de Zydrunas Iglauskas en Cleveland, o el rookie Joel Embiid que aún no ha debutado tras resentirse de la misma lesión que Marc Gasol el pasado verano después de ser operado.
'On the back foot' vs 'On the wrong foot'
Los americanos suelen emplear dos expresiones cuando afrontan una situación con el pie cambiado. Los tremendistas utilizan “on the wrong foot” (con el pie equivocado) para expectativas altamente negativas. Aunque en el contexto de la selección y habida cuenta de lo que sucedió el pasado verano, los partidarios de utilizar “on the back foot” (referido a un paso hacia lo incierto) irían más en la línea de la situación real.
El equipo nacional pierde pegada, pero ya afrontó una situación similar la temporada pasada. En aquella memorable ocasión conquistaría el oro europeo con más espacios para sus cincos, Pau Gasol y Willy Hernangómez, generados por cuatros abiertos más tiradores como Nikola Mirotic o Víctor Claver.
Serge Ibaka, laotra gran opción a sustituir a Marc, ya ha manifestado a EL ESPAÑOL su disposición a acudir a la llamada de Sergio Scariolo y enterrar divergencias de opiniones, que las hubieron, en su último viaje juntos, también realizado con aroma olímpico. Aunque el seleccionador huye del reduccionismo de una encuesta Mirotic-Ibaka que carecería de sentido a cinco meses vista de los Juegos.
Scariolo, por el momento, se centra en que “la construcción de equipo es muy diferente con o sin Marc”. Y es que este grupo “funciona más como un equipo que como una selección” apunta Ángel Palmi, dando una de las pistas enfocadas a repetir estructura de juego similar a la del pasado Eurobasket con bastantes jugadores de los que mostraron su compromiso tras el Mundial más el regreso de algunas de las estrellas ausentes en Francia. Una fórmula para empezar a cambiar la acepción de entrar en unos Juegos Olímpicos con el pie cambiado.