Dicen que muerto el perro, se acabó la rabia, pero al Valencia Basket le costó muchísimo claudicar ante el Real Madrid este jueves. Por coraje, por vergüenza torera y, sobre todo, por la calidad demostrada durante todo un curso lleno de buen baloncesto. Sin embargo, acabó haciéndolo en los últimos instantes. Por mucho que Justin Hamilton y Bojan Dubljevic dieran un clínic en la pintura, Sergio Llull y Jaycee Carroll hicieron lo propio en el perímetro. Además, Gustavo Ayón volvió a ser un ejemplo de intimidación a la hora de la verdad. Así, la casta del campeón le llevó a su quinta final consecutiva en la Liga Endesa. Eso sí, sudando tinta china (80-82).
El guión del encuentro no parecía nada destinado a la igualdad cuando, durante el segundo cuarto, el marcador mostraba hasta 13 puntos de ventaja favorables a los blancos. La explicación radicó en una excelente racha triplista de los hombres de Pablo Laso, soberbios desde un 6,75 clave para explicar su triunfo. Aparte de los ya mencionados Llull y Carroll, Rudy y Nocioni también hicieron gala de sus dotes de killers como tiradores exteriores. Sin su acierto en la primera mitad y en los minutos decisivos, podríamos estar hablando de un quinto y trascendental partido en el Barclaycard Center.
La posibilidad estuvo realmente cerca de producirse, ya que los locales se desperezaron viéndole las orejas al lobo. Ya que no tenían el día en el lanzamiento de tres puntos, decidieron empezar la remontada a partir de la defensa. Lo consiguieron ganando tanto el segundo como el tercer parcial con un protagonista claro: Justin Hamilton. Con más dificultades para sobresalir en los anteriores encuentros de la serie, por fin logró brillar con luz propia, demostrando por qué sonó como futurible MVP durante algún momento de la temporada.
Por dentro le acompañó Bojan Dubljevic, desaparecido en el tercer encuentro y de nuevo inconmensurable en el cuarto. Y, por si fuera poco, Romain Sato y Jon Stefansson aportaron casi todo el lanzamiento exterior que se les resistió a sus compañeros. Añadiendo a la ecuación tanta intensidad defensiva como el martes, la sequía anotadora del Madrid llegó a ser preocupante durante unos cuantos minutos.
Y, aun así, las rentas taronjas fueron escasas en comparación con las que llegaron a atesorar los de Laso en los primeros compases. Pedro Martínez y sus pupilos tuvieron que conformarse con un liderazgo máximo de cuatro puntos. Intentaron defenderlo con uñas y dientes, pero se les acabó escapando en cuanto los visitantes recuperaron la puntería.
Sin miedo a quemarse con el balón, la gran bestia negra del Valencia Basket, Sergio Llull, se cobró su particular venganza por la polémica eliminación que sufrió en el anterior encuentro. Su anotación, unida a la de Carroll y Nocioni, acabó dándole el pase a la final al Madrid cuando el encuentro se puso en un puño. Aunque el momento clave de los instantes definitivos lo protagonizó Gustavo Ayón, con una canasta y posterior defensa que acabaron por amarrar el triunfo carrusel de tiros libres mediante.
Tras una recta final de serie durísima y con el fantasma del quinto partido muy presente este jueves en la Fonteta, el Madrid ya espera rival para la eliminatoria por el título. Saldrá de la otra semifinal entre el Barça y un también rebelde Baskonia, que celebrará su cuarto partido este viernes (20:30). ¿Acabarán los vascos la noble labor del Valencia Basket o volverá a reinar la lógica del favoritismo con una victoria catalana? Mientras tanto, el vigente campeón ya guarda armas en busca de repetir corona liguera.
Ficha técnica
80.- Valencia Basket (18+20+15+27): Vives (6), San Emeterio (7), Sato (14), Peterson (-), Hamilton (23) -cinco titular- Stefansson (8), Dubljevic (16), Diot (2) y Lucic (4).
82.- Real Madrid (25+19+9+29): Llull (16), Maciulis (9), Taylor (2), Thomkins (5), Ayón (10) -cinco titular- Rudy Fernández (9), Nocioni (11), Reyes (2), Carroll (17) y Sergio Rodríguez (1).
Árbitros: García González, Conde y Araña. Eliminaron por faltas personales a los locales Stefansson (m.40) y Vives (m.40) y a los visitantes Reyes (m.37)
Incidencias: tercer partido de la eliminatoria semifinal de la Liga ACB disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 8450 espectadores.