José Arturo Aguado de Maeztu (Madrid, 1962, bilbaíno desde los tres meses) conoce las entrañas del baloncesto desde hace años. No sólo al frente de la Federación Vizcaína o de la Vasca, que preside actualmente. También ha sido árbitro y ha pertenecido a distintos organismos relacionados con este ámbito. Quizá por eso, en busca de la mayor objetividad e imparcialidad posibles, su candidatura para presidir la Federación Española de Baloncesto tiene una máxima clara: el consenso. Como él mismo ratifica una y otra vez en esta conversación con EL ESPAÑOL antes de las elecciones del 9 de julio.
¿Qué es lo que más le ilusiona a la hora de optar a presidir el baloncesto español?
En este momento, lo que más me ilusiona, y que no suene pedante, es que puedo ser la persona que más aglutine a las diferentes federaciones y estamentos del baloncesto español. Para salir de la crisis en la que está sumida la FEB, es necesario el mayor número posible de consensos y de apoyos. Creo que es absolutamente necesario conseguirlos para que entre todos saquemos adelante cuatro años que van a ser difíciles.
¿Y lo que más le asusta?
Que no consigamos ese consenso. No podemos gobernar la FEB sin una unión importante. Todos los problemas se van a poder solucionar si todos, o una inmensa mayoría, remamos juntos. Como vayamos cada uno a defender nuestra partecita, nos habremos equivocado, y eso sí que será preocupante.
En su opinión, ¿qué requisitos debería cumplir el candidato perfecto?
Tener talante conciliador y unos conocimientos sobre el entramado federativo y deportivo, también formación jurídica y económica. Que sepa o que pueda, en compañía de un buen equipo de trabajo, gestionar una empresa con un presupuesto de más de 20 millones de euros. Que conozca el mundo de la empresa y el mercado.
Su candidatura se apoya en dos pilares fundamentales: el consenso en el que tanto insiste y la transformación. ¿Cómo pretende desarrollar este segundo punto?
La FEB hay que cambiarla. Quien pretenda mantener la misma federación que había con anterioridad, se está equivocando. Ni el presidente va a ser igual que el nuevo (en mi caso, hay muchas diferencias). No podemos hablar de un continuismo en ninguno de los casos. Cuidado, ha habido cosas que se han hecho bien en los años de gestión de Sáez: los éxitos deportivos y una política de marketing importante.
Ha habido una generación de jugadores inigualable. No van a volver a salir los Gasol o Navarro otra vez. Probablemente sea muy difícil y no lo veamos. La Federación también ha tenido el acierto de poder conservar a esos jugadores y de transmitirles las ganas de defender la camiseta de España. Además, se han conseguido grandes sponsors y resultados económicos. En la medida de lo posible, habrá que conservar los valores y el patrimonio que ya se tienen. No se tiene que cambiar por cambiar, sino aquello que entendamos que hay que reformar, que es mucho.
A su juicio, ¿qué aspectos hay que reformar con más urgencia?
Yo entiendo que ha habido poca transparencia en la federación, que ha sido muy presidencialista. Ahora tiene que haber una Junta Ejecutiva que participe, en la que se tomen las decisiones con transparencia y de forma colegiada. Habrá que hacer un ajuste presupuestario importante. La FEB tiene muchos ingresos, pero también muchos gastos. No puede haber derroche en ninguno de los casos.
Se dice que la federación está sobredimensionada en cuanto a plantilla. Habrá que verlo y estudiarlo, estableciendo unos recursos humanos lo más útiles y adaptados posibles a las funciones de la FEB. Habrá que ver los recursos financieros que se tienen a corto, medio y largo plazo para tener un plan de viabilidad y poder desarrollar todas las actividades federativas.
También tendremos que tener unas buenas relaciones con los demás estamentos. No entiendo una FEB enfrentada a la ACB, el COE (Comité Olímpico Español), la ABP (Asociación de Jugadores) y la asociación de clubes femeninos. Son cosas muy idílicas, pero creo firmemente en ellas y en que se pueden conseguir.
¿Y en cuanto al tema deportivo?
Ha habido grandes éxitos a nivel internacional, pero también grandes fracasos a nivel nacional. Las competiciones FEB no son identificables ni las que tendrían que ser adaptadas al período de crisis, tampoco atractivas. Tendremos que ver cómo pueden ser más equilibradas y racionales, con menores costos para los equipos y mayores posibilidades de ingresos.
En el fútbol, hay unas competiciones totalmente identificables: Primera, Segunda, Segunda B y Tercera. En baloncesto, tenemos una EBA en la que no sabemos cuántos grupos hay ni cuántos equipos los forman, una LEB Plata que todos los años mitiga la participación de clubs a nivel de toda España, una LEB Oro que hay que potenciar para que sea la competición más representativa de la FEB… También unas competiciones femeninas que quizás duren mucho. Hay muchas cosas que cambiar.
¿Cómo solucionaría el problema de que casi ningún equipo de la LEB Oro consiga ascender a la ACB? ¿Se debería cerrar la liga?
Con diálogo con la ACB y los clubs. Hay intereses contrapuestos. No se puede imponer, criticar y tener planteamientos absolutos. En los últimos años sólo han ascendido el Tenerife y el Andorra. Por lo tanto, la liga se ha cerrado. Hay que analizar si esto es bueno o malo para la ACB y la LEB Oro. Hay que hacer un estudio, hablar con los protagonistas, con los clubs de arriba y los de abajo, y ver qué solución es mejor a nivel global para el baloncesto español y a nivel particular para las ligas. Estoy seguro de que nadie se va a negar a emprender un diálogo serio que dé lugar a un estudio y a un punto de encuentro que sea el mejor para todos.
¿Ese diálogo es la mejor manera de afrontar las relaciones entre FEB, ACB y Euroliga?
Le diría que es la única manera, bajo mi punto de vista. En esta vida, con imposiciones no se consigue nada. Se consigue con diálogo, apertura y negociación, llegando a puntos mínimos de encuentro.
¿Suceder a José Luis Sáez es un papelón para lo bueno y para lo malo?
No lo sé. Alguien, tarde o temprano, le tenía que suceder. Nadie es perpetuo, ni la vida misma lo es. Si soy yo la persona que le sucede, le digo que lo haré con mi personalidad, mi bagaje deportivo y profesional y una actitud dialogante y de consenso, sin imponer. No voy a ser presidencialista ni continuista, sino aperturista.
Usted es abogado y ha sido juez. ¿Defendería a Sáez o le condenaría?
Sin pruebas, no se puede aceptar un caso desde el punto de vista del abogado, y ni mucho menos condenar ni absolver a nadie desde el punto de vista del juez. Yo no tengo esas pruebas. Sería muy frívolo decir 'Pepe no ha hecho nada' o 'Pepe ha hecho mucho'. Yo ni condeno ni absuelvo, no puedo pronunciarme.
¿Qué les diría a aquellos que tildan su candidatura de órdago del continuismo después de la reunión en la que se unió con las federaciones de Madrid, Cataluña y Andalucía?
¿Cree que el presidente de la federación catalana, que fue la persona que se presentó ante el Consejo Superior de Deportes con los documentos (motivadores de la sanción de Sáez) y como miembro de la Comisión Económica de la FEB puede ser continuista? Difícilmente. ¿No será que otras candidaturas están utilizando como estrategia electoral decirles a los demás que yo soy continuista y que ellos son los únicos rupturistas para verdaderamente cargarse, o intentarlo, a la única fuerza de transformación y de cambio que realmente tiene posibilidades de salir?
Transformación y cambio ordenado, estudiado y coherente, no como un elefante en una cacharrería cambiando todo. Aquello que no haya que cambiar, no se cambia. Yo voy a vender mi libro y lo hemos escrito entre personas a las que no se les puede tachar de continuistas. No he mentido a nadie. No voy a hacer esto para que la FEB sea la misma de antes.
Las candidaturas de Alfonso Cabeza y Germán Monge se han unido. ¿Usted se ha planteado hacer lo propio con Jorge Garbajosa?
Yo me voy a fusionar con todo aquel que acepte todo lo que estoy haciendo. El consenso es necesario no sólo para ganar las elecciones, sino mucho más necesario para el día de después. Si tienes 60 votos y el contrario o los contrarios 29, el día a día en la FEB va a ser un sinvivir. Ojalá Jorge esté en esa línea, como cualquier otra federación. Voy a hablar con todo el mundo buscando el consenso y la unidad. Ojalá pueda encontrar a mucha gente que quiera seguir este camino. Ahora mismo, no me veo en otra posibilidad que no sea yo como presidente, aunando y no siendo presidencialista, no disgregando.
10 de julio y es el nuevo responsable de la FEB. ¿Cuál sería su primera medida?
Abrir los brazos para la buena gobernanza futura de la federación y, junto con ésta, irme a la búsqueda de la sostenibilidad económica. Si hay un patrocinio importante en Canarias (se está hablando de ello de cara al Mundial femenino de 2018), me iría a buscarlo en el primer vuelo que salga.