“Pensé: ‘Venga ya. ¿No puedes fallarlo? Nos has matado suficientes veces’. Pero lo metió, demostrando lo gran jugador que es”. Así se expresaba Dimitris Diamantidis el pasado 30 de mayo, después de que otro mito viviente del baloncesto griego, Vassilis Spanoulis, perpetrase su enésima jugarreta. Valiosa, porque su triple postrero delante del '13' del Panathinaikos y de todo el OAKA le dio la liga helena al Olympiacos, el eterno adversario, en el segundo partido de la final. Aunque, sobre todo, simbólica, porque esos tres puntos de Spanoulis pusieron el epílogo a la carrera profesional de Diamantidis.
Él, siempre un excelente defensor, no pudo cambiar la trayectoria de ese lanzamiento definitivo. Ni tampoco posponer lo inminente de una retirada que su cuerpo, a los 36 años, ya le exigía. No obstante, anhelaba un adiós de regusto más dulce. Y lo tendrá, puesto que el Panathinaikos le ha preparado una despedida a la altura de las circunstancias este fin de semana. Barça (en sustitución del Real Madrid), CSKA de Moscú y Maccabi son partícipes en Atenas, junto al equipo local, del último homenaje a Diamantidis: un torneo de pretemporada que bien podría pasar por una Final Four europea.
Como reza el lema del evento, “Los diamantes son para siempre”. Y Diamantidis ha sido uno de ellos, puliendo su talento y forjando su leyenda año tras año en la élite. Por eso, cuando este sábado su camiseta quede retirada por fin, lo hará con un legado espléndido detrás. Lo repasamos a través de 13 hitos. Los mismos que marca un dorsal, el suyo, de gran incidencia en la canasta griega y europea del presente siglo.
1. La llegada a la élite
Diamantidis, nacido el 6 de mayo de 1980 en Kastoria, se inició en el baloncesto a los 14 años. Fue gracias al equipo de su ciudad natal, el único donde llevó un dorsal distinto al 13: el 5. El mismo número de años que pasaron hasta que, a los 19, fichó por el Iraklis, donde empezó a destacar a partir de su segunda temporada. Aquel curso 2002-2003, el base-escolta griego ya empezó a dar muestras de su inmensa versatilidad: 11.5 puntos, 5.6 rebotes, 5 asistencias, 2.5 robos y 0.9 tapones de promedio por encuentro. Acababa de hallarse un diamante.
2. El primer trofeo MVP
En la campaña 2003-2004, el talento de Diamantidis terminó por explotar definitivamente. Con el mejor promedio anotador de su carrera (14.8 puntos por encuentro), fue designado mejor jugador de la liga griega por primera vez. También entró en el quinteto ideal de la competición y llevó al Iraklis hasta la tercera posición del campeonato. Más tarde, llegarían otros cinco premios MVP para un total de seis: 2006, 2007, 2008, 2011 y 2014.
3. Panathinaikos, sinónimo de títulos
Diamantidis aterrizó en uno de los equipos de baloncesto más pujantes de su país en verano de 2004. A partir del 3 de octubre de ese año, siempre vistió de verde. Entonces llegaron su primera liga y su primera Copa griegas. También el debut en la Final Four de la Euroliga (15.5 puntos, 6.5 rebotes, 4.5 asistencias y 3.5 robos de media en aquella cita).
Con compañeros como Alvertis, Lakovic, Jasikevicius, Batiste, Siskauskas o Spanoulis y Zeljko Obradovic en la banda, el club de Atenas viviría una de las mejores etapas de su historia entre 2005 y 2012. Eso sí, lo máximo que se tomó Diamantidis para celebrar cada entorchado venidero fue una cerveza. ¡Apenas prueba el alcohol!
4. Su defensa
Nikos Hatzivrettas no inventó el apodo de 'Hombre Pulpo' para Diamantidis por casualidad. Sus brazos, especialmente largos, siempre le concedieron una habilidad especial para el rebote y los robos de balón. Tanto como para ser designado mejor defensor de la Euroliga por primera vez en 2005 y volver a serlo en 2006, 2007, 2008, 2009 y 2011. También se le ha llamado 'Spiderman' por su capacidad para alcanzar los balones sueltos y por su velocidad. Incluso se ha dicho que su defensa era en tres dimensiones (de ahí el mote '3D') dado lo descomunal de la misma.
5. El tiro ganador contra Francia en el Eurobasket 2005
Semifinales del Europeo de Serbia. Francia ganaba por dos puntos a Grecia (64-66) en los últimos instantes, acariciando la final continental. Sin embargo, ahí estaba Diamantidis, buen tirador de tres y experto en anotar canastas ganadoras, para evitarlo. Un triple suyo le dio la victoria (67-66) y buena parte del posterior oro europeo a la selección helena. El jugador del Panathinaikos logró ser el mejor asistente del campeonato y fue incluido en su quinteto ideal.
6. La exhibición contra USA en el Mundial 2006
Diamantidis tuvo mucha culpa de que Grecia hiciese historia contra la todopoderosa selección de Estados Unidos en Japón. Sus 12 puntos, 3 rebotes, 5 asistencias y 2 robos en la histórica victoria helena en semifinales (101-95) sirvieron para acallar a los LeBron, 'Melo' y Wade de turno. Hubo que conformarse con la plata tras perder la final ante España (47-70), pero nadie ha vuelto a ganar al país inventor del baloncesto desde entonces.
7. El primer triplete
Diamantidis ya estaba harto de ganarlo todo en Grecia. Quería más, y lo tuvo en 2007. No contento con la liga y la Copa, el Panathinaikos alzó la Euroliga tras derrotar al CSKA en una final de infarto (93-91). La actuación del '13' (15 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias) redondeó un año tan mayúsculo como para ser elegido MVP de la Final Four, de la liga griega y de su final. Como gran guinda del pastel, fue designado mejor jugador de Europa y escogido en el mejor equipo de la Euroliga por primera vez.
8. El segundo triplete
Tras un nuevo doblete en el curso 2007-2008, el Panathinaikos volvió a conquistar Grecia y Europa a la vez en 2009. Lo hizo con un buen papel de Diamantidis en la final europea, otra vez ante el CSKA (10 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias en el 73-71 heleno), y en la final copera (16 puntos, MVP del torneo).
9. Despedida a lo grande de la selección
Tras cuajar uno de sus mejores torneos con Grecia (10 puntos, 3.5 rebotes y 3.8 asistencias de media), Diamantidis cayó con honor ante España en los octavos de final del Mundial 2010: 16 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias, 2 robos y 2 tapones. Tras el campeonato, se retiró del equipo nacional, con el que disputó dos Juegos Olímpicos, tres Eurobasket y dos Mundiales.
10. Cuando el diamante brilló más que nunca
El curso 2010-2011 bien pudo ser el mejor de la carrera de Diamantidis. MVP de la Euroliga por primera y única vez, logró su último título en la máxima competición europea, el tercero, al derrotar al Maccabi (78-70, 16 puntos y 9 asistencias). Dio 18 pases en total, récord hasta ahora, en la Final Four, de la que también fue MVP. Obtuvo el mismo reconocimiento en la liga griega y en su final.
11. Mejor ladrón de la historia de la Euroliga
Después de ganar su sexta Copa de Grecia en el curso 2011-2012, Diamantidis conquistó un nuevo doblete en su país la siguiente temporada. Lo hizo, además, como nuevo líder histórico de robos en la Euroliga (434 en total), superando a su compatriota Theo Papaloukas en febrero de 2013. También entró en el mejor equipo de la competición europea por cuarta y última vez en su carrera.
12. Líder también en asistencias
MVP de la liga griega y de sus finales por sexta vez, el '13' logró otro hito estadístico en la Euroliga: ser el máximo asistente de su historia. Lo consiguió en abril de 2014, dejando su marca en 1.255 pases antes de retirarse. Ahora mismo, también es el jugador con mejor valoración de la máxima competición continental (3.806 puntos), el segundo que más partidos ha disputado (278) y el sexto mejor anotador (2.495 puntos) y triplista (372). En Grecia, manda a nivel histórico en asistencias y robos.
13. La última temporada
Homenajeado durante todo el curso, incluso con el OAKA en pleno cantándole el “Cumpleaños feliz”, Diamantidis se despidió con una Copa de Grecia, y su correspondiente MVP, debajo del brazo. Fue la décima, a la que añadir nueve ligas que bien pudieron ser 10 sin el Olympiacos de por medio.
Los cuartos de final fueron el tope del Panathinaikos en la última Euroliga, donde el jugador de Kastoria volvió a ser el mejor embajador posible de su equipo. Nombrado leyenda de la competición europea, su 13 nunca más volverá a ser utilizado por ningún jugador del club de su vida. Es lo que se ha ganado un diamante que ya sobresale en la historia del baloncesto y en la memoria de sus aficionados.