J. y B., novios, compañeros de clase, jóvenes de 17 años en pleno final de la adolescencia, querían celebrar que habían terminado sus exámenes de 2º de Bachillerato. Simplemente eso. Sin embargo, un maldito ascensor acabó con sus vidas cuando su suelo acristalado se hundió el pasado martes, cayendo al vacío en el número 4 de la madrileña calle de Hermanos Bécquer, en el barrio de Salamanca. Tenían toda la vida por delante.
Ambos estudiaban en el colegio Nuestra Señora del Recuerdo. J. pertenecía a uno de los equipos de la sección de baloncesto del centro, que ha querido tener un homenaje con los dos jóvenes fallecidos en las redes sociales. "El vacío que dejas al irte así, de repente, apaga el sonido del balón en cada campo de baloncesto donde defendiste tu colegio", empieza el mensaje con el que el Baloncesto Recuerdo ha querido despedir a su ya exjugador en Instagram.
"Se marchan dos personas únicas de nuestro colegio. B. y J., siempre estaréis entre nosotros. Chicos, esto es una CADENA DE ORACIÓN para pedir por las familias y los amigos de B. J. y J. A., pues ahora están con Dios", continúa la publicación. "La Oración tiene un poder que no llegamos a imaginar ni entender, y os pido que compartáis este post para que le llegue a la mayor cantidad de gente posible".
"Rezad por B. y por J., para que cuiden de sus familias desde el cielo; Por sus padres, sus hermanos y amigos, para que encuentren el consuelo en Dios y sean capaces de llevar esta pérdida lo mejor posible; y por último, para que nos apoyemos unos a otros y poder ayudarles a llevar su cruz tantas veces como sea necesario", concluye el texto.
Está acompañado de numerosos comentarios de pésame de compañeros, amigos e incluso exalumnos de Nuestra Señora del Recuerdo. "Seguiremos defendiendo los colores de nuestra sangre como tú los has defendido. Fuerza porque J. y B. nos darán el último aliento cuando no nos quede pulmón, porque cada balón, cada disputa estará presente vuestro espíritu para meterle mucha, mucha FUERZA #Vaporvosotros", escribe un usuario.
"Descansa en paz. A tu familia le dejas el mejor regalo que le podías haber hecho: el recuerdo de un niño alegre, bueno, amigo de sus amigos, feliz. Un ejemplo para todos", añade otra. "Se va un grande... Tuve el placer de entrenarle en sus inicios como jugador y participé en su formación. A su familia, a sus amigos... se va un grande y será recordado como tal. DEP", sentencia un exentrenador del joven.
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