Sergio Rodríguez vuelve al baloncesto europeo un año después de emprender su segunda aventura en la NBA. Según ha adelantado el periodista David Pick, el CSKA de Moscú ha logrado un acuerdo por tres años con el base tinerfeño. Se convertirá en uno de los jugadores mejor pagados de Europa (se habla de 10,7 millones de euros hasta 2020) y formará un dúo letal en el perímetro junto a Nando De Colo.
Sustituir a Milos Teodosic, que ahora hace el camino inverso al del Chacho (de Europa a Los Angeles Clippers), será un desafío a la altura de Rodríguez. Queda claro que su caché en el baloncesto europeo está de sobra contrastado: en Rusia tendrá protagonismo y luchará por todos los títulos de enjundia.
Nada que ver con la situación de unos Philadelphia 76ers en los que hay exceso de jugadores en su posición (tantos que incluso se le ha llegado a infravalorar en la prensa local). Esa aireada oferta de 12 millones de dólares por tres cursos tenía poco de realismo precisamente por eso.
Además, la regularidad tampoco estuvo del lado del canario. Las lesiones tuvieron culpa de ello, sí, pero quizá el jugador más veterano de la franquicia esperaba ser algo más que el hombre highlight. Sus 7,8 puntos, 2,3 rebotes y 5,1 asistencias de media con los Sixers no han desentonado, pero Rodríguez quería más. Y, a pesar de afirmar por activa y por pasiva que su intención era seguir en la NBA, ese plus pasaba por cambiar de opinión y volver al Viejo Continente ante la falta de ofertas (¡ni siquiera protagonizó rumores en la agencia libre!).
Ese es el lugar donde realmente se le quiere y tiene los galones de lo que un día fue: MVP de la Euroliga. Bien lo sabían no sólo en el CSKA, sino también en el Fenerbahçe de un Zeljko Obradovic que bebe los vientos por el Chacho desde hace años. Habría sido el fichaje en mayúsculas de los turcos. Uno para mantener por los aires las expectativas de un campeón de Europa un tanto alicaído tras las dolorosas salidas de Bogdanovic y Udoh rumbo, cómo no, a la NBA.
Sin posibilidades reales de volver al Madrid
A Sergio se le habría perdido en Turquía tanto o más que en Rusia. Eso sí, en Madrid nunca hubo posibilidades ni esperanzas reales de retorno. ¿Por qué? Porque su antiguo club ni siquiera se interesó en repescarle para la causa. Muchos reclamaron su vuelta y algunos definen como traición este movimiento, pero volverse a vestir de blanco estaba fuera del alcance.
Ni se podía competir económicamente con las ofertas de CSKA y Fenerbahçe ni se había reservado un hueco para el Chacho dado el regreso de Campazzo y el peso de Llull y Doncic en el equipo de Laso: el puesto de base estaba más que cubierto.
Eso sí, la vida nunca deja de dar vueltas. El Chacho lo sabe bien de veras. Ni esta nueva aventura en Moscú significa que la puerta del Madrid esté cerrada (ni mucho menos) ni que la NBA ya sea agua pasada (tendrá cláusula de salida a Estados Unidos). Lo que está claro es que Sergio Rodríguez volverá a pelear por todo en uno de los mejores equipos del mundo. Con su pasado reciente a la orden del día (por los enfrentamientos con el Madrid en la Euroliga y la coincidencia con Othello Hunter, recién salido de la capital española), pero un presente y un futuro apasionantes por delante. ¿Quién se habría negado a vivir, en cualquier trabajo y situación, un reto así?
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