El Real Madrid ha hecho oficial, a través de su página web, que "ha llegado a un acuerdo con Walter Samuel Tavares, pívot procedente de Raptors 905" y que "el jugador queda vinculado al club hasta el final de la temporada 2019-2020".
El pívot caboverdiano de 2,20 metros de altura llega para cubrir los huecos dejados por las lesiones del serbio Ongjen Kuzmic y del mexicano Gustavo Ayón, lo que ha obligado al entrenador Pablo Laso a jugar los últimos partidos sin ningún 'cinco' claro.
El jugador, con tres años de experiencia en la Liga española en el Gran Canaria y que llega procedente del equipo de la Liga de Desarrollo de los Toronto Raptors, jugará este mismo domingo contra el Barcelona, según anunció Laso en la víspera del último partido de Euroliga.
Cuando tenía 17 años, Tavares jamás había tocado siquiera un balón de baloncesto y, desde luego, ni mucho menos soñaba con emular a Michael Jordan, aunque no sabía que esos sueños en realidad se cumplirían en el futuro más inmediato. Desde su primer contacto con un ojeador hasta el estreno en la NBA con los Hawks -fue drafteado por el equipo de Atlanta en el puesto 43 en 2014- no llegaron a pasar cinco años completos y todos ellos en Gran Canaria, con un gran punto de inflexión en su carrera: el fichaje de Aíto García Reneses por el Herbalife.
En la temporada 2014-2015, en la que Aíto fue elegido mejor entrenador de la Eurocup tras el impresionante récord del equipo de 21 victorias y una sola derrota antes de perder la final contra el Khimki, Tavares se convirtió en el mejor taponador de Europa y en el cuarto jugador cerrando el rebote propio.
Aquellos números, aquel salto espectacular en su rendimiento, sus cualidades y sus funciones dentro de un equipo que llegó a pelear por un título continental (22,3 minutos, 7,97 puntos, 7,95 rebotes, 1,75 tapones 7 y 13,3 de valoración media por partido en 36 partidos de ACB) y se convirtió en revelación de la temporada en la Liga Endesa le llevaron finalmente al otro lado del Océano Atlántico. Se confirmó la progresión espectacular de un jugador de 220 centímetros de altura y una envergadura de brazos de 236 centímetros.
Si bien es cierto que su paso por la NBA ha sido menos brillante de lo esperado por todos -ha militado en varios equipos de la Liga de Desarrollo después de que tanto Atlanta Hawks como Cleveland Cavaliers le cortasen en temporadas consecutivas-, sus últimas actuaciones en los Raptors 905 de Jerry Stackhouse le han mantenido en la órbita de todos los equipos europeos con necesidades en la pintura, incluido el Barcelona Lassa de Sito Alonso. Tavares no es un refuerzo menor ni un parche, como puede empezar a demostrar desde este mismo fin de semana.
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