Este martes, la ciudad francesa de Estrasburgo se vio atacada en un tiroteo que se saldó con, al menos, tres personas muertas y 13 heridas. Este terrible suceso coincidió prácticamente en el tiempo con el encuentro de la Basketaball Champions League de la FIBA que enfrentaba al SIG Strasbourg y el Petro Olimpija de Ljubljana esloveno.

El choque tuvo lugar en el Rhénus Sport, pabellón en el que juega el equipo galo y hasta 5.100 aficionados y aficionadas que se encontraban dentro del recinto conocieron la terrible noticia durante el choque. El público tuvo que quedarse dentro hasta que cesara el peligro en las calles y respondieron con un emotivo homenaje a las víctimas al compás de 'La Marsellesa'.

El club anunció vía redes sociales y dentro del propio pabellón que los aficionados no podrían abandonar el recinto por petición expresa de las autoridades: "Después de los sucesos en el centro de la ciudad, las autoridades piden que permanezcan dentro del Rhenus. Pueden circular por los pasillos. Le mantendremos informado de la evolución de la situación. Gracias por cumplir con la orden".

Poco a poco, los aficionados fueron evacuados por las autoridades sin ningún incidente. Uno de los jugadores del conjunto local, Moustapha Fall, comentó que se enteraron de la noticia durante el descanso y dijo lo siguiente: "Por supuesto que nos perturbó. Hemos ganado el partido, pero hay cosas más importantes en la vida. Esta noche no estamos pensando en el baloncesto. Fue difícil mantener la concentración, pero teníamos un trabajo que hacer", apuntó el pívot.

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